Artes

El creador de 'Mad Men', Matthew Weiner, expone en un museo los 10 filmes que inspiraron la serie

Matthew Weiner (de pie) dirige una escena de la sexta temporada de 'Mad Men'.
AMC

No es ningún secreto que la serie Mad Men, que afronta su séptima y al parecer última temporada, está concebida a partir de un tan manifiesto como inteligente pastiche de retales e influencias. El creador del producto televisivo, Matthew Weiner, nacido en 1965 y por ende desconocedor por propia experiencia del ambiente que narra, se ha avenido a coordinar un ciclo de cine en el que desgrana y revela qué material copió para desarrollar la exitosa saga de publicidad, sexo, alcohol y nicotina.

Matthew Weiner's Mad Men (El 'Mad Men' de Maththew Weiner), una exposición organizada por el Museum of the Moving Image de Nueva York y programada en paralelo con la emisión de la temporada final, presenta hasta el 14 de junio material sobre la génesis, los secretos y la producción de la serie. El Museo de la Imagen en Movimiento, dedicado desde 1988 al arte, la historia y la tecnología del audiovisual, promete que los visitantes saldrán de la muestra con una "percepción vívida" de las entretelas de la producción, que, según aseguran, nunca había recibido un tratamiento similar en una pinacoteca.

Anclada en películas clásicas

Uno de los runners (desarrolladores) más cotizados de los EE UU en un momento en que las series viven una edad dorada y compiten en ganancias y popularidad con el cine, Weiner confiesa que Mad Men está anclada, precisamente, en la estética, la concepción de personajes, las tramas, los decorados, el ritmo y el formato de realización de un buen lote de películas clásicas. Para la  exposición se ha avenido a seleccionar diez filmes de los que tomó prestados elementos sustanciales.

Las películas, que forman parte del ciclo Mad Men's Movie Influences (Las influencias cinematográficas de 'Mad Men'), en proyección en el museo neoyorquino hasta el 26 de abril, fueron utilizadas por Weiner para "profundizar en las obsesiones, deseos y sueños" que subyacen bajo el argumento de la historia que bascula en torno al creativo de publicidad Don Draper. Los filmes, que "tuvieron un papel muy importante" en el diseño de la serie, eran proyectados a todo el equipo que participó en la producción del producto de Lionsgate Television para la cadena de cable AMC.

El 'detalle obsesivo' de 'Vértigo'

Entre las obras elegidas por Weiner hay dos películas de Alfred Hitchcock: Vértigo (1958) y Con la muerte en los talones (1959). De la primera Weiner, que asiste personalmente a alguna de las proyecciones y participa en un debate con el público, dice estar fascinado la "belleza, el misterio y el detalle obsesivo" de la trama. "El vértigo", añade, "se siente como si estuvieras viviendo en el sueño de otra persona".

Sobre Con la muerte en los talones afirma que se trata del filme que influyó más claramente en el formato de realización de Mad Men, porque se trata de una película "abiertamente estilizada" cuyo estilo deseaba "imitar" en sus ángulos de visión casi a ras de suelo. "Había estudiado la película en profundidad a la escuela de cine y me sigue pareciendo una obra de arte y de gran unidad narrativa sobre un hombre ordinario en circunstancias extraordinarias. También vale la pena señalar que Cary Grant interpreta a un publicitario llamado Roger que se ve obligado a asumir la identidad de otro hombre".

La 'falta de escrúpulos' de 'El apartamento'

De El apartamento (Billy Wilder, 1960) tomó el "dinamismo del guión" y el "carácter pasivo" del héroe, CC Baxter (Jack Lemmon), un oficinista anónimo y solitario del que se aprovechan los demás. "Es una historia de su tiempo, firmemente enraizada en una Manhattan donde los hombres aparentemente normales se comportan sin escrúpulos", explica Weiner, que llevó a Mad Men la "política sexual de las oficinas" y la "mezcla de humor y patetismo" de la cinta de Wilder.

Otro largometraje que brota como referencia obligada en la serie de televisión es Blue Velvet (David Lynch, 1987), una película "notablemente original para su época" que tuvo "gran impacto" en la generación de Weiner. "Me gusta que la acción se mueva del cine negro a la comedia adulta casi entre una escena y la siguiente. La riqueza estilística y la complejidad psicológica sobre el horror de lo mundano y las referencias casi cursis a los años cincuenta fueron una inspiración para nuestra serie y su intento de revisar la percepción mítica de una época".

'Corrupción desgarradora'

De Les bonnes femmes (Claude Chabrol, 1960) destaca la "historia cotidiana de cuatro mujeres con trabajos aburridos" que compensan con "fantasías románticas", de Patterns (Fielder Cook, 1956) lo "despiadado" del mundo de los negocios y la secuencia "de clímax escalofriante" de la sala de juntas, y tras ver Querido Corazón (Delbert Mann, 1964), recuerda, recibió el "impulso final" para escribir el piloto de Mad Men, cuyo protagonista se asemeja al papel que encarna Glenn Ford en la película, un "héroe soltero y sin gracia pero con mucha labia y una actitud muy casual hacia el sexo" moviéndose en un ambiente de "corrupción moral desgarradora".

Weiner también cita una segunda película de Delbert Mann, La noche de los maridos (1957) por su "ruptura con los clichés de la camaradería masculina"; Mujeres frente al amor (Jean Negulesco, 1959), de la que destaca el "melodramatismo glamouroso" con que indaga en el ambiente de las mujeres trabajadoras en las oficinas de finales de los años cincuenta, y La americanización de Emily (Arthur Hiller, 1964) por sus "irónicos y rítmicos" diálogos.

Películas baratas, serie millonaria

Es revelador que la selección de Weiner, con solo dos excepciones (las obras de Hitchcock), sea de películas de bajo presupuesto que no necesitaron de las cifras astronómicas que maneja Mad Men para retratar una época con rigor e ingenio. La serie televisiva ha facturado unos 100 millones de euros en beneficios sólo en la tienda en línea iTunes. El contrato de Weiner por las tres últimas temporadas garantiza al runner un ingreso neto de casi 30 millones.

En Matthew Weiner's Mad Men también pueden verse dos decorados originales de la serie, montados integramente en el museo: el despacho del protagonista y la cocina del domicilio de los Draper, fotografías de rodaje y 25 figurines con vestuario.

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