Astorga, de las ricas mantecadas a sus iglesias y palacios

El Palacio Episcopal, emblema de Astorga, es obra de Gaudí.
WIKIPEDIA/Lironcareto

De Astorga, las mantecadas. Para descubrir su origen es necesario hacer una visita al monasterio de Sancti Spiritus. De este convento de clausura salieron y se dieron a conocer en el siglo XIX los primeros dulces y continúan fabricándose con la receta original desde hace más de 200 años.

Astorga es la capital de las mantecadas y de La Maragatería. La ciudad nació como campamento militar de la Legio X Gemina, que controlaba toda la zona minera de Las Médulas, convirtiéndose más tarde en un importante nudo de comunicaciones del noroeste y paso de la Vía de la Plata y del Camino de Santiago.

La primera visita a Astorga debe ser al imponente palacio Episcopal, obra de Antonio Gaudí y actualmente sede del Museo de los Caminos. En un excelente estado de conservación, las cuatro plantas del edificio tienen un aire de castillo medieval y toda la fuerza creativa del arquitecto catalán. En el interior, elementos litúrgicos del Renacimiento y el Barroco completan este tesoro artístico.

Debemos seguir con la catedral de Santa María, el ya mencionado monasterio de Sancti Spiritus y los diferentes restos romanos que hay en la ciudad: el antiguo foro, las murallas, las cloacas, las termas y el foso de un viejo campamento militar. Si tenemos tiempo, podemos seguir por la iglesia neoclásica de San Esteban.

Si nuestra visita a Astorga tiene lugar a finales de julio podremos conocer la Fiesta de los Astures y Romanos, en la que ambos bandos miden sus fuerzas en diferentes competiciones. Durante la fiesta se celebran también las Jornadas Gastronómicas Astur-Romanas, donde se alternan recetas de la época con platos actuales –las mantecadas son protagonistas–, y cenas al aire libre.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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