De paseo por Málaga, ciudad abierta y mediterránea

La magnífica panorámica de Málaga desde el castillo de Gibralfaro.
GUIA REPSOL

Como muchas ciudades asomadas al mar, Málaga es una ciudad abierta. Es a buen seguro el influjo de haber visto pasar a culturas y civilizaciones distintas. Esa Málaga monumental es la que vamos a recorrer. De Picasso al legado romano y árabe, de los espetos a su vinos.

Para monumental 'la Manquita', nombre con el que todos los malagueños denominan a su catedral, porque le falta una de las torres principales. La Catedral de Málaga es de estilo renacentista y se encuentra en los límites de lo que fue la muralla árabe de Málaga. Además de recorrerla, hay que visitar el patio que está "escondido" en la parte trasera de la catedral y que se conoce como los Jardines de puerta oscura.

La huella romana la representa el Teatro Romano de Málaga, en la calle Santiago, a los pies de la colina donde ahora se encuentra la Alcazaba. Funcionó hasta el siglo III y aunque estuvo sepultado durante siglos, hoy deja al descubierto una galería de entrada al proscenium (escenario), parte de la orchestra, el vomitorium o puertas de acceso a la grada y la cávea, con tres gradas.

De lo romano a lo árabe. Muy cerca nos queda la Alcazaba, una fortificación musulmana, construida en la falda del monte Gibralfaro. Esta joya de la arquitectura árabe es la obra militar musulmana más importante conservada en España. Militar pero bella, como se percibe en sus estancias y jardines, como el Arco de Cristo o el Patio de Armas, ahora convertido en un patio árabe.

Pero la mayor atalaya de la Málaga monumental es el castillo de Gibralfaro. Hasta esta fortaleza podemos llegar paseando, largo pero hermoso paseo, desde el centro de la ciudad, pasando por la plaza de toros La Malagueta y el paseo de Reding, hasta tomar el paseo Salvador Rueda.

Picasso, orgullo de Málaga

Pablo Ruiz Picasso es el más grande los hijos de Málaga, y la ciudad presume de ello. Lo hace en el Museo Casa Natal Picasso y en el Museo Picasso-Palacio de Buenavista.

En la casa que le vio nacer, Picasso vivió con su padre, ayudante de dibujo de la Escuela de Bellas Artes de Málaga y su primera gran influencia. Hay objetos de aquella vida familiar y los primeros trabajos del artista. Su primer cuadro lo pintó muy cerca de aquí y lo tituló Vista al puerto de Málaga. También está la Suite de los saltimbanquis, un cuaderno con todos sus grabados realizados entre 1904 y 1906 o los borradores del famoso cuadro Las señoritas de Avignon.

El Museo Picasso-Palacio de Buenavista está en el número 8 de la calle San Agustín y alberga el deseo del artista de que su obra estuviera presente en su ciudad. Las donaciones de Christine y Bernard Ruiz-Picasso constituyen el fondo propio del museo.

Espetos y vino

A la hora de la gastronomía hay mucho doble elegir, pero no podemos pasar por Málaga sin probar los míticos espetos. Es una forma particular de guisar las sardinas, pinchadas en palos de seis y colocadas sobre el espeto ardiendo encima de una barca en tierra firme.

Y el vino, que tiene en Málaga su templo en la Taberna Antigua Casa de Guardia. Por sus más de 150 años de historia han pasado la mismísima Isabel II, Antonio Gala, Encarnita Polo y el doctor Gregorio Marañón, entre otros personajes. Hay que pedirse un vino de Málaga con marisco, ya sea un moscatel, un pajarete o un Pedro Ximénez.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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