Dolor crónico por patología neurológica, el calvario de más de 300.000 españoles

El dolor neuropático crónico es una afección reflejo de una enfermedad neurológica subyacente, como infartos cerebrales o esclerosis múltiple. En España, más de 300.000 personas sufren este dolor y van a ser más. Según los expertos el dolor neuropático crónico va a ir en aumento por el progresivo envejecimiento de la población.

El dolor neuropático se produce como consecuencia de un daño o trastorno en el sistema nervioso debido a traumatismos, trastornos metabólicos o vasculares, deficiencias nutricionales, cáncer, diabetes, artritis, infecciones, infarto, esclerosis múltiple, tumores o lesiones en la médula espinal.

Los síntomas incluyen desde la sensación de quemazón, pinchazo u hormigueo, la aparición simultánea de falta de sensibilidad o una especie de un acorchamiento, hasta el dolor ante estímulos normalmente no dolorosos (el roce de las sábanas, por ejemplo) o por el contacto con otra persona.

Con motivo del Día Mundial contra el Dolor, la Sociedad Española de Neurología (SEN) recuerda que alrededor de un 7% de la población puede sufrir dolor neuropático crónico y, en concreto, en España el 8% de los pacientes que acude al neurólogo lo sufre.

El 85% de los pacientes presentan un deterioro significativo en su calidad de vida y se asocia de forma muy frecuente a la ansiedad (63%) y a la depresión (56%).

Hay colectivos que lo padecen en mayor medida. Según la Asociación Internacional del Estudio del Dolor (AISP), este tipo de dolor afecta al 20% de los pacientes diabéticos, el 25% de las personas con herpes zoster de más de 50 años, el 20% de las mujeres que han sufrido una mastectomía y el 33% de los enfermos de cáncer.

Este tipo de dolor, según explica el doctor Carlos Martín Estefanía, de la SEN, motiva una alta demanda de consultas médicas. Y es que el dolor afecta en gran medida a la calidad de vida del paciente, con la aparición de alteraciones del sueño, sintomatología ansioso-depresiva y la subsiguiente merma en el ámbito laboral y social.

A diferencia de otros tipos de dolor, el neuropático no responde a los fármacos como los antiinflamatorios, de ahí que se empleen otros grupos farmacológicos. El más utilizado es el de los neuromoduladores, fármacos que se utilizan habitualmente para otras afecciones del sistema nervioso como pueden ser la epilepsia o la depresión.

También pueden utilizarse anestésicos y derivados opioides y, en casos muy seleccionados, se puede recurrir a medidas intervencionistas como la radiofrecuencia o los bloqueos nerviosos.