A Coruña

¿Qué se juegan Rajoy y Rubalcaba en las elecciones autonómicas gallegas?

Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, en una imagen de 2010.
EFE

Las elecciones autónomicas gallegas, que como las vascas se celebrarán este próximo domingo día 21 de octubre, serán un éxito o un fracaso no sólo para los principales candidatos a gobernar la Xunta, Alberto Núñez-Feijóo (PP) y Pachi Vázquez (Partido Socialista), sino también para el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, y para el líder del PSOE, Alfredo Pérez-Rubalcaba.

Las diferentes encuestas auguran una victoria clara del actual presidente de la Xunta, Alberto Nuñez-Feijoó, pero, en cambio, la mayoría absoluta que le permitiría gobernar está en el aire. Necesita al menos 38 escaños y los sondeos le otorgan entre 37 y 39. Esa es la diferencia entre el éxito o el fracaso, para Feijóo y para Rajoy.

Si el PP pierde la mayoría absoluta en Galicia en gran parte será fruto de las duras medidas de ajuste económico que ha aplicado el Gobierno central para tratar de cumplir con el objetivo de reducción del déficit público marcado desde Bruselas.

Subida de impuestos, rebajas salariales, repago de medicamentos, polémica reforma laboral que no está frenando la sangría del paro son “duras medidas”, como ha reconocido el propio Rajoy, que pueden provocar una pérdida de votos claves para el PP en Galicia.

En Génova (sede nacional del PP) no olvidan cómo Javier Arenas dejó escapar en Andalucía una mayoría absoluta que pronosticaban todas las encuestas. Y ello se debió, básicamente, al impacto del duro ajuste económico impuesto desde Moncloa.

Para tratar de revalidar la mayoría absoluta, Feijoó se presenta con un perfil propio, intentando desmarcarse de las duras medidas de Rajoy, e insistiendo en un mensaje que parece estar calando entre la mayoría de los gallegos (“en Galicia somos austeros, las cuentas cuadran y no nos van a intervenir como a otras comunidades autónomas”, repite constantemente).

Además, el candidato popular alerta de los “riesgos” y el “caos” que, en su opinión, supondría para Galicia un gobierno tripartito (con socialistas, el BNG y Alternativa, nacionalistas escindidos del BNG y que lidera el histórico Xosé Manuel Beiras).

Si Feijóo gana se consolidará como un barón en alza en el PP, revalidando una mayoría absoluta en un momento muy complicado a nivel económico. Por su parte, Rajoy habrá salvado una prueba complicada en ‘su’ propia comunidad autónoma y, con toda seguridad, seguirá adelante con su programa de reformas y recortes. Si el PP pierde, el futuro de Feijóo será una incógnita y Rajoy recibirá otro serio toque de atención de la ciudadanía.

Rubalcaba, todo o nada

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez -Rubalcaba, por su parte, también se juega mucho en los comicios gallegos. Tras el batacazo electoral en las elecciones generales, en los que el Partido Socialista logró sólo 110 diputados con él de candidato, Rubalcaba únicamente ha podido celebrar el mantenimiento del Gobierno de Andalucía (cediendo poder a IU) y la recuperación de Asturias (en este caso con un acuerdo con IU y UPyD).

Pese a la fuerte caída del PP en todos los sondeos desde noviembre de 2011 (cuando Rajoy ganó las elecciones generales con el mejor resultado de la historia), el PSOE de Rubalcaba no sólo no ha logrado aprovecharse sino que incluso también está sufriendo retrocesos electorales, en beneficio principalmente de IU.

En Galicia, el candidato socialista Pachi Vázquez como el propio Rubalcaba están alertando del peligro de que el PP de Rajoy y Feijóo sigan gobernando, ya que, en su opinión, suponen una amenaza contra el Estado del Bienestar.

Además, han recordado la “nefasta gestión” de la tragedia ecológica del Prestige (el juicio ha arrancado una década después) para desgastar a Rajoy –ministro del Interior de Aznar hace diez años- y ‘salpicar de chapapote’ también a Alberto Núñez Feijóo.

Si el PSOE, mediante pactos con los nacionalistas de izquierdas, lograra gobernar Galicia, sería un éxito indudable para Rubalcaba, que vería cómo desde su dura derrota electoral en los comicios generales, los socialistas habrían iniciado una recuperación con el mantenimiento de Andalucía, la recuperación de Asturias y, si se diera el caso, también de Galicia.

Por su parte, Pachi Vázquez irrumpiría como uno de los nuevos (y pocos) barones regionales del PSOE (junto al andaluz José Antonio Griñán y el asturiano Javier Fernández, además de Patxi López, quien podría dejar de serlo este domingo).

Por el contrario, si Feijóo se impone por mayoría absoluta, y encima los socialistas pierden escaños a favor de otros partidos de centro-izquierda (las encuestas así lo pronostican), tanto Rubalcaba como Pachi Vázquez quedarían seriamente tocados a nivel político.

Al líder del PSOE, además de la posible derrota en Galicia se le puede sumar el domingo el previsible desalojo del Gobierno de Euskadi. Si se diera el caso, las voces críticas dentro del Partido Socialista, cercanas a la exministra Carme Chacón, (como el líder del PSM, Tomás Gómez) seguramente volverán a escucharse cuestionando tanto el liderazgo de Rubalcaba como su estrategia política. Pero todas estas hipótesis políticas se disiparán el domingo por la noche. Los gallegos tienen la palabra.