La vuelta al cole es como un 'jet lag' para el sueño de los niños

  • El regreso a la actividad puede generar desórdenes en su sueño.
  • Básicos: horarios regulares de sueño, alimentación sana y un entorno tranquilo.
  • Dormir poco o mucho puede causar trastornos metabólicos y de comportamiento.
Un niño pequeño durmiendo sobre la cama.
Un niño pequeño durmiendo sobre la cama.
EP
Un niño pequeño durmiendo sobre la cama.

El jet lag es un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona y el nuevo horario que se establece al viajar en avión a largas distancias, a través de varias regiones horarias. Algo parecido sufren los niños en su vuelta al cole, ya que este regreso a la actividad tras las vacaciones puede generar desórdenes en el sueño de los niños.

La advertencia la hace la Sociedad Española de Sueño (SES), que recuerda que la vuelta al cole es como una especie de jet lag; tras los desajustes, la ausencia de horarios regulares y la pérdida de rutinas".

Por ello se aconseja establecer rutinas poco a poco: "Lo mejor es prevenir e ir estableciendo unas mínimas horas los días previos al inicio del curso escolar", recomienda la doctora Milagros Merino, miembro de la SES.

Dormir poco o en exceso también puede dar paso a trastornos neurocognitivos, metabólicos y del comportamiento tales como irritabilidad, obesidad y bajo rendimiento escolar. Es fundamental establecer horarios regulares de sueño, una alimentación sana y que el entorno donde duerme el niño sea tranquilo.

Para prevenir trastornos se aconseja evitar el uso de nuevas tecnologías antes de dormir y que los niños tengan un televisor en su habitación, porque estos elementos no propician el sueño.

"Se sabe que un niño con insomnio será un adulto insomne. Pero si se diagnostica a tiempo, se pueden evitar" complicaciones como "problemas de crecimiento, predisposición a la diabetes o patologías cardiovasculares", añade la doctora.

Vigilar su sueño pero que duerman solos

"Durante el sueño tiene lugar la liberación de la hormona del crecimiento y en la niñez es muy importante el adecuado control de este factor", explica la doctora María Luz Alonso, también miembro de la Sociedad Española de Sueño.

Por esta razón, Alonso aconseja que los padres permanezcan pendientes de los ciclos de sueño de los niños e insiste en que el ronquido nocturno es "un síntoma frecuente de trastorno respiratorio del sueño, junto con los despertares nocturnos, el sueño inquieto, la irritabilidad diurna, la hiperactividad, la somnolencia diurna y la dificultad para despertarse en la mañana".

Según la doctora, la duración del sueño de cada niño varía en función de la edad. "El tiempo ideal es aquel que le permita realizar actividades de la vida diaria con normalidad. La mejor señal de que un niño ha dormido la cantidad y la calidad adecuada de sueño nocturno es que él mismo se despierte solo por la mañana", puntualiza la miembro de la SES.

Las dos especialistas desaconsejan totalmente que los niños duerman con los padres. "Igual que se aprende a comer y vestirse por uno mismo, el niño debe aprender a dormir solo, porque este aprendizaje repercutirá positivamente en su proceso de maduración", concretan ambas doctoras.

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