Las embarazadas pueden ser tratadas de cáncer sin que eso suponga dañar al bebé

  • Un estudio belga ha visto que pese al tratamiento los niños tenían desarrollos normales de inteligencia, oído o función cardíaca.
  • El cáncer afecta a una de cada 2.000 mujeres embarazadas.
  • Se evitarán abortos, partos prematuros o retrasos del tratamiento.
Embarazada
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Cáncer y embarazo. Es una compleja situación, que sin embargo puede enfrentare con más normalidad de lo imaginado. Al menos a la luz del descubrimiento de que las embarazadas con cáncer pueden ser tratadas sin que eso suponga dañar al bebé.

Una serie de estudios de investigación, publicados en una edición especial de la revista médica The Lancet, coinciden en que la quimioterapia ofrece garantías para las mujeres, ya que se ha descubierto que el tratamiento después del primer trimestre no causa daño al feto.

El cancer afecta a una de cada 2.000 mujeres embarazadas y esta proporción está incrementándose un 2,5% al año puesto que las mujeres tienen hijos cada vez más tarde, años en los que el cáncer aparece más a menudo. En esa tesitura, muchas han tenido que decidir entre abortar, retrasar su tratamiento o dar a luz prematuramente.

No hay que retrasar la quimioterapia

Un equipo de investigadores, dirigidos por el doctor Frédéric Amant, del Leuven Cancer Institute (Bélgica), siguieron a 70 niños cuyas madres fueron tratadas con quimioterapia mientras estaban en el útero. Se encontró que tenían desarrollos normales de inteligencia, oído, función cardíaca y salud general. Aquellos que nacieron prematuramente tenían índices menores de inteligencia.

Los datos sugieren que un parto prematuro para que la madre pueda empezar la quimioterapia afectan más a la salud del bebé. El doctor Amant explica que "mostramos que los niños que fueron expuestos prenatalmente a quimioterapia están tan bien como los otros niños".

Sus descubrimientos no apoyan una estrategia de retrasar la quimioterapia o una quimioterapia post-parto con un parto inducido para tratar de no dañar al feto. La decisión de administrar la quimioterapia podría seguir los mismos criterios que en las pacientes no embarazadas.

En la práctica, es posible administrar quimioterapia desde las 14 semanas de gestación y hasta tres semanas antes del parto, por los riesgos de un parto espontáneo a partir de la semana 35.

El estudio añade que se requiere un seguimiento a largo plazo de los niños para identificar si hay problemas de fertilidad o incremento del riesgo de cáncer debido a que la quimioterapia dañe el ADN.

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