La oposición bielorrusa impugna los resultados de las elecciones generales por "fraudulentas"
"Hemos interpuesto una apelación ante la CEC sobre la ilegitimidad de las elecciones presidenciales", declaró Alexandr Milinkiévich, líder de la oposición, que ha recibido el apoyo explícito de Estados Unidos y la Unión Europea.
En las elecciones del pasado domingo, Milinkiévich obtuvo un 6% de los votos, según la CEC, frente al 82,6% conseguido por el actual presidente, Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994, que fue reelegido para un tercer mandato.
Protestas por segundo día consecutivo
Mientras, varios miles de personas se han reunido en la plaza de Minsk para reclamar unas nuevas elecciones.
""Haz historia", reza la pancarta más vista en la plaza, cuyos ocupantes corean "Súmate!" y reclaman la dimisión de Lukashenko, declarado por Estados Unidos el "último dictador de Europa" y quien ya anunció el lunes que "la 'revolución' ha fracasado".
Hoy a los manifestantes se sumaron representantes de la Iglesia Autocéfala Ortodoxa de Bielorrusia, que se independizó de la Iglesia Ortodoxa Rusa y nos es reconocida por las autoridades.
La iglesia oficial reaccionó de inmediato con denuncias de que los 'autocéfalos' "ni siquiera son sacerdotes" y que "tienen su cuartel general en Estados Unidos".
Detenciones durante la noche
Esta madrugada se produjeron detenciones de una veintena de dirigentes opositores que se dirigían de la plaza a sus casas, pero todos ellos fueron puestos en libertad pocas horas después, tras un largo interrogatorio salpicado de amenazas, según relataron.
De acuerdo con los resultados anunciados por la Comisión Electoral Central bielorrusa, Lukashenko, en el poder desde 1994, revalidó su mandato con un 82,6 por ciento del votos, frente a apenas un 6 por ciento de Milinkiévich y 3,2 por ciento de Kozulin.
¿Una nueva revolución naranja?
Algunos opositores al gobierno electo ya se han encargado de establecer paralelismos entre la revolución naranja ucraniana, en la que se produjeron masivas protestas populares tras los comicios presidenciales en Ucrania, que fueron tachados de "fraudulentos".
Otros opinan que las condiciones entre la realidad ucraniana y la bielorrusa son muy distintas.
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