Entre los tecnicismos y la brusquedad, los errores del médico al dar malas noticias

  • Error muy común: dar la mala noticia a los familiares antes que al paciente.
  • Comunican mejor los médicos de familia, oncólogos y diplomados de enfermería.
  • La enseñanza de la comunicación en medicina como necesidad real es reciente.
Un médico atiende a una paciente en su consulta.
Un médico atiende a una paciente en su consulta.
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Un médico atiende a una paciente en su consulta.

Dos son los errores más comunes de los médicos a la hora de comunicar al paciente las malas noticias: los tecnicismos y la brusquedad. Es una de las conclusiones que el profesor del Grupo de Comunicación y Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), José Antonio Prados, ha dado a conocer durante el curso 'Cómo comunicar malas noticias en medicina'.

Uno de los errores más comunes a la hora de comunicar malas noticias tiene que ver con la utilización de tecnicismos, ya que términos difícilmente comprensibles pueden no transmitir la información como se debería. Además, "no es raro" informar de manera muy brusca, por lo que habría que tener en cuenta la forma y la técnica que se va a utilizar.

Según Prados, "se vienen desarrollando metodologías específicas a nivel internacional desde hace muchos años, aunque la relación médico-paciente no se ha atendido en España todo lo bien que se debiera", ha señalado, al tiempo que ha indicado que "hasta hace muy poco no se ha percibido la enseñanza de la comunicación en medicina como una necesidad real, pues se pensaba que comunicar bien era algo innato".

La 'técnica de Buckman'

"Los especialistas que mejor dominan esta habilidad son los médicos de familia, por su cercanía con el paciente, los oncólogos, que suelen tener que dar las peores noticias y los diplomados de enfermería, que vienen cuidando este aspecto desde siempre", ha explicado el doctor.

En este sentido, la 'técnica de Buckman' es una de las que más se utiliza a nivel internacional. Consta de seis pasos: preparar un plan de actuación (qué, cómo y dónde se va a decir la mala noticia); averiguar con qué información previa cuenta el paciente; investigar qué quiere saber; compartir la información; asumir las reacciones que pueda tener y planificar los cuidados.

"Nunca hay que mentir al paciente", ha asegurado Prados, "sólo hay que dejar de decir la verdad cuando éste no quiera saberla o se encuentre en una situación que le impida ser consciente de ella".

Asimismo, "es un error muy común dar la mala noticia a los familiares antes que al propio paciente, que es quien tiene el derecho moral, legal y ético de conocer su enfermedad antes que nadie", ha concluido el experto.

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