Desde que el 'enfant terrible' de la moda se retirase en 2020, las colecciones de Alta Costura de Jean Paul Gaultier han sido creadas por diseñadores de primer nivel que, temporada tras temporada, han redefinido la firma sin dejar a un lado los valores y la estética de la marca.
Después de haber contado con las manos de Julien Dossena (Paco Rabanne), Chitose Abe (Sacai) y Glenn Martens (Y/Project) entre otros, ahora le ha tocado el turno de coger las riendas a Simone Rocha, que esta tarde nos ha presentado su propuesta 'Haute Couture' primavera-verano 2024 para la firma.
La diseñadora irlandesa es una de las modistas más aclamadas de la actualidad, llegando a sacar una colaboración con H&M que se agotó en cuestión de segundos. Los lazos son su seña de identidad, mientas que el tul y sus siluetas ajustadas nos llevan al mundo del ballet y la danza, bautizado ahora como 'balletcore'.
Esta estética que ha seguido Chanel en su colección Alta Costura SS24 que presentó ayer, Rocha la ha adaptado al imaginario de Jean Paul Gaultier, sacando a la pasarela los diseños marineros más románticos, en los que los grandes protagonistas han sido el tul y la organza.
El universo 'coquette' de Simone Rocha protagonizado por los lazos, perlas y el satén se ha encontrado con el estilo 'queer' y travieso de la 'maison' francesa, donde los elementos de estilo marinero como los gorros y las rayas era más que esperados, aunque la diseñadora se encargó de versionarlos en su propio estilo.
El 'bustier' icónico, con sus formas geométricas y afiladas, se veía obligado a coexistir con el romanticismo de las mangas abullonadas y las faldas con mucho volumen, que lejos de verse como el 'monstruo de Frankenstein', creaba un baile de siluetas opuestas completamente hipnótico y atrayente.
A medida que salían las modelos sobre la pasarela, vimos como Rocha transformaba los elementos más representativos de Jean Paul Gaultier, como el gorro de marinero en raso de color rosa pastel y lazos, la camisa blanca minimalista sobre un vestido de tul y el sujetador 'bullet' convertido en flores.
Las perlas y los cristales fueron dos de los elementos clave de la colección, coronando los looks lenceros más románticos mientras caían en cascada sobre ellos, aportando ese toque de sensualidad en cada movimiento.
Del prerrafaelismo de los vestidos vaporosos y el pelo pelirrojo y mojado, Simone Rocha pasa a los complementos más futuristas con fórmulas muy arriesgadas, como aplicando mechones de pelo en las sandalias de metracrilato, añadiéndo un anillo con una perla engastada al dedo gordo del pie (que ya ha llevado Kylie Jenner).
Otra de las excentricidades que vimos en las modelos fueron unos pendientes que llevan al extremo el estilo 'coquette', fabricados con cabello y peinados como si fueran moños que, en algunos diseños, se transformaban en flores, dejando al público completamente impactado. Por otro lado, en cuanto al maquillaje lo llevó a los dos extremos: o cara lavada o un rostro lleno de lentejuelas y pedrería.
Finalmente, como viene siendo tradición en las pasarelas de Alta Costura, Simone Rocha presentó para Jean Paul Gaultier dos vestidos de novia que encarnaban el arquetipo de 'Madonna-Whore', con una mujer vestida de blanco de arriba a abajo donde no se le ve ni un centímetro de piel bajo el velo, aunque podemos intuir que se trata de un vestido palabra de honor de encaje con falda globo.
Por otro lado, la siguiente novia lleva un vestido 'bridal' efecto desnudo', con un corsé 'strapless' del mismo color de piel que la modelo. El diseño de tul incorpora un guardainfantes con flores bordadas debajo de una tela transparente, por lo que la modelo pone sus manos con el ramo de flores sobre su zona más íntima para que no se vea nada.
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