Kim Kardashian paga 200.000 euros por un colgante de Lady Di, ¿por qué lo ha hecho?

Lady Di y Kim Kardashian
Lady Di y Kim Kardashian
Getty Images
Lady Di y Kim Kardashian

Después de haber enfadado a medio planeta por haber llevado el icónico vestido con el que Marilyn Monroe le cantó el cumpleaños feliz a Kennedy, ahora la empresaria ha vuelto a incomodar a muchos por haberse hecho con un colgante en forma de cruz lucido por Lady Di. Kim ha pagado 200.000 euros, el doble de su valor de salida, por conseguir la icónica pieza de Diana de Gales, una figura que hasta ahora desconocíamos que se encontraba en el radar de la reina de las Kardashian…

Sería ingenuo pensar que esta compra es un mero capricho fashionista, pues sin duda Kim es consciente de que en este momento la casa real británica vuelve a estar en el punto de mira a causa del revuelo ocasionado por el libro del príncipe Harry. Con esta compra, ha sabido girar el foco hacia ella de forma sutil, porque la sobreexposición de la que tantas celebridades se quejan es, en el caso de las Kardashian, su fuente de ingresos. 

Attallah Cross, ahora en poder de Kim Kardashiam
Attallah Cross, ahora en poder de Kim Kardashian
Sotheby's

También supone un movimiento de ajedrez con el que demostrar al mundo que las celebridades son la nueva realeza, pues al fin y al cabo, ahora son los 'royals' los que conceden entrevistas televisivas desde la intimidad de sus hogares, una fórmula que Kim domina a la perfección. Por si fuera poco, con esta adquisición vuelve a (auto) posicionarse junto a una mujer perseguida hasta la extenuación por los paparazzi, algo que también le ocurrió a Marilyn, y al hacerlo vuelve a erigirse a sí misma como icono.

La diferencia entre la actriz y Diana de Gales es, y por eso esta compra es una jugada maestra de Kim, que la británica supo alejarse de la sombra de los hombres y empoderarse. Gracias a ella se construyó un nuevo estándar de celebridad, una mucho más cercana que hablaba abiertamente sobre problemas de salud mental y que hacía que la gente empatizara con ella. "La princesa del pueblo" hizo de sus entrevistas el que sería el punto de arranque de los confesionales de los programas de telerrealidad. 

Lady Di y Kim Kardashian con pantalones de ciclista
Lady Di y Kim Kardashian con pantalones de ciclista
Getty Images

Diana fue la pionera en aprovechar el poder que los medios le habían conferido para apropiarse de la narrativa, esa que ahora se puede denominar con mayor facilidad a través de las redes y que Kim se ha encargado de manejar con maestría, precisamente haciendo lo contrario: apostando por el silencio en cuestiones íntimas. Su vida sentimental ya apenas tiene importancia en su discurso, invadido por su papel como diseñadora y empresaria. Al igual que Diana, eso sí, ha reforzado el papel de la madre perfecta que se desvive por su familia, y sin duda los hijos de Kim recordarán dentro de años la figura de su progenitora con auténtica devoción.

No olvidemos, y perdonad la pincelada frívola, que Diana de Gales popularizó el uso de los leggins de ciclista, esos que Kim volvió a poner de moda tras haber sido víctima de las mofas de sus hermanas, que en el reality se reían constantemente de sus looks ('made in Kanye', por cierto) y que al final, terminaron por abrazar junto al resto del planeta.

Ambas se casaron en bodas televisadas, y si bien es cierto que la audiencia de 750 millones que alcanzó la de Diana no puede compararse con los 8 millones que logró el enlace entre Kim y Kris Humphries, estas bodas de cuenta demuestran que ambas creían en las historias de princesas para comprobar demasiado pronto que lo de comer perdices tiene más de ficción que de realidad. Además, ahora Kim Kardashian es prácticamente vegana, así que ya se ha quitado de la cabeza las dichosas perdices y los finales felices, porque ella sabe que ella puede escribir su propia historia.

Bodas televisadas de Lady Di y Kim Kardashian
Bodas televisadas de Lady Di y Kim Kardashian
Getty Images/¡Hola!

Las dos se retiraron (o intentaron hacerlo) de la mirada pública en momentos delicados. Kim Kardashian se alejó de las redes tras haber sido atracada en París, y lamentablemente, ya sabemos cómo terminó el intento de Diana de alejarse de los focos, aunque es llamativo que para ambas la ciudad del amor haya terminado por estar marcada por la tragedia. Diana de Gales vivió, por cierto, su propio momento Marilyn cuando los fotógrafos tomaron una imagen de ella enfundada en una falda que, a causa de la luz, se transparentaba, creando así otra icónica instantánea que, en cierto modo, recuerda al vestido blanco plisado de William Travilla con el que Marilyn dejó sin habla al posar sobre una alcantarilla…

Kim se ha comprado la conocida Attallah Cross para demostrar que ella es la nueva princesa del pueblo, pero también para perfilarse como un icono histórico y empoderado que luchó por cambiar las cosas. Por eso su sueño es crear su propio bufete de abogados para "luchar por aquellos que siento que fueron condenados injustamente".

Kim Kardashian y Lady Di
Kim Kardashian y Lady Di
Getty Images

Kim Kardashian, al igual que Marilyn y Diana, ha estado siempre sujeta a la mirada externa, a las críticas y al odio, pero la diferencia es que ella es quien ha conseguido realmente apropiarse del discurso y está convirtiendo su armario en un altar de figuras a las que admira. Las redes, rabiosas, ya especulan con quién será la siguiente celebridad de cuyo armario compre alguna pieza. ¿Lo que más rabia les ha de dar? Que Kim puede hacerse con la prenda que le venga en gana, pero sobre todo, que le da completamente igual lo que los demás digan de ella. Quizás no es la princesa del pueblo, pero sí es la reina de las redes y a este paso, de las compras con historia.

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