Los exámenes tipo test perjudican a las mujeres, según un estudio

Según un estudio publicado por el Centro de Políticas Económicas, las mujeres tienden a sacar notas más bajas que los hombres en los exámenes tipo test. Esta investigación, plasmada en el informe La brecha de género en los exámenes de acceso: el caso del MIR, y qué podemos hacer para reducirla, concluye que, si bien en la parte baja de la distribución de resultados de esta prueba las mujeres superan a los hombres con la misma nota de expediente, en la parte alta las mujeres obtienen peores resultados.

Pruebas altamente competitivas como esta, que determinan el futuro de quienes las hacen, tienen un gran impacto en todos los estudiantes, pero sobre todo perjudican mucho más a las mujeres. Para determinarlo, se utilizaron tres estudios recientes que examinaron información individual de las pruebas del MIR durante los últimos años y llegaron a la conclusión de que había 2 factores determinantes.

1. Menos propensión a arriesgar

Parte de esta brecha podría ser atribuible a una mayor propensión de las mujeres a dejar preguntas en blanco. "Pese a que, en teoría, el sistema de puntuación está pensado para que al candidato le dé igual dejar una pregunta en blanco o responderla al azar (cero), cuando se puede descartar al menos una de las opciones disponibles en el test, esta equivalencia se rompe, recompensando implícitamente a quien arriesga pudiendo descartar al menos alguna de las alternativas. Esto es más frecuente entre los hombres".

2. Las mujeres se ponen más nerviosas cuando hay mucha competitividad

El contexto de los exámenes tipo test también es importante. Cuanto mayor es la competitividad en la prueba (es decir, el número de candidatos en comparación con el número de plazas), las mujeres se ponen más nerviosas y reducen su desempeño en comparación con los hombres. Esto es especialmente cierto entre los candidatos con mejores resultados.

"Con el ritmo actual de progreso se necesitan 286 años para que las mujeres tengan los mismos derechos y protecciones legales que los hombres"

Ambos factores se ven reflejados perfectamente entre los repetidores, según cuenta el estudio. En ellos, podemos observar que, en efecto, "las mujeres son más propensas a dejar respuestas en blanco, lo que hace que incrementen menos su nota en comparación con los hombres en su misma situación".

La brecha de género es una realidad en muchos espacios de nuestra vida, donde también se incluye el sector académico y el acceso a la vida laboral, sobre todo en pruebas donde se juegan todo a un examen tipo test.

Posibles soluciones

Para solucionarlo, el mismo estudio de EsadeEcPol, busca opciones con las que todos puedan tener las mismas oportunidades y sugieren "reconsiderar la penalización de errores en este tipo de pruebas para promover la igualdad de género". Una solución que les parece válida es "un sistema de pérdida de puntos donde preguntas en blanco o incorrectas penalizan, y los candidatos empiezan con la máxima puntuación posible", de esta manera, se puede seguir midiendo las diferencias entre los candidatos de más nota de una forma más justa y sin que favorezca a nadie.

Otras de sus propuestas (y que también van acorde de las demandas de los estudiantes), es que se reduzca el peso de este tipo de pruebas en la nota final de la selección, ya que actualmente es un 90 % el test y un 10 % las calificaciones globales de la carrera.

Además, también sugieren que, (en exámenes similares), se mejore la relación entre el número de graduados (en medicina, o en otras carreras) y el número de plazas creadas en el sector público. De esta forma no sólo se crearía más empleo, sino que la presión por sacar la mejor nota se reduciría y las mujeres mejorarían su desempeño en la prueba.

¿Por qué las mujeres seguimos sin creer en nosotras mismas?

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