Lourdes, de Russian Red: "Como las historias de las mujeres las estamos contando por fin nosotras, hay una sensibilidad y una apreciación revolucionaria"

Lourdes Hernández, de Russian Red.
Lourdes Hernández, de Russian Red.
GTRES
Lourdes Hernández, de Russian Red.

El 25 de noviembre se estrenó 'Ramona', el debut interpretativo de Lourdes Hernández, el alma de Russian Red. Hablamos con ella de lo pesadas que pueden resultar las charlas con las que (intentar) cambiar el mundo, de ansiedad, de Madrid y de dejar de pedir perdón.

En el cine se habla mucho de las causalidades, pero sin duda el que Andrea Bagney diera con un vídeo de Lourdes Hernández, conocida por su proyecto musical Russian Red, cuando se hallaba inmersa en el proceso de búsqueda de la actriz que diera vida a la protagonista de Ramona fue una de esas casualidades que no pueden ser obviadas. "Estuve muchos meses buscando a mi Ramona sin poder encontrarla. Inesperadamente, Youtube me sugirió un vídeo de Lourdes cantando una versión acústica de una de sus canciones. Había escuchado mucho a Russian Red pero desconocía que fuese Española o cómo era físicamente. Nada más verla pensé que ella era Ramona así que indagué un poco y descubrí que vivía en Los Ángeles y quería ser actriz. Le hice llegar el guion a través de Zeltia Montes, compositora de bandas sonoras que es cercana a mí y que en aquella época también vivía en Los Ángeles. Lourdes se comprometió de inmediato. Yo necesitaba enamorarme de Ramona para poder rodar la película en condiciones y con Lourdes sucedió orgánicamente. Tiene una energía muy especial y es un imán para la cámara: carismática y frágil al mismo tiempo", asegura Andrea Bagney, la directora, que debuta con su primer largometraje, que presentó en Atlàntida Mallorca Film Fest. La película acaba de ser premiada en las tres secciones en las que tenía posibilidad de premio en el Festival de cine de Roma.

Fotograma de la película Ramona
Fotograma de la película Ramona
Cortesía

Lourdes interpreta a una mujer que se acaba de mudar a Madrid con su chico para comenzar de cero. El día antes de su primer casting, conecta con un hombre del que huye para escapar de sus sentimientos, pero el día siguiente (otra vez las malditas casualidades) descubre que ese desconocido es el director de la película del casting.

¿No le resultaría algo espeluznante trabajar con un director algo obsesionado con ella? "No veo un peligro en cómo gestionaría yo la situación. Creo me podría parecer gracioso que estuviera colgado de mí, porque no voy a permitir que pase nada… Si no me interesa, claro. No me parece un peligro por cómo yo estoy colocada como mujer, pero si veo que es una persona cuyo arte no entiendo alguien con cuyo discurso no conecto, no me coloco ahí, por supuesto. Como actriz no me voy a colocar en cualquier contexto. En definitiva: sí que haría una película con un director que estuviera algo fascinado conmigo. Es más: si la fascinación es mutua, mejor que mejor. Además, creo que tiene que haber un proceso de fascinación cuando vas a hacer una película sobre alguien", explica Lourdes.

"No es el personaje, soy yo"

En un post de Instagram, Lourdes Hernández aseguraba que este proyecto le ha cambiado la vida. Su estreno en la gran pantalla sorprende por una naturalidad que confiesa es fruto de haberse "robado a sí misma" todo el rato. "Tiene mucha frescura porque no sé cómo se acercan las actriz a esos personajes normalmente. Aunque he hecho clases de interpretación y he tomado nota de cosas que me parecen interesantes a nivel práctico, a la hora de ejecutar el personaje no me he puesto nada en lo práctico. He dejado que sucediera. Cuando dan el "acción" y te encuentras con la realidad generada, te pasa la vida de Ramona", dice. "Hay mucho de mí en ella, pero el personaje está escrito y toma decisiones que no tomo yo, tiene un trauma que yo no tengo… Yo hablo igual que Ramona porque no he generado un personaje concreto, sino que me he dejado ser, me he regalado a Ramona y Ramona me ha regalado a sí misma”.

Vivir con ansiedad

Su personaje confiesa ser víctima de esa ansiedad que parece acechar a tantas generaciones y de la que resulta en tantas ocasiones imposible escapar. Fuera de la pantalla, cuando le asalta la ansiedad vital, se refugia en el persona y lo mira desde fuera. "Entonces veo a una persona que le gusta vivir. Me miro desde fuera y me dejo ser”, asegura. "Yo he venido a la vida para ser Lourdes, y cuanto más voy identificando quién es ella, más la dejo estar tranquila. Soy una mujer en diferentes momentos de su vida y conquistándose a sí misma", reconoce. 

La película comienza con Bruno y con Ramona inmersos en una de esas conversaciones entre cervezas y azulejos castizos que podrían ser clasificadas como "charlas con las que salvar el mundo", pero ella asegura no ser muy dada a ese tipo de debates. "Yo prefiero hablar de los procesos personales de la gente y de las emociones. Soy una intensa y me gusta hablar de traumas, de psicología y filosofía, porque lo de hablar de actualidad, a mí… Me parece importante hablar de esas cosas, que conste, pero tengo un tiempo limitado y he dejado de juzgarme por eso. Tengo una función concreta en este ecosistema de la sociedad y en este momento concreto. Lo voy a aceptar y voy a dejar de agobiarme con tener un discurso u otro. Se lo dejo a otras personas. Además, para tener un approach hacia algo, como hay tanto ruido, resulta difícil estar conectada con tu intuición para hablar de un tema determinado", asegura. 

Lourdes en un fotograma de la película Ramona
Lourdes en un fotograma de la película Ramona
Cortesía

"Yo le digo sí a la vida y me dejo llevar, pero desde un sitio responsable, porque sé las cosas que he construido y desde dónde lo he hecho. Si veo una oportunidad para conocerme a través de algo, le digo que sí a la vida, pero siempre desde un lugar de autoconocimiento. En muchos momentos he tenido la sensación de separarme de mí misma y de verme desde fuera como me vería mi madre. Me he dado cuenta de que estoy bien, de que todas las hijas que voy a tener soy yo y no me voy a disculpar ya por ello". Boom.

Convertida en la reina del indie castizo, en 2014 se trasladó a Los Ángeles, que marcó un nuevo comienzo para Lourdes Hernández, sin olvidarse nunca de su cara Russian Red. Ahora regresa a Madrid, ciudad que ama y con la que se siente identificada por haber hecho ambas el mismo recorrido. "Está muy gentrificada y ha perdido algo de esa identidad madrileña, pero como llevo tiempo fuera, veo cómo Madrid se ha convertido en otra cosa al tiempo que sigue siendo ella misma. Madrid es una tía muy guay que se está descubriendo a sí misma. Veo que está muy de moda, y pese a que hay muchas cosas que no son madrileñas, me hace gracia que estén. Espero que eso no se coma a la ciudad, que sin duda creo que está en un punto muy dulce y mucho más internacionalizado. Me siento más de Madrid por haber hecho ambas el mismo camino".

Como las historias de las mujeres las estamos contando por fin nosotras, hay una sensibilidad y una apreciación revolucionaria

 "Las mujeres tenemos un momento buenísimo, aunque se me hace raro que haya sido tan tarde. Hay muchas directoras y actrices creadoras, y creo que nos encontramos en un momento en el que las historias de los hombres ya no nos interesan. Como las historias de las mujeres las estamos contando por fin nosotras, hay una sensibilidad y una apreciación revolucionaria", dice antes de despedirnos.

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