Aprender a pesar de la pobreza

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Las 8 chicas becadas este pasado verano en Madrid
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Imagina ocho niñas con sueños, hijas de personas luchadoras, emprendedoras y con buenas ideas. Para esas ocho niñas (para muchas más en realidad) y sus padres la diferencia entre salir adelante y no hacerlo no es ser rico o no serlo, es sencillamente tener acceso a formación académica, poder costearla.

Ayudar a pequeños empresarios a través de becas concedidas a sus hijos e hijas es una forma de facilitar el avance (no solo el sustento) a familias desfavorecidas con talento y proyectos. En este caso concretamente en Colombia.

Hemos querido conocer la historia de ocho niñas que han sido becadas (con sendas becas 'Transformando Realidades') por la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA)  para facilitar el crecimiento de los pequeños negocios de sus padres. Se trata de jóvenes que han terminado el bachillerato o están cursando el último año y que quieren continuar estudiando para colaborar o hacer crecer el negocio familiar.

Ayudar a los padres a través de la educación de sus hijos, esa que ellos no pudieron tener, es un tesoro y da lugar a historias maravillosas como las de estas ocho adolescentes que viajaron este verano a Madrid y con las que tuve el placer y la suerte de charlar. En realidad en ese encuentro de más de una hora la que más aprendió fui yo. Aquí van sus ocho historias.

Luisa Fernanda Reyes y la visibilización de ‘los diferentes’

Luisa Fernanda Bautista Reyes
Luisa Fernanda Bautista Reyes
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La madre de Luisa, Blanca Nubia, es madre de 4 hijos y trabaja como artesana de cerámica en una zona rural del municipio de Ráquira (Boyacá). Lleva casi 20 años trabajando en este negocio junto a su marido. Luisa es su hija mayor y ganadora de una de estas becas. Ella ya hizo una formación básica de auxiliar de Enfermería, pero quiere estudiar Medicina o Enfermería Superior para atender y cuidar de personas enfermas. ¿Qué es lo que le ha hecho elegir esta carrera? "Uno de mis hermanos padece parálisis cerebral espástica y eso me hizo pensar en lo mucho que puedo ayudar a personas en su misma situación. Tener conocimientos para darles una vida mejor a gente que lo necesita me parece lo más bonito que puedo hacer en esta vida", nos cuenta.

Belkys Xiomara Correa, identificar riesgos y evitarlos

Belkys Xiomara Correa Vega
Belkys Xiomara Correa Vega
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Belkys es hija de Blanca, una mujer maltratada. Afortunadamente su madre consiguió separarse y escapar del maltrato físico y psicológico. Ambas mujeres viven solas en una casa que están construyendo ellas mismas, en la zona de Colinas de Bello Montela, en Cúcuta.

Belkys tiene 17 años y desde que terminó educación secundaria imparte clases a niños de su barrio para ayudar económicamente a su madre. Quiere estudiar Pedagogía Infantil. "Con amor y cariño los niños son capaces de superar situaciones como la que yo viví. Por otra parte, también quiero acompañarlos en el paso de la infancia a la madurez, que sean capaces de identificar riesgos, situaciones de alerta y poder actuar en consecuencia y protegerse o proteger a los más débiles".

Kelly Johana Zapata, más que una diseñadora de moda

Kelly Johana Zapata Ortiz
Kelly Johana Zapata Ortiz
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Kelly fue becada en 2020. Su madre Olga Nidia, se dedica a la confección de ropa para mujer y alquiler de vestidos y Kelly se ha convertido en su mejor ayudante.

Ha comenzado sus estudios de Diseño, Gestión de Moda y Textil, en Medellín. "Me enamoré de este mundo en el que yo había crecido. Me involucré y empecé a aprender de lo que mi madre me enseñaba. La Beca ha transformado mi vida, pero también la de mi familia porque hace un año no sabía cómo, dónde y sobre todo con qué medios iba a estudiar. Ya he empezado el segundo curso y estoy aprendiendo muchísimo para poder ayudar a mi madre a crecer y mejorar el negocio", cuenta Kelly. "Quiero potenciar el negocio familiar, ya que mi madre tiene un taller de diseño de modas y de confección y a nivel personal quiero crear una marca de ropa, llegar a muchas personas, poder impactar vidas cumpliendo sueños a quinceañeras".

Alejandra Buitrago, la veterinaria valiente

Alejandra Buitrago Osorio
Alejandra Buitrago Osorio
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Alejandra Buitrago recorría a pie cada día el camino hasta su colegio. Ahora el esfuerzo ha sido recompensado y está estudiando Veterinaria para ayudar a los agricultores, como su padre, y a los ganaderos de su zona. "Siempre me han gustado mucho los animales, pero además siento que formándome puedo aunar pasión y servicio ya que podré ayudar con sus pequeños negocios a personas como mi padre y otros vecinos".

Karen Andrea Sarmiento y el valor de 'hacer las cosas bien'

Karen Andrea Sarmiento Granados
Karen Andrea Sarmiento Granados
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La madre de Karen, Jakeline es agricultora, cultiva y vende guanábana y su pulpa en Aguas Claras. Karen está estudiando Economía. "Me interesé por el por la economía ya que quiero involucrarme en el desarrollo social y quiero crear planes de estrategias y planes económicos para brindar un mejor bienestar a todas las familias de mi comunidad y al negocio familiar de la guanábana". Cuando Karen habla se nota el amor por su tierra, por sus vecinos y por profesionalizar un negocio en el que cree

Vanessa Alejandra González, una futura empresaria internacional amiga de las 'lombrices capitanas'

Vanessa
Vanessa Alejandra González
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Mariela Hernández, madre de Vanessa,  siguiendo la tradición familiar, es productora y vendedora de lombriz capitana, que se usa para la pesca. Ella es la menor de seis hermanas y la única que ha seguido la tradición de sus padres, los abuelos de Vanessa. Vanessa se propone expandir este negocio y para ello estudia Negocios Internacionales. "Mi madre ha tocado a muchas puertas para hacer crecer su negocio pero no ha sido fácil, finalmente consiguió un préstamo para mantenerlo. Yo no quiero centrarme solo en la lombriz, que también, pero quiero atraer turismo de pesca recreativa y poder tener cañas y herramientas que alquilar a los turistas y a quienes quieran practicar este deporte".

Dayana Montenegro, la importancia de la salud mental

Dayana Montenegro Orozco
Dayana Montenegro Orozco
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Dayana está estudiando Psicología, ya que una de sus grandes preocupaciones es la salud mental de las personas. "Mi proceso de estudio fue bastante difícil en el sentido de que me gradué ya hace 3 años, pero no había podido ingresar a la Universidad porque no teníamos los recursos suficientes como para cubrir el costo de la carrera. Gracias a esta beca estoy cursando los estudios".

Dayana tiene muy claro por qué decide estudiar Psicología: "Vi el aumento de suicidios cada día y cómo hay comportamientos que la gente no va a entender y con la psicología podemos entender y comprender la mente, los comportamientos del ser humano. La salud mental es muy importante, quiero ejercerla en mi comunidad, pero también a nivel nacional. Y. quién sabe,  puede que también a nivel internacional".

Ángela Karina Sánchez, la educación como arma para cambiar el mundo

Angela Karina
Angela Karina
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Ángela nos dice que su historia comienza con la historia de su padre, Adolfo Sánchez, padre de 6 hijos que trabaja en su propio taller de soldadura, latonería y pintura en el municipio de Pore (Casanare). A pesar de que la pandemia afectó su negocio por la cuarentena y la restricción en la circulación de materiales, en su taller tiene tres empleados. Gracias a su negocio, mantiene a su familia y a su hija Ángela. "Yo quiero darles a los niños de mi comunidad la educación que mis padres no tuvieron. Los niños necesitan una educación de calidad, en la que se inculquen valores y nuevos métodos de conocimientos para que la sociedad pueda afrontar los retos del futuro".

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