Poco a poco y con horario flexible: la forma que sugieren los expertos a las mujeres con cáncer de mama reincorporarse al trabajo

Volver al trabajo después de un tratamiento largo puede ser duro
Volver al trabajo después de un tratamiento largo puede ser duro
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Volver al trabajo después de un tratamiento largo puede ser duro

En España, se diagnosticarán más de 35.000 casos de cáncer de mama este año, por lo que con estos datos, podemos decir que se trata de uno de los tipos cáncer más frecuentes en nuestro país y el más habitual en mujeres. En el 70% de los casos, se tratará de mujeres con cáncer hormonosensible o luminal, por lo que el tratamiento se alargará de cinco a diez años.

Esta enfermedad supone un gran impacto en la vida de las pacientes, tanto en su entorno personal como en el laboral, ya que, según la doctora Josefina Cruz, oncóloga del Hospital Universitario Canarias (Tenerife), aunque los tratamientos para el cáncer luminal "no son tan agresivos o visibles como la quimioterapia, sí pueden interferir en su vida laboral habitual".

El impacto del diagnóstico y su tratamiento continuado supone un gran reto psicológico al que se le suman los efectos adversos y el seguimiento médico. Por este motivo, más del 95% de las mujeres creen necesario poder solicitar una reducción de jornada tras la baja de enfermedad oncológica, según los datos de una encuesta realizada por la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA).

Joaquín Cayón, profesor de derecho sanitario y secretario general de la Asociación Europea de Derecho Sanitario, asegura que "la legislación actual ampara las consultas médicas de seguimiento o tratamiento. Sin embargo, son necesarias medidas legales que permitan la incorporación progresiva de la paciente a su puesto de trabajo, que las reducciones por baja de enfermedad no sean de la totalidad de la jornada laboral y una mayor flexibilidad y casuística en el tratamiento para poder llegar a un punto intermedio en todo lo que hace referencia al seguimiento y no limitarse exclusivamente a si una paciente está de alta o de baja de manera binaria".

En este sentido, la Dra. Cruz señala que "cada paciente vive la enfermedad de una manera, pero les ayudaría poder llevar a cabo una reincorporación gradual o una reducción de jornada". "A muchas mujeres les da miedo reincorporarse porque no van a poder llegar a hacer el trabajo que requiere su empresa y eso puede ser negativo de cara a su continuidad en la empresa o, incluso que tenga problemas para conservar su puesto de trabajo", destaca la experta.

Catiana Martínez, representante de FECMA, comenta que "el ámbito laboral es, sin duda, uno de los aspectos que más preocupación generan a las mujeres tras un proceso de enfermedad; sin embargo, es importante considerar muchos otros que han sido analizados en nuestra encuesta y que no siempre son abordados. Es el caso, por ejemplo, de los servicios de apoyo social, del acceso a terapias de psicooncología cuando son necesarias…".

La reincorporación al entorno laboral

Los expertos señalan la importancia de volver a la rutina normal y, con ello, al trabajo y al entorno laboral. Según explica Josefina Cruz, cuando vuelven a su entorno laboral "se encuentran mejor, tienen ganas de empezar, pero tienen miedo de poder seguir con su vida laboral y personal, ya que han estado durante un largo tiempo con un tratamiento más agresivo y ahora llevan un tratamiento de mantenimiento, pero que tampoco les permite estar al 100%". 

Y es que, para la doctora, estas pacientes todavía tienen secuelas y tienen mucha inseguridad por no verse como antes. Por ese motivo, en su opinión, "se tendría que contemplar una ley de media jornada, para ver cómo se desenvuelve y cómo se encuentra. Todo esto podría ayudar a que volvieran con más entusiasmo a su puesto de trabajo y supondría una mayor satisfacción tanto para la sociedad como para las pacientes que lo único que quieren es recuperar su vida normal".

El profesor Cayón coincide con la doctora y recuerda que "muchas veces tenemos un enfoque excesivamente medicalizado de la enfermedad, cuando el cáncer tiene un impacto no solo clínico sino también social y, por supuesto, ahí el tratamiento legal juega un papel muy importante". 

Según la encuesta de FECMA, el 97,3% considera esencial contar con apoyo legal ante esta situación y solamente un 24,6% ha recurrido a la ayuda legal. “Este desconocimiento se debe principalmente a la estigmatización de la enfermedad. Nos da miedo muchas veces pronunciar la palabra ‘cáncer’ a nivel mediático. Es importante normalizar el cáncer de mama. Ya no se trata de una patología con el pronóstico de hace unos años, sino que con ella se vive y se convive. Por ello, creo que hay que hacer una segunda transición y tratar de reducir las discriminaciones que todavía se producen por padecer esta enfermedad. Un correcto asesoramiento legal puede ser prestado desde el asociacionismo y puede contribuir, sin ninguna duda, a generar esta nueva realidad que todos necesitamos”, explica el profesor.

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