Quizá alguna vez cenando en un restaurante hayan ido a echarse sal o pimienta en su plato y al coger el molinillo se hayan sorprendido de ver el logo de Peugeot estampado en él. Es mucha la gente que asocia a la firma francesa con la fabricación de coches, pero no todo el mundo es consciente de la historia que tiene la casa del león a sus espaldas, siendo punteros desde 1810 en la fabricación de elementos tan variopintos como sierras, herramientas, miriñaques, molinillos de café, bicicletas, motocicletas, scootes, máquinas de coser…
Corría el año 1812, cuando la familia Peugeot decidió introducirse en la fabricación de sierras y herramientas de mano, su primera incursión fuera de su profesión tradicional de molineros. Estas fueron el origen del león que identifica a la marca desde entonces, un animal que, al igual que sus sierras, destacaba por sus afilados dientes, su resistencia, su flexibilidad y su rapidez. De hecho, el león figura también en el escudo heráldico del Franco Condado, región de origen de la familia.
Dos años después de sus inicios en el sector industrial, la familia Peugeot diversificó su negocio dedicándose a la fabricación de resortes y piezas de relojería, una actividad en la que la marca sigue destacando, como demuestran componentes del reloj de alta gama Pecqueur Conceptual, presentado en 2015, que incorpora diferencial y la complicación ‘GMT’, que permite ver la hora en dos zonas diferentes del mundo.
La moda, una rama exitosa para Peugeot
Más adelante, y siempre atento a las últimas tendencias, Peugeot vio una oportunidad de negocio en la fabricación de la estructura metálica de los corsés, una actividad en la que se inició en 1824. Esta adaptación al mundo de la moda supo aprovecharla también unos años más adelante, desde 1852, con el inicio de la fabricación de miriñaques, lo último en moda en aquella época. El miriñaque consistía en una estructura ligera con aros de metal que mantenía huecas las faldas de las mujeres sin necesidad de utilizar para ello las múltiples capas de enaguas almidonadas, que había sido el método utilizado hasta entonces.
Siguiendo con el mundo de la moda, la familia Peugeot se inició entonces en la construcción de máquinas de coser, que ya empezaban a ser desarrolladas por empresas americanas y británicas, en 1867. Este invento novedoso revolucionaría la vida de los hogares.
Los molinillos siguen vendiéndose actualmente
Pero no sólo dedicaba su tiempo Peugeot a la moda en estos años, la relación duradera de la firma con el mundo de la gastronomía se iniciaba en 1840 con los molinillos de café, molinillos que siguen vendiéndose a día de hoy más de 180 años después, junto con los molinillos para especias. Y es que, tras un primer intento en los años 30, Peugeot decidió incorporar un motor eléctrico a los molinillos de café, lanzándose desde entonces una gran variedad de modelos, especialmente en los años 50 y 60.
Los pimenteros y saleros tan conocidos hoy en día, llegarían en 1874, y a día de hoy siguen gozando de un gran prestigio en el mundo de la alta cocina, por su longevidad y por la precisión de su mecanismo, que permite regular con exactitud el grosor del grano de sal o pimienta. En 1997, el León sorprendió al mundo con la serie Laval, equipada con motores eléctricos. Actualmente, la firma francesa fabrica más de 2,5 millones de unidades anuales de estos productos.
Pero volviendo al siglo XIX, en 1885 desembarcaba Peugeot en el mundo de la movilidad de manera espectacular con el gran Bi, una bicicleta cuya rueda delantera medía 1,35 metros de diámetro. Esta exótica invención cedió rápidamente su puesto a bicicletas con ruedas de idéntico diámetro, que son las que han perdurado en la historia. Cinco años más tarde, en 1890, Peugeot presentó un modelo de bicicleta plegable, muy a la moda en aquel momento, que recibía el nombre de Lion. Esta elegante y robusta bicicleta se declinó en modelos de cuadro recto o con cuello de cisne y se caracterizaban por su bajo peso (22 kilos) en comparación con las bicicletas de entonces.
Las bicicletas Peugeot son otro de esos productos que siguen gozando en la actualidad de un prestigio y una imagen de calidad e innovación que sólo se consigue con el paso de los años y del éxito. Con su participación en el Tour de Francia desde 1905, lograron numerosas victorias, siendo innovadoras en especial en lo que concierne a los cambios de marchas y las transmisiones.
En paralelo, desde 1904, Peugeot iniciaba la producción de motocicletas, donde consiguió distinguirse al batir su primer récord de velocidad, empezando así a edificar un palmarés excepcional de triunfos en las más prestigiosas competiciones del mundo; entre los que destaca el logrado en el Gran Premio de las Naciones de 1924 o los 9 récords del mundo que lograron en 1934. Después de la Segunda Guerra Mundial, la moto cedió espacio a los ciclomotores, que llegaron a principios de los años 60 y cuyo éxito fue fulgurante.
En los años 80 del pasado siglo, la llegada del scooter hizo que Peugeot fuera la primera marca en lanzar un scooter de nueva generación con la carrocería de plástico, en 1982. Esta revolución aceleró el desarrollo del mercado y convirtió este tipo de vehículos de dos ruedas en el modo de transporte urbano por excelencia. Ya en la década de los 90, Peugeot encadenó distintos éxitos con el SV y se convirtió en el primer constructor en comercializar un scooter eléctrico con el Scoot’Elec de 1996.
Pero no paró aquí su aportación al mundo de las dos ruedas, ya que en los años 2000 Peugeot se apoyó en su experiencia automovilística para presentar el primer sistema de frenada con ABS de serie en sus scooters de 125 centímetros cúbicos. Ahora, más de un siglo después del nacimiento de su primera moto, Peugeot es la marca de vehículos de dos ruedas más longeva de las que operan actualmente.
Y por si todo esto fuera poco, no hay que olvidar que, en la década de 1920, la firma del león también se estrenaba en el mundo de los electrodomésticos, con la llegada de lavadoras que estaban pensadas para funcionar con un hornillo a gas o con madera o carbón. Se fabricaron también modelos de gran capacidad pensados para los hoteles. Ya en 1952 se produjo el lanzamiento del Peugimix, un revolucionario instrumento que sería el precursor de los robots de cocina, capaz de realizar 6 funciones: batir, licuar, cortar, picar, mezclar y moler.
Ahora, y desde 2012, el Design Lab de Peugeot continúa realizando ingeniosas y novedosas creaciones, estrenándose con un revolucionario piano, diseñado para Pleyel. Sus formas innovadoras permiten optimizar el sonido, además de permitir al pianista escuchar las notas con precisión y al público ver al virtuoso desde cualquier ángulo. Un año después, volvían a sorprender con la tabla de surf GTi Surfboard Concept, que mezcla madera y fibra de carbono. Así, en su lista de innovaciones podemos encontrar muebles, lámparas realizadas en papel reciclado, lanchas fueraborda o, incluso, el helicóptero H160, en colaboración con Airbus.
Y es que la historia de los automóviles de Peugeot es la que ha hecho de ella una marca conocida globalmente, pero llegar a donde está habiendo destacado en tantos sectores, es lo que realmente sorprende. De las sierras a los coches eléctricos, pasando por los corsés o las máquinas de coser. Una auténtica historia de innovación multidisciplinar.
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