Cómo cambiar el líquido de dirección y escoger correctamente el aceite hidráulico

Un paso importante es elevar el coche para poder trabajar con comodidad.
TOYOTA

En todos los coches, pero más en los de motor de combustión, son determinantes varios líquidos y lubricantes que se encargan de que todos los engranajes funcionen como la seda y que las piezas no acusen tanto el desgaste por uso. Uno de estos líquidos es el de dirección, también conocido como aceite hidráulico. 

Aunque no lo parezca, ya que la tapa del circuito está siempre cerrada, este líquido también pierde sus propiedades y se deteriora con el paso del tiempo. Las principales razones que llevan a cambiar este líquido cada cierto tiempo son sobrecalentamiento, una conducción agresiva o daños en la integridad del sistema y que el aceite que hayamos escogido no cumpla con los requisitos del fabricante y, por lo tanto, se estropee mucho antes. 

Cambiar el líquido de dirección no es un procedimiento excesivamente complejo, aunque sí son necesarias varias herramientas para ello. Los técnicos de Ro-Des explican paso a paso el proceso:

  1. Elevar el coche para poder mover las ruedas libremente y, que así, el sistema se ventile. Hay que utilizar un gato elevador y los soportes adecuados. 
  2. Eliminar el aceite viejo. Puede ser necesario desmontar algunas piezas para acceder al depósito de expansión. Es conveniente tener un recipiente cerca para evitar que la suciedad pase al motor. 
  3. Para extraer el aceite habrá que contar con la ayuda de una jeringa de succión y, de ahí, echarlo directamente a la cubeta que tengamos preparada. 
  4. Hay que asegurarse de drenar los residuos que hayan podido quedar utilizando el líquido nuevo que hayamos comprado y enjuagar el sistema.
  5. Es aconsejable cambiar el depósito de expansión, que cuesta entre 5 y 15 euros para evitar fugas o goteos. 
  6. Incorporar el aceite hidráulico nuevo.

A la hora de elegir el nuevo líquido hidráulico que vayamos a incorporar al sistema de dirección hay una regla de oro a seguir: cumplir al pie de la letra las especificaciones del fabricante que aparezcan en el manual de instrucciones de nuestro vehículo. Solo así nos aseguraremos de escoger la mejor opción para nuestro coche. 

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