La problemática de aparcar los coches en zonas no permitidas se da en las grandes ciudades de todo el mundo. En España lo más habitual es que un agente imponga una multa económica y, en ciertos casos, que se llame a la grúa para retirar el vehículo. Eso sí, hay otros lugares del planeta donde los agentes de la autoridad y los organismos encargados de regular esta materia no son tan 'laxos' como la Dirección General de Tráfico (DGT), como por ejemplo en China.
El gigante asiático se ha convertido en una de las potencias mundiales en el sector de la automoción, tanto en la fabricación de coches como en el apartado control del tráfico. Un ejemplo perfecto de ello son los nuevos dispositivos que se han comenzado a utilizar para retirar los coches que están aparcados en zonas prohibidas, y que desplaza a las habituales grúas a un segundo plano.
El robot que retira los coches mal aparcados en China
Las autoridades chinas han proporcionado a los agentes de movilidad unos robots que permiten retirar el coche que está mal aparcado y trasladarlo a otro lugar que sí esté habilitado para ello, lo que hace que la intervención humana sea mínima. Estos nuevos dispositivos de movilidad hace que las grúas ya hayan quedado obsoletas en el país asiático, aunque no por ello los infractores se librarán de las sanciones.
Además de notificar a los propietarios de los vehículos trasladados que su coche ha sido desplazado, el uso de estos robots no tiene carácter sustitutivo: el conductor que ha dejado el automóvil estacionado en un lugar prohibido seguirá teniendo que abonar una multa de tráfico, además de pagar la debida tarifa de aparcamiento.
¿Cómo funcionan los robots-grúa de China?
El funcionamiento de los nuevos robots utilizados en China como grúa es muy simple: se trata de una plancha con ruedas que se coloca debajo del vehículo que está mal estacionado y mediante un sistema hidráulico eleva al automóvil para trasladarlo al lugar que se desee. Esta plataforma es extremadamente versátil y puede girar sobre sí misma, así como moverse hacia cualquier dirección que le indique el agente a través del control remoto.
Estos robots-grúa todavía no se han implantado en todas las partes de China, sino solo en ciertos lugares del país. Aunque también ha llegado a algún que otro enclave de Europa, lo cierto es que de momento no hay planes para que estos dispositivos aparcacoches se vayan a utilizar de manera extendida en el Viejo Continente, al menos a corto plazo.
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