Probamos el BMW X1 xDrive30e, alta potencia en formato híbrido

  • La versión tope de gama del pequeño SUV alemán luce ‘músculo’ con sus 326 caballos de potencia y una considerable autonomía eléctrica.
BMW X1 PHEV.
Las variantes híbridas enchufables han recibido los mismos cambios estéticos que el resto de la gama. Ahora el X1 es más grande y elegante.
D.P.
BMW X1 PHEV.

BMW cuenta con una amplia oferta de modelos SUV, y en su base está el X1, la variante más demandada de todas ellas. Aunque es el “pequeño” de la familia, hablamos de un todocaminos ahora con 4,5 metros de longitud que, gracias a la actualización acometida en la parte final del año pasado, destaca por una imagen más moderna y elegante que nunca.

Si bien el nivel más alto de electrificación lo protagoniza el nuevo y flamante iX1, también hay disponibles dos interesantes versiones híbridas enchufables con etiqueta Cero de la DGT, la xDrive 25e con 245 caballos y la xDrive30e de 326 caballos, esta última la más potente de la gama y la que hemos probado en esta ocasión.

Al igual que las variantes de combustión, la estética de este X1 queda definida por la gran calandra central, los nuevos paragolpes y las ópticas rediseñadas tanto delante como detrás, y es solo la tapa del punto de enganche eléctrico en la aleta delantera izquierda, que luce la inscripción “electrified by i”, la que marca la diferencia.

Por lo demás, estamos ante un SUV familiar clásico, que con la nueva plataforma y las mayores dimensiones de la última actualización ofrece un importante espacio interior, aunque al ser una versión electrificada el maletero ve recortado su volumen de los 540 a los 490 litros.

BMW X1 PHEV.
Como siempre en BMW, el interior tiene unos acabados exquisitos y un diseño elegante y atractivo.
BMW

Al volante apenas hay diferencias significativas con respecto a cualquier otro X1. El diseño y los acabados tienen el nivel alto habitual de BMW, es sumamente confortable y la posición para conducir es perfecta.

A disposición del conductor hay dos pantallas de 10 pulgadas, una para el cuadro de instrumentos, desde el que se monitoriza el funcionamiento del sistema híbrido, y otra para el sistema multimedia, que ahora está gestionado a través de un software ID8 actualizado y de muy rápida ejecución por el uso de un procesador más veloz que antes.

El sistema de infoentretenimiento está organizado por temáticas y widgets, pero también hay un amplísimo surtido de funcionalidades repartidas en aplicaciones de manera similar a los smartphones.

BMW X1 PHEV.
En la sobreelevada consola central están los mandos que manejan el cambio, el selector de modos de conducción y el regulador del volumen de audio, entre otras funcionalidades.
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El más potente de la gama

Este BMW X1 xDrive 30e está impulsado por un motor de combustión de tres cilindros, 1,5 litros y 150 caballos que mueve el eje delantero y un bloque eléctrico de 130 kW (177 CV) que hace lo propio con el trasero, ya que es un coche de tracción integral. La potencia total del sistema asciende a 326 caballos, y por tanto se convierte en la punta de lanza de la gama en este apartado, ya que se posiciona por encima del iX1 eléctrico (que ofrece 230 kW, el equivalente a 313 CV).

Junto a este binomio hay un tercer elemento fundamental, una batería de 16,3 kWh de capacidad con la que BMW ha homologado hasta 88 km de autonomía eléctrica. Nosotros no hemos llegado a tanto durante nuestra prueba, pero sí hemos recorrido 66 km antes de agotar la batería, distancia más que suficiente para cubrir los desplazamientos medios que se realizan a diario.

Los modos de conducción estándar integrados en la solución My Modes de BMW se denominan Personal (que es configurable), Sport y Efficient, pero se pueden añadir opcionalmente otros como el Expressive o Relax, que inciden en la configuración digital, en la respuesta del coche e incluso en el sonido y la luz ambiental.

BMW X1 PHEV.
Más de 20 pulgadas de pantallas digitales sirven para tener todo bajo control durante la conducción.
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La conducción del X1 híbrido tampoco depara sorpresas en lo que a comportamiento se refiere. Aunque estamos ante un coche de vocación familiar, tipo SUV y que supera los 1,6 metros de altura, la puesta a punto de la suspensión tiene ese punto deportivo que diferencia a los productos BMW del resto. Esta versión híbrida enchufable pesa 360 kg más que la de gasolina, pero ello no compromete para nada su buena respuesta dinámica.

El resto lo pone la tracción total y la contundente respuesta del sistema híbrido en su conjunto, sobre todo cuando se demanda potencia y sale a relucir el elevado par de 477 Nm que tiene disponible. Es un coche suave, progresivo y silencioso en su vertiente eléctrica, y sumamente enérgico cuando saca a relucir todo su potencial.

El cambio, por su parte, es el ya conocido y automático Steptronic de siete velocidades, que además de funcionar con rapidez puede “gobernarse” de forma manual mediante las levas situadas en el volante si se elige esta opción.

BMW X1 PHEV.
Esta segunda tapa en la aleta delantera izquierda es la única diferencia con respecto a las versiones térmicas del X1. 
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Casi como un eléctrico

En relación al consumo, el de combustible puede ser nulo o ínfimo si en el día a día nos manejamos en modo eléctrico, los recorridos son inferiores a los 70-80 km y no abusamos de bruscas aceleraciones. Si la energía eléctrica se agota, tampoco hay que preocuparse demasiado (es la gran virtud de los híbridos enchufables), porque si se hace una conducción normal el consumo medio de gasolina puede estar fácilmente por debajo de los 6 litros a los 100 km, que es lo que hemos registrado nosotros en un recorrido de algo más de 350 km, con el añadido de que la batería se recarga rápido con la propia dinámica del coche para tener un remanente eléctrico casi en todo momento.

Además, si la recuperación de energía se realiza en un punto de recarga eléctrico de 7,4 kW, solo son necesarias solo dos horas y media para completar el proceso, y si es en un enchufe doméstico hablamos de unas 7 horas en total.

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Con hasta 88 km de autonomía eléctrica y 326 caballos de potencia, este X1 es sin duda una opción interesante, pero es también la más cara de la gama.
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Las citadas son las muchas bondades de este BMW X1 xDrive 30e, que como modelo tope de gama del segmento tiene un precio de partida alto, concretamente 58.050 euros. Quien maneje este nivel de presupuesto, no se arrepentirá de adquirir un coche representativo, muy potente y con un tamaño que da juego como vehículo familiar, pero no hay que olvidar que entre los X1 de etiqueta Cero hay dos opciones algo más asequibles como el xDrive25e híbrido de 245 CV, por 55.050 euros, y el totalmente eléctrico iX1, que cuesta 56.400 euros.

La última cuestión tiene que ver con el equipamiento, ya que el X1 goza de una dotación algo limitada de serie, de modo que para sacarle más partido en el plano estético y tecnológico hay que hacer un mayor desembolso: 3.000 euros si se opta por el acabado XLine, 4.000 euros si se elige el paquete deportivo M Sport, 1.992 euros por el paquete Premium o 3.644 euros por el Innovation package… en esto ya manda el gusto y, sobre todo, el bolsillo.

FICHA TÉCNICA

Motor: híbrido, gasolina.

Potencia (kW/CV): 240/326.

Cambio: automático, 7 velocidades.

Largo (mm): 4.500.

Ancho (mm): 1.845.

Alto (mm): 1.630.

Maletero (litros): 490.

Velocidad máxima (km/h): 205.

De 0 a 100 km/h (seg.): 5,6.

Consumo medio (l/100 km): 0,7.

Emisiones CO2 (gr/km): 16.

Precio (euros): desde 58.050 euros.

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