Peugeot y la electrificación, una historia que comenzó durante la Segunda Guerra Mundial

Aunque en la actualidad Peugeot tiene toda su gama electrificada y muchos de sus modelos con variantes 100% eléctricas, su interés por la propulsión sin emisiones se remonta a bastantes más años atrás. Y es que la firma del león ofrece modelos eléctricos hoy en día para todos los gustos, desde vehículos comerciales como el e-Partner, e-Rifter o e-Boxer hasta SUV como el e-2008, sin olvidar los compactos urbanos como el e-208 o familiares como el e-308. Ahora bien, el camino para llegar aquí comenzó varias décadas antes.

El precursor de todo fue el Peugeot VLV, el primer modelo eléctrico de la firma francesa. Nacido durante la Segunda Guerra Mundial y presentado en mayo de 1941, el VLV tenía como meta intentar esquivar las restricciones de combustible impuestas por aquel entonces por las autoridades de ocupación alemanas.

Este mini-cabriolet contaba con cuatro baterías de 12 V, que desarrollaban una potencia de 3,3 CV y que podían recargarse en cualquier enchufe doméstico. Gracias a ellas el VLV tenía una autonomía de entre 75 y 80 kilómetros y ofrecía una velocidad punta de 36 km/h, por lo que era un vehículo puramente urbano. En total se fabricaron 377 unidades del mismo, y en el frontal no lucía el logotipo clásico del león de Peugeot, sino que tenía un rayo. En 1942 las autoridades de Vichy prohibieron su producción, poniendo fin así a su corto periodo de vida.

La década de los 70 y 80, clave

Sin embargo, Peugeot no terminó aquí su historia eléctrica, sino que sólo fue un primer acercamiento. Eso si, tras este, hubo que esperar hasta la crisis del petróleo de los años 70 y 80 para que Peugeot recuperará el interés en la propulsión eléctrica. Esta vez, tomó como base el Peugeot 104 para crear un prototipo con el que se recorrieron 30.000 kilómetros por año. Bajo su carrocería contaba con baterías Alstom, cuyo gran inconveniente era la presencia de plomo. Más tarde, ya en 1982, realizaron con éxito pruebas en 20 unidades del Peugeot 205, abriendo con los buenos resultados el camino al desarrollo de una versión eléctrica del furgón Peugeot J5, de la que se entregaron 50 unidades a la petrolera ELF en 1989.

En 1995, la marca dio el paso más ambicioso en esta materia hasta la fecha, comercializando una versión eléctrica del Peugeot 106. Éste era capaz de alcanzar los 110 km/h de velocidad máxima y permitía cargar su batería hasta un 80% en 2 horas, convirtiéndose en una opción competitiva para entornos urbanos, pese a sus 80 kilómetros de autonomía.

Peugeot

Ya en el siglo XXI, el Peugeot iOn recurrió a las baterías de iones de litio, las mismas que llevan los eléctricos actuales, con el fin de llevas más allá las prestaciones del vehículo eléctrico, subiendo la autonomía hasta los 150 kilómetros. Gracias a esta tecnología, Peugeot trasladó el conocimiento y la mecánica a los vehículos comerciales en 2014 con el Partner Electric, fabricado en Vigo. En 2017, lanzaron el Parnet Tepee, enfocado a un uso familiar y de ocio. De aquí en adelante la electrificación se aceleró y en 2019 llegaba el e-208, encarnando una nueva visión de la movilidad sostenible en la que el cliente puede elegir una alternativa cero emisiones sin sacrificar aspectos importantes como la línea, la habitabilidad o la tecnología. Este e-208 entrega 136 CV.

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El 2008 también entra en una nueva etapa con el lanzamiento de su nueva generación, caracterizada por la nueva imagen de marca y por su variante 100% eléctrica, con un motor eléctrico de 156 caballos y una autonomía WLTP de 406 kilómetros. Más adelante, a principios de 2024, se sumará una mecánica Hybird de 48 V Puretech con 136 CV. Por otro lado, el e-308 incorpora el nuevo motor eléctrico de 156 CV, el mismo que el e-2008, pero su autonomía aumenta ligeramente hasta los 410 kilómetros.

En lo que respecta a los vehículos comerciales, el e-Rifter cuenta con una estética SUV y está disponible en variantes de 5 Plazas Standard o de 7 Plazas Long. Su batería de iones de litio cuenta con una capacidad de 50 kWh, suficientes para darle 280 kilómetros de autonomía. Por su parte, el motor rinde 136 CV. El e-Traveller, por su parte, es un vehículo 100% eléctrico que viene a cubrir las necesidades de confort y espacio interior de particulares y profesionales del transporte de pasajeros. Tiene tres tamaños disponibles; Compact, Standard y Long, y dos autonomías diferentes; 230 y 330 kilómetros. Además, su altura máxima de 1,90 metros permite acceder sin problemas a los estacionamientos subterráneos.