Qué elementos del coche sufren más por el frío del invierno y cómo luchar contra él

Con la llegada del invierno, el frío extremo puede afectar de manera negativa a nuestros coches, especialmente a ciertos elementos a los que habrá que poner más atención. Para lidiar con esto, hay maneras mejores y peores.

Cuando se conduce con nieve, más allá de cadenas o neumáticos de invierno, es imprescindible evitar frenadas y maniobras bruscas para evitar que el coche patine.
Cómo preparar el coche para la llegada del frío y qué elementos vigilar más.
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Cuando se conduce con nieve, más allá de cadenas o neumáticos de invierno, es imprescindible evitar frenadas y maniobras bruscas para evitar que el coche patine.

El invierno ya ha llegado a España, y aunque algo tarde, ya se empiezan a notar las temperaturas propias de la época del año en la que estamos. Cada vez hace más frío y, en este sentido, hay varios puntos del automóvil sobre los que se debe prestar especial atención, ya que son más sensibles a las bajas temperaturas. 

A las bajas temperaturas hay que sumar la lluvia, la nieve, el hielo o el viento propio de esta estación. Todos estos factores contribuyen a que distintas partes del coche sufran más que otras en invierno. Estos son los elementos a los que más atención hay que prestar.

1. La batería

La batería puede fallar, es decir, este elemento del automóvil sufre especialmente con las temperaturas extremas. La demanda de energía es mayor en invierno y el frío puede hacer que deje de funcionar, lo que hará que al coche le cueste arrancar o incluso que no pueda hacerlo.

El invierno es una de las épocas del año donde se realizan más instalaciones de baterías en carretera y a domicilio.

2. Los distintos líquidos

Los líquidos, especialmente el refrigerante o anticongelante, el aceite y el líquido limpiaparabrisas. Es importante utilizar productos específicos para el frío para que, llegado el momento, no se congelen y puedan ser efectivos. Hay que tener en cuenta el importante papel que desempeña el líquido anticongelante durante esta época del año. Su trabajo es conseguir la temperatura óptima para el buen funcionamiento del motor.

3. Los neumáticos y gomas

Los neumáticos también se pueden ver afectados por las bajas temperaturas y es necesario que estén en perfecto estado para hacer frente a las condiciones climatológicas adversas. Se recomienda comprobar que no estén desgastados ya que, en este caso, pierden agarre o adherencia, sobre todo en mojado. La normativa establece que la profundidad del dibujo de la banda de rodadura no debe ser inferior a 1,6 milímetros aunque se recomienda no bajar de 3, sobre todo con suelo mojado. Y es que un neumático desgastado aumenta radicalmente el riesgo de aquaplanning y alarga la frenada de forma alarmante. También hay que revisar la presión y que no tengan bultos o cortes.

Los distintos elementos de goma, como manguitos o juntas, también sufren con el frío extremo, pues sus propiedades se ven afectadas.

4. El parabrisas.

Despertar y ver el parabrisas congelado es muy frecuente en las frías mañanas de invierno, sobre todo si está estacionado en la calle. Por ello, se aconseja utilizar un descongelador de parabrisas específico junto a una rasqueta de plástico. Bajo ningún concepto se debe rascar el cristal con algo metálico porque se puede dañar la luna. Tampoco es recomendable echar agua caliente sobre el cristal porque el cambio de temperatura puede romperlo. Ni echar sal porque araña la luna. También existen productos específicos basados en nanotecnología, como los repelentes de lluvia, que crean una capa que favorece mucho la retirada de hielo.

5. Elementos eléctricos

Cualquier elemento eléctrico puede verse afectado por las bajas temperaturas. Tanto el frío como el calor extremo pueden deteriorar o estropear cualquier elemento eléctrico del automóvil como puede ser el sistema de navegación o conectividad. Por supuesto, esto sucede cuando las temperaturas son especialmente bajas.

Cómo preparar el coche para el frío

¿Qué se recomienda? Lo ideal es estacionar el vehículo en un recinto cerrado por la noche como puede ser un garaje para evitar al máximo las bajas temperaturas. Si no hay otra opción que dejar el vehículo en la calle, se puede cubrir con fundas específicas, sobre todo en las noches más frías. 

Mujer elimina nieve y hielo de la luna del coche.
Mujer elimina nieve y hielo de la luna del coche con una rasqueta de plástico.
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También es importante utilizar productos específicos que aguantan las bajas temperaturas, como el líquido anticongelante o refrigerante apropiado para el invierno. Esto es vital para evitar daños en el motor. Igualmente, hay que contar con el equipamiento necesario para quitar el hielo del parabrisas (descongelador de parabrisas específico y una rasqueta de plástico) y es recomendable que las escobillas no queden en contacto con el parabrisas durante la noche. Se puede colocar una sábana, cartón o una semifunda que cubra todas las ventanillas, dejando por encima los limpiaparabrisas. De esta forma, se evita que se queden pegados por el frío al cristal. 

A la hora de arrancar, se aconseja dejar el motor arrancado durante unos segundos para que todos los líquidos circulen y cojan temperatura.

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