Conducimos el Skoda Enyaq iV, el SUV eléctrico que hará temblar a los de gasolina

  • Estamos ante un vehículo “total” que ofrece buen diseño, mucho espacio y un alto agrado de conducción.
Skoda Enyaq iV.
El diseño del Skoda Enyaq iV se ha cuidado para que sea atractivo y aerodinámicamente eficiente.
SKODA/J.SAINZ
Skoda Enyaq iV.

Aunque la crisis generada por el coronavirus está azotando fuerte al sector de la automoción, hay marcas, como Skoda, que avanzan silenciosamente en la recuperación. Es un silencio humilde, el del trabajo bien hecho, que ha permitido que en lo que llevamos de año la marca haya crecido un 3,5% en el período enero-mayo con respecto ¡a 2019! en un contexto en el que el mercado ha caído casi un 36%. Con eso se dice todo.

Las razones son muchas, pero la principal está en una gama de modelos prácticos y de excelente relación calidad-precio. Ahora, cuando se cumplen 30 años desde que forma parte del Grupo Volkswagen, la marca de origen checo quiere dar un paso más en calidad sin descuidar el concepto que define a sus productos, y el Skoda Enyaq iV, su primer modelo cien por cien eléctrico, es un claro exponente de ello.

Así luce el nuevo Skoda Enyaq iV.

La base de este modelo, por supuesto con etiqueta "Cero" de la DGT, está en la plataforma MEB que el Grupo Volkswagen ha desarrollado para vehículos eléctricos, la misma que los ID.3 e ID.4 de Volkswagen entre los ya comercializados. Es un SUV de casi 4,7 metros de longitud, pero sus equilibradas proporciones lo hacen parecer incluso más grande. Su diseño es imponente, con una calandra frontal opaca (no necesita refrigerar el motor) y un paragolpes muy trabajado aerodinámicamente, como el resto del conjunto. El lateral destaca por la leve caída del techo y unas llantas de gran tamaño (a partir de 19 pulgadas), mientras que en la zaga es el alerón superior, las ópticas, el gran portón y el paragolpes los que dan empaque visual a este SUV.

Skoda Enyaq iV.
Hay varios ambientes disponibles para el interior, que juegan con distintos materiales y colores.
SKODA/J.SAINZ

Espacio aprovechado al máximo

Pero quizá lo que más destaca del Enyaq iV es su habitáculo. Con 2,76 metros de distancia entre ejes, el espacio está aprovechado al máximo, y eso se nota sobre todo en las plazas traseras y en el maletero, que ofrece unos generosos 585 litros de capacidad. Todo ello es gracias a la plataforma, que aloja las baterías longitudinalmente bajo el piso, y a la presencia de un motor muy compacto en el eje trasero.

Junto a ello, el cliente podrá elegir entre siete estudiados ambientes y decoraciones específicas: Loft, Lodge, Suite, Ecosuite, Lounge, Sportline y RS (esta última para 2022). La calidad es alta tanto a la vista como al tacto, y los asientos muy cómodos, como hemos podido comprobar durante la presentación a la prensa del Enyaq iV. El salpicadero está diseñado en tres bloques o secciones, y se combina con diferentes materiales y colores para crear el ambiente deseado. En nuestro caso, el colorido Ecosuite.

Skoda Enyaq iV.
Los asientos favorecen la ergonomía y son muy confortables.
SKODA/J.SAINZ

En el centro, como no podía ser de otra forma, destaca una gran pantalla de 13 pulgadas que en España es de serie en todas la versiones y se convierte en el centro funcional del coche, junto con un cuadro de instrumentos digital de 5,3”.

La gama

La oferta mecánica del Enyaq iV se circunscribe a una combinación entre batería y motor, que da lugar a las diferentes versiones. Así, el modelo “60” incorpora un propulsor de 132 kW (el equivalente a 180 CV) con una batería de 58 kWh, que ofrece 400 km de autonomía.

Le sigue el “80”, que con el motor de 150 kW (204 CV) y la batería de 77 kWh puede recorrer 520 km, y a continuación está el “80X”, que con igual batería y un motor en cada eje consigue una potencia combinada de 195 kW (265 CV), dispone de tracción total y llega a los 470 km de autonomía.

Skoda Enyaq iV.
La pantalla de 13 pulgadas forma parte del equipamiento de serie en todas las versiones.
SKODA/J.SAINZ

A principios del próximo año llegará la versión que corona la gama, el deportivo RS, también con doble propulsor, 225 kW (306 CV) y tracción a los dos ejes.

En cuanto a la recarga de energía, Skoda ofrece de serie tres cables para las diferentes tomas y potencias, y el intervalo de carga, en la variante de batería más grande, oscila entre los 36 minutos en un poste de 125 kW (de 0 a 80% de carga) y las 39 horas en un enchufe básico de 2,3 kW.

Al volante

Como hemos apuntado, la sensación de calidad y espacio es elevada en el Enyaq iV, con un volante multifunción de pequeño tamaño (el mismo que estrenó la última generación del Octavia) y a la derecha, en la ancha consola, un mando rectangular de mínimas dimensiones para la gestión del cambio automático.

La pantalla multifunción es fácil de manejar y se ve todo magníficamente, pero tiene tantas posibilidades que hay que dedicar tiempo para saber dónde está cada cosa. Debajo, eso sí, hay unos útiles mandos físicos que dan acceso directo a algunas funciones principales, como los modos y ayudas de conducción o el climatizador.

Skoda Enyaq iV.
El maletero tiene 585 litros de capacidad y un hueco bajo el piso para alojar los tres cables de carga que equipa de serie.
SKODA/J.SAINZ

La puesta en marcha de este SUV es muy suave y silenciosa. Es una sensación que solo ofrecen los eléctricos, pero sorprende más en un coche grande. En la parte urbana del recorrido se nota que gira mucho y maniobra bien, y ya en carretera percibimos que el coche pesa (son 2 toneladas), pero igualmente tiene un gran desempeño sobre el asfalto, sin apenas balanceos, con un guiado estable y preciso.

En el caso de Enyaq iV 80 probado, la aceleración es rápida pero no entrega la potencia de manera abrupta, ni si quiera en el modo Sport, que lógicamente es la que más sensaciones aporta... y consume. De todas formas, durante la mayor parte de los 100 km de recorrido utilizamos el modo Normal (las restantes son Eco, Comfort e Individual).

Además de la posición “D” del cambio, que tiene tres niveles para la regeneración de energía y se regula mediante unas levas en el volante, hay una “B” para maximizar este aspecto, y comprobamos que así retiene y recarga más cuando levantamos el pie del acelerador, deteniendo bastante el coche. Con todo, el consumo medio fue de 20 kWh, una cifra que está bien para un coche de gran tamaño y en un recorrido con mucho desnivel y virado como el realizado.

Skoda Enyaq iV.
La zaga termina en un prominente alerón superior y las llantas van de las 19 a las 21 pulgadas.
SKODA/J.SAINZ

Precio y equipamiento

El precio oficial del Skoda Enyaq arranca en los 40.500 euros de la versión 60, pero con los descuentos de la marca por financiación y las ayudas máximas del plan Moves III (entregando un coche para achatarrar), se puede adquirir por unos muy competitivos 29.900 euros. La variante más cara, el 80X con tracción total y con acabado deportivo Sportline, el precio se alza hasta los 53.200 euros, 42.600 con descuentos.

Cada una de las versiones tiene unas características que configuran su equipamiento de serie, muy elevado desde la base. Esto se combina con los ambientes interiores, cuyo precio va de los 610 a 1.830 euros (Sportline aparte), y después hay once packs opcionales “temáticos” y en diferentes niveles que fijan la cuantía final.

Entre los elementos de equipamiento hay de todo, como luces matriciales por LED, Head-Up Display con realidad aumentada, cargador y conexión inalámbrica para móviles, climatizador en tres zonas, control adaptativo de velocidad, asistente de carril y control de ángulo muerto, cámara de visión trasera o el navegador, que como promoción se incluye gratis en el lanzamiento. Todo ello, claro, hace que suba el precio de partida pero muchos son recomendables, al igual que aprovechar la actuales ayudas del Gobierno para adquirir un muy convincente Skoda Enyaq iV.

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