Los coches de alquiler son una gran solución de movilidad durante las vacaciones, ya que dan la libertad de movimiento necesaria para desplazarse y conocer diferentes lugares sin tener que preocuparse por horarios de tren, autobús u otros transportes urbanos. Sin embargo, lanzarse a por un coche en esta modalidad puede resultar una sorpresa muy desagradable para los usuarios y, sobre todo, para sus bolsillos.
Las diferentes modalidades de alquiler junto con las coberturas obligatorias o especiales en caso de rotura de lunas o robo del vehículo, sumado a los extras que pueden contratarse y que siempre se cobran, pueden encarecer la factura final aunque el precio inicial pareciera económico o asequible.
De hecho, los cobros inesperados, improcedentes o abusivos han sido la primeras de las razones que han llevado a los clientes ha tramitar reclamaciones, quejas o consultas ante la Organización de Consumidores y Usuarios. La OCU ha informado que en los últimos dos meses y medio, en el periodo estival, han recibido un total de 181 consultas de este tipo. Las causas principales que han motivado este tipo de denuncias han sido:
- Los cobros improcedentes o abusivos. Cargos por presuntos daños no detectados en el momento de la devolución del vehículo, por el servicio de repostaje, por limpieza...
- La obligación de ampliar la cobertura básica del seguro obligatorio o la oferta de la asistencia en carretera o la cobertura a todo riesgo con una franquicia superior a 1.000 euros.
- La falta de información. La información completa del contrato, con todas las cláusulas y excepciones, rara vez se incluye en la hoja de encargo ni se ofrece durante la contratación, lo que obliga al usuario a buscarla en la página web de la compañía.
Aunque este tipo de problemas afectan más a unas compañías que a otras, siempre es muy aconsejable revisar todos los aspectos del alquiler e incluso exigir leer el contrato antes de firmar nada o llevarse el vehículo. Desde la OCU recomiendan revisar el coche con un empleado de la empresa de renting para comprar que no tiene arañazos que luego puedan cargarse en la factura y exigir un justificante con el estado del tanque de combustible.
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