La industria automovilística no consigue levantar cabeza en nuestro país, ya sea por unas razones u otras. Con un horizonte que parece algo más despejado gracias a las vacunas, se abren nuevos frentes, en este caso, como adelantamos hace unos meses, por la falta de componentes electrónicos. Aunque no es exclusivo de la automoción, ya que hoy por hoy la demanda de componentes electrónicos es masiva y global, la cada vez más avanzada tecnología en los coches hace que haya total dependencia de estos elementos.
Sea como fuere, la situación ha obligado a ajustar las plantillas en algunas de las factorías españolas por unos días, semanas o meses. Es el caso, por ejemplo, de Renault en Valladolid y Palencia, que a pesar de la flexibilización de sus turnos se han tenido que programar más de 30 jornadas de parada y, por tanto, ejecutar un ERTE entre sus trabajadores, o el Grupo Stellantis, que en Vigo ha tenido que programar la interrupción de algunos turnos.
También el Grupo Stellantis se ha visto afectado en la planta zaragozana de Figueruelas, teniendo que parar su actividad productiva en varias ocasiones en las últimas semanas.
La situación, que es bastante generalizada, ya venía de antes, y por ejemplo Seat tuvo que ajustar turnos y producción en Martorell con vistas a recuperar el ritmo habitual en agosto, y Mercedes-Benz en Vitoria también ha tenido que cambiar puntualmente su ritmo de producción habitual.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios