Qué ha pasado si el bizcocho no ha subido suficiente

Los bizcochos son una de las recetas más repetidas en la cocina en referencia a la repostería, sobre todo, porque son muy fáciles de hacer, requieren ingredientes sencillos y no se tarda mucho tiempo en elaborar la receta completa.

Sin embargo, uno de los problemas más comunes a la hora de hacer los bizcochos es que estos no suban en el horno, es decir, que la masa no crezca y aumente con el horneado. Esto puede ser provocado por varios errores muy usuales. 

Errores al hacer el bizcocho

Uno de los motivos principales y más obvios por los que el bizcocho no sube cuando se mete en el horno es porque, en la elaboración de la receta, se ha olvidado añadir la levadura o los polvos de hornear, algo muy básico pero que pasa muy frecuentemente. Sin este ingrediente clave es normal que el bizcocho no aumente de tamaño. 

Por el contrario, si sí que se ha añadido la levadura o se ha utilizado una harina específica que ya contiene el impulsor, el problema puede estar, precisamente, en el exceso de levadura. Cuando se añade más polvo de hornear de la cuenta, se consigue el efecto contrario y es muy probable que el bollo no suba. 

Otra razón por la que puede producirse este problema es que no se han batido correctamente todos los ingredientes, un paso fundamental para introducir aire en la masa, un factor que hace posible que, cuando se mete en el horno, crezca. 

Igualmente, si la masa es demasiado líquida o muy consistente y espesa es normal que el bizcocho no suba en el horno. Encontrar ese punto medio en la masa es fundamental, para lo que es recomendable seguir una receta de confianza donde se muestren todos los ingredientes y sus cantidades. Si la masa sigue quedando muy espesa o líquida, se puede añadir más leche o harina, respectivamente.

Respecto a esto, un truco muy utilizado para que los ingredientes se fundan bien, no queden muy compactos y el bizcocho suba en el horno es tamizar la harina antes de mezclarla con otros ingredientes. Además, esto ayudará a que el bizcocho quede mucho más esponjoso. 

Por último, a la hora de meterlo en el horno, este tendrá que estar precanlentado, la masa introducida en un molde que se ajuste al tamaño de la receta y, sobre todo, activar el calor arriba y abajo, no solo por uno de los lados.