El ser humano es un animal de costumbres y eso se suele reflejar en la nevera y en cómo la organizamos. Normalmente colocamos siempre los mismos productos en los mismos sitios, pero puede que lo estemos haciendo mal.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que depende del Ministerio de Sanidad, ha publicado una guía en la que ofrece consejos sobre cómo debería estar organizado tu frigorífico.
Según la guía lo primero de todo es mantener limpia la nevera. Hay que limpiarla a fondo al menos una vez al mes. Además, se deben mantener separados los alimentos crudos de los cocinados.
Es conveniente leer las etiquetas para conocer las condiciones de conservación de cada alimento y las fechas de caducidad y/o consumo preferente, antes de proceder a la organización.
Hay que empezar de arriba a abajo: En primer lugar, los alimentos cocinados o listos para el consumo. En un segundo nivel, carnes y pescados crudos. En el tercer escalón, frutas y verduras (ponlas en el cajón de la nevera).
En cuanto a su situación en lo profundo, sitúa delante los alimentos que tienes que consumir antes. Por último, descongela los alimentos en los niveles inferiores de la nevera.
Otros consejos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición son almacenar los alimentos siempre en recipientes cerrados y refrigerar o congela los alimentos cocinados lo antes posible. Si los separas en porciones se enfriarán antes. También recomiendan poner etiquetas con la fecha para saber cuándo se prepararon.
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