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¿La tiranía de Chris Froome?

El ciclista británico Chris Froome celebra con el vizcaíno David López su victoria en el Tour de Francia 2013 al cruzar la última línea de meta, en los Campos Elíseos de París.
EFE

Cuando Alberto Contador ganó su primer Tour de Francia, en 2009, tenía 24 años (cumplía los 25 en diciembre) y su edad llevó a muchos a cuestionarse, en un ejercicio con más de especulación mediática que otra cosa, si el pinteño podría mejorar las cinco victorias consecutivas de Miguel Indurain o, incluso, en otro giro de tuerca, si podría batir los siete éxitos seguidos de Lance Armstrong. Su juventud alimentaba la proyección, porque la madurez de un ciclista, el momento en el que alcanza su plenitud mental y física, abarca desde los 27 o 28 años aproximadamente hasta los 32.

Con el triunfo de Chris Froome en la edición del centenario del Tour de Francia, y con la renta de más de cuatro minutos sobre el segundo clasificado, se ha reabierto esta vía. ¿Cuántas ediciones del Tour puede ganar? ¿Marcará una época? En su edición del lunes, el diario The Guardian titulaba poéticamente: "El cielo es el límite para Chris Froome". Es una constante. Una rueda que gira y gira. Y un futuro que aún está por escribir y en el que dependen muchos factores, incluso también extradeportivos. "Es algo que no puede saber nadie", indica el madrileño-abulense Carlos Sastre, ganador del Tour de Francia en 2008. Y añade: "Lo que sí es cierto que ya es historia, porque ganar lo que ha ganado él esta temporada no es fácil . De alguna forma marca un hito, porque mantener ese nivel durante todo un año no es en absoluto sencillo. Y durante más de un año, más difícil aún. O cambia la planificación o la forma de correr o yo lo veo difícil porque hay que tener muy en cuenta todo el desgaste mental y físico". "No creo que un ciclo largo al estilo de Indurain o de Armstrong, pero sí durante unos años al menos siempre estará ahí", dice Igor Antón, ciclista del Euskaltel tras "padecerlo" durante estas tres semanas.

Una teoría, la de la plenitud entre los 27 y los 32, que suele cumplirse, pero que tampoco es una verdad absoluta. Y no lo es porque en una carrera deportiva influyen muchos factores. "Mira yo", ríe Sastre, quien subió al podio en los Campos Elíseos con 33 años; "aunque en mi caso me sacrifiqué durante muchos años para otros y eso no me dejó tener esa oportunidad antes". El ciclismo en sí está lleno de excepciones. El italiano Damiano Cunego ganó un Giro de Italia (2004) con 22 años  y nunca volvió a destacar así en una general sobre tres semanas.  El suizo Tony Rominger, profesional tardío, encadenó tres ediciones de la Vuelta a España (1992-1994) entre los 31 y los 33 y ganó un Giro (1995) con 34. El alemán Jan Ullrich, tras brillar en el Tour de 1996 y acabar segundo tras Bjarne Riis en el que era su debut en la ronda gala, ganó la edición de 1997 con 23 años y parecía que llegaba una nueva era. Y llegó, aunque con Lance Armstrong. En el caso de Contador, que ha ganado oficialmente dos Tour, ya fue desposeído de su triunfo en la edición de 2010, sí se ha cumplido una proyección: oficialmente tiene más que Armstrong después de la anulación de las siete victorias vivida por el tejano.

Recurramos a los cuatro corredores que más victorias acumulan en el palmarés del Tour. A Miguel Indurain la victoria en su primer Tour de Francia le cogió con 27 años recién cumplidos, aunque inició la edición de 1991 con 26, dos menos que Chris Froome. Al francés Jacques Anquetil, el primer corredor que sumó cinco éxitos en el Tour, el primer triunfo le llegó con 23 años. Al belga Eddy Merckx, con 24. Al también francés Bernard Hinault, con 23. Salvo Indurain, Anquetil, Merckx e Hinault ganaron el Tour de Francia en el año de su debut en la ronda gala. Merkcx, eso sí, había vencido el Giro de Italia un año antes y dos había sido campeón mundial. Hinault, ese mismo año pero unos meses antes había triunfado en la Vuelta a España. "Froome es un líder sólido y nervioso, al menos en este Tour, y eso puede jugarle malas pasadas en el futuro", considera Sastre. "Es un ciclista diferente, ha roto con un prototipo por esa forma tan particular de moverse y de pedalear. Es un fondista, pero yo diría que tiene genética sobre todo escaladora", comenta Antón.

"Es imposible decir cuántas ediciones del Tour va a ganar Chris, pero tiene todos los atributos físicos y mentales para poder ser competitivo en esta carrera, si nada cambia drásticamente, durante bastante tiempo. No está todavía en su mejor momento, seguro, él aún puede llegar a una mejor condición física de lo que está ahora”, considera David Brailsford, el jefazo del equipo Sky. Y añade: "Para alguien al que se le acusa de ser un tramposo, como él ha sido, con veneno a veces, y la forma en la que se ha comportado ha sido absolutamente de primera clase. Él no ha estallado, ha sido paciente y tolerante, y entiende por qué algunas personas pudieron ser venenosas hacia su persona".