Doctor Íñiguez: "Que cada persona decida si quiere hacer un pacto para vivir más años con mejor calidad de vida"

-¿Hasta qué punto es importante el ejercicio físico para una buena salud cardiaca?Es un parte esencial. Condiciona la respuesta del organismo, que hace que los mecanismos de inflamación se controlen, que las articulaciones funcionen adecuadamente, y que se produzcan los cambios metabólicos y hormonales para un mejor funcionamiento y salud. Eso sí, siempre con un ejercicio físico adaptado a nuestra preparación.

-¿Dónde está ese límite de lo sano o insano? ¿Se puede cuantificar?La mejor forma de cuantificar la determina el déficit de oxígeno, la aerobiosis, porque es ahí, cuando se encuentra en ese estado, cuando solo se pueden esperar perjuicios. Eso se puede determinar fácilmente con una prueba de esfuerzo, de consumo miocárdico de oxígeno. Pero esta aerobiosis es muy variable dependiendo del nivel de entrenamiento de la persona.

-¿Qué actividades son las más adecuadas y beneficiosas desde el punto de vista cardiaco?Salvo que especifiquemos e indiquemos el nivel de entrenamiento de forma personal, se recomienda como elemento cardiosaludable caminar entre 45 minutos y una hora todos los días a buen paso, porque en ese caso nunca se supera el nivel de aerobiosis, y, por tanto, cualquier persona está facultada para realizarlo.

​En competiciones que ya requieren un entrenamiento específico, conviene cuantificar el nivel de entrenamiento y cuál es su umbral de aerobiosis personal para recomendarle que no pase de un determinado nivel. Dentro de ello, no incurriendo en el déficit de oxígeno, se puede elegir el deporte o actividad que prefiramos, siendo siempre recomendables los que implique fuerza y desplazamiento.

-¿Qué pruebas debería realizarse cualquier persona antes de ponerse a entrenar o afrontar un reto como una carrera de 10 kilómetros en adelante?Tan importante es que una persona entrenada sepa su nivel máximo como que una persona no entrenada sepa su situación, sus condiciones y no se adentre en un ejercicio al que no está adecuado.
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​Una persona que participa en la carrera de 10 kilómetros del 1 de octubre en la Carrera del Corazón, tiene que estar entrenada y adecuada a estas distancias. En cambio, la marcha de 4,5 kilómetros es una caminata que, a buen paso, la puede realizar cualquier persona, siempre y cuando no tenga problemas osteoarticulares que le limiten la funcionalidad. Con las carreras infantiles sucede similar, porque se adapta a la perfección a la edad y a las circunstancias de cada participante. En la Carrera Popular del Corazón todos tendrán su momento.
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​Evidentemente, cuando mayor sea el desafío, más importante es la necesidad de una prueba de esfuerzo para determinar nuestros límites.

-¿Nos cuidamos todo lo que debemos? ¿Desde el punto de vista del ejercicio, de la alimentación, de la vida diaria?Tenemos una sociedad que no ha sabido controlar los factores de riesgos que conducen a la enfermedad cardiovascular, y que no ha sabido implementar hábitos cardiosaludables en cuantía suficiente.
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​A ello responden las acciones que lleva promoviendo la Fundación Española del Corazón (FEC) desde hace 55 años, la última de las cuales es ‘PACTOS por tu corazón’, que pretende concienciar al ciudadano para prevenir el riesgo cardiovascular. Cada letra equivale a un aspecto a mejorar: P de presión arterial, A de alimentación, C de colesterol y contaminación, T de tabaco, O de obesidad y S de sedentarismo y salud emocional.

¿Qué recomendación hace a todos ciudadano que quiera cuidarse?Que realicen un pacto por su corazón. Que decidan si quieren hacer un pacto para vivir más años con mejor calidad de vida o vivir menos años con peor calidad de vida. Se tienen que dar pequeños pasos en favor de la salud cardiovascular, entre ellos, el fomento de la actividad física y evitar el sedentarismo en todas sus formas.