Fútbol

El fútbol medieval vuelve a tomar los bosques de Ashbourne

La ciudad de Ashbourne, en el centro de Inglaterra, ha vuelto a congregar a cientos de personas para jugar el tradicional partido de fútbol medieval, como se ha venido a bautizar esta peculiar disciplina en la que se mezclan reglas que recuerdan a varios deportes. 

Los participantes tienen que llevar el balón a la portería contraria, con un matiz fundamental que le diferencia del balompié tradicional: las porterías están a casi cinco kilómetros de distancia, con un bosque en medio. 

Este partido, que se celebra entre el martes de Carnaval y el miércoles de ceniza, enfrenta a los 'Up'Ards' (nacidos al norte del río Henmore) contra los 'Down'Ards' (nacidos al sur). Para que un gol cuente como tal, la pelota, que está rellena de corcho para que flote, tiene que llegar hasta el molino del equipo rival, que está a una distancia considerable. Para llegar pueden usar campos, calles, aparcamientos, ríos y todo lo que se encuentre entre un campo y otro, dado que los límites de la cancha son enormes. 

En la edición de 2020, los Up’Ards ganaron gracias al gol de Tom Leighton.