Shogun sorprende cada vez más a medida que su trama avanza con la emisión semanal de los nuevos capítulos. A estas alturas, la ficción de Disney+ basada en la novela de James Clavell ya ha alcanzado la mitad de esta primera (y posiblemente única) temporada, y lo ha hecho con el mejor episodio hasta la fecha.
En esta historia ambientada en el Japón feudal, Hiroyuki Sanada encarna a Yoshii Toranaga, un señor enfrentado con sus enemigos del Consejo de Regentes. Ellos le acusan de intentar acumular todo el poder de la nación, cuando el cometido de la regencia es preservar la paz y la estabilidad hasta que el heredero del Taiko (el anterior gobernador del país) cumpla los 16 años.
La suerte de Toranaga cambia con la llegada de un misterioso barco europeo que aparece abandonado en la costa. Su patrón inglés, John Blackthorne (Cosmo Jarvis) tiene secretos que podrían ayudar al noble a tener la suerte de su lado y que terminarían con la influencia que los jesuitas y los mercaderes portugueses ejercen en el territorio. El destino del señor feudal y del marinero extranjero queda ligado al de su traductora, Toda Mariko (Anna Sawai), la última mujer de un linaje caído en desgracia.
Disney+ ya ha emitido cinco de los diez episodios con los que contará Shogun. El último hasta la fecha, llamado La mano que nos amaestra, ha sido el mejor con diferencia. En 56 minutos de metraje hemos tenido tensiones amorosas, desastres naturales y la llegada de personajes que serán decisivos para la guerra y el futuro de Japón. Si todavía no has visto el quinto episodio, debes saber que a continuación habrá SPOILERS.
'Shogun': un ecuador apoteósico
El caldo de cultivo del conflicto que definirá el destino de la nación lleva tiempo preparándose. La llegada de Blackthorne puso todo patas arriba, ya que pasó de ser un bárbaro a ojos de los japoneses a un personaje clave para la batalla que se librará. Yoshii Toranaga logró escapar de Osaka, donde estaba retenido por el Consejo de Regentes a la espera de ser juzgado por una supuesta traición. En su huida forma una alianza con el inglés, al que nombra hatamoto, un samurái al servicio del shogun. Toda una declaración de intenciones respecto a lo que pretende recibir del extranjero y sus pretensiones como futuro gobernador del país.
Durante todo este tiempo, la complicidad entre Blackthorne y Mariko, su traductora, ha ido en aumento, hasta el punto de que mantuvieron relaciones sexuales en el cuarto episodio. Sin embargo, el regreso de Buntaro (Shinnosuke Abe), el esposo de Mariko al que se creía muerto, pone todo patas arriba. Inmediatamente surge una rivalidad entre el samurái y el extranjero.
Las tensiones entre ambos son el eje del capítulo. Se manifiestan en la escena magistral de la cena en casa de Blackthorne. Allí se muestran las conductas abusivas y maltratadoras de Buntaro, que humilla a su esposa Mariko y le obliga a revelar su pasado. La traductora es en realidad la última de un linaje caído en desgracia por la traición de su padre, que asesinó al regente anterior al Taiko. Toda su familia fue condenada a muerte salvo ella, que cada año suplica a su marido la autorización para cometer seppuku (ritual de suicidio por desentrañamiento), pero este siempre se lo deniega y le obliga a vivir.
El inglés se indigna al contemplar cómo Buntaro trata a Mariko, pero no será la única vez que pierda los papeles. La segunda llegará tras la ejecución de su jardinero, al que las autoridades ajusticiaron tras incumplir las órdenes y retirar un faisán muerto del jardín. Esto provoca que el marinero acuda a Toranaga. Reclama que ha terminado con su labor de instruir al ejército en el uso de artillería y artes de combate europeas, y pide regresar a Inglaterra con su tripulación. En ese instante, un terremoto de mucha intensidad destruye parcialmente las tierras de Toranaga y acaba con parte de su ejército, pero el señor feudal y el resto de protagonistas salen con vida.
Pero el verdadero punto de inflexión llega al final del capítulo. En Osaka, Ishido Kazunari (Takehiro Hira), principal adversario de Toranaga, recibe en su castillo a Ochiba-no-kata (Fumi Nikaido), la madre del heredero al trono y viuda del Taiko. Esta visita manifiesta que ha decidido ponerse del lado de los regentes, y que está dispuesta a pasar a la acción. "El tiempo de la política ha llegado a su fin. El Consejo responderá ante mí", ordena la poderosa mujer.
Solo queda esperar a que comience la guerra. La ejecución del mensajero de Ishido por parte del hijo de Toranaga fue más que suficiente para iniciar el conflicto, pero el posicionamiento de Ochiba ha sido la gota que colma el vaso. Lo que nos espera en la segunda mitad de Shogun probablemente sea de vértigo, y termine de consolidar a la serie como una de las mejores de 2024 y de los últimos años.
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