¿Qué pasa con ‘New Amsterdam'? ¿Por qué es tan adictiva?

No es la mejor serie de hospitales que hayas visto pero no se baja del top 10 de Netflix. ¿Cuáles son las claves de su éxito?
Una escena de 'New Amsterdam'
Una escena de 'New Amsterdam'
Cinemanía
Una escena de 'New Amsterdam'

Que una serie pase antes por Antena 3 sin pena ni gloria y luego llegue a Netflix y arrase es casi una tradición… Lo de La casa de papel fue abrumador. Pero claro, el público consume series de una manera voraz y la televisión tradicional no puede igualar la facilidad de Netflix para el hipnotismo delante de la televisión. No quiero ni pensar qué ocurriría si la plataforma de VOD comprara los derechos de las series turcas Mujer o Mi hija que sí que lo están petando en el canal de El hormiguero.

En cualquier caso y de manera más velada New Amsterdam también pasó después de Antena 3 por Amazon Prime Vídeo y tampoco destacó entre el catálogo de esta aplicación.

Ha sido en Netflix donde esta serie ha llegado al podio y ningún otro contenido consigue levantarle las primeras posiciones.

¿Por qué? ¿Qué pasa con esta serie? 

Es una serie de hospitales

Una escena de 'New Amsterdam'
Una escena de 'New Amsterdam'
Cinemanía

No hay mucho que añadir. Es un motivo de peso para empezar a analizar el fenómeno. Los hospitales de ficción han encontrado su hábitat natural en televisión. Nadie se acuerda de William Hurt interpretando al doctor Jack Mackee en la fantástica película de Randa Haines, pero preguntemos por Shaun Murphy (The Good Doctor), por el Dr. House, por Mark Greene (Urgencias) o por la doctora Meredith Grey… Estos personajes son casi de la familia.

Los hospitales son adictivos. Es fácil empatizar con los pacientes porque todos lo hemos sido. Todos hemos perdido a alguien en algún hospital. Todos hemos estado en esos pasillos y hemos vivido historias allí.

Y qué decir de la adrenalina que provoca observar cómo la vida de alguien depende de los aciertos de otro ser humano. Brutal.

En concreto, New Amsterdan cuenta la historia de un hospital público de Nueva York cuyo nombre da título a la serie y de un joven doctor que llega de nuevas para cambiar las cosas, el Dr. Max Goodwin (un nombre destinado a clavarse en tu memoria).

Goodwin será el nuevo director médico y llega con ganas de saltarse la burocracia y dar a los pacientes una atención excepcional.

Un personaje construido a base de matices muy humanos pero con textura de superhéroe. No acepta un no por respuesta y es capaz de atender en un mismo pasillo a enfermos de ébola y al Presidente de los Estados Unidos de América. 

Un reparto muy variado

Una escena de 'New Amsterdam'
Una escena de 'New Amsterdam'
Cinemanía

Otro punto fuerte de New Amsterdam es que usa los estereotipos de siempre pero con convicción e inclusividad. Así que tenemos un elenco multirracial estupendo en el que elegir a nuestro personaje favorito y… ojo, mujeres negras ocupando altos cargos dentro de la gestión del hospital.

A todo esto le sumamos que los pacientes son también de todas las clases sociales lo cual nos garantiza un retrato bastante amplio de la sociedad americana y en concreto de la ciudad de Nueva York.

Nada que no haya hecho antes Urgencias con Chicago, pero sigue siendo reseñable y está claro que el público es más fiel en cuanto se amplía el espectro social, se le cede terreno al realismo y se propone un abanico amplio de personajes para elegir el que más te representa. 

La importancia de la salud mental

Una escena de 'New Amsterdam'
Una escena de 'New Amsterdam'
Cinemanía

No es casualidad que desde hace unas semanas estemos escuchando en el congreso a cada vez más políticos hablando de la salud mental.

Cada vez es más común pasar por enfermedades relacionadas con la ansiedad, la depresión… Vivimos abrazando el estrés. Tenemos las expectativas vitales por las nubes. Las empresas nos exprimen camuflando la explotación con frases motivacionales.

Y de repente entra New Amsterdan en el catálogo de Netflix poniendo el foco en la salud mental de los pacientes y también del personal sanitario. Los espectadores viven sus miedos a través de la pantalla y tienen la posibilidad de usar las tramas de los distintos personajes como una especie de tratado de autoayuda para superar sus propios problemas.

Nunca deberíamos subestimar la forma en la que la ficción consigue cambiarnos o empujarnos a tomar decisiones. 

Saltarse las normas

Una escena de 'New Amsterdam'
Una escena de 'New Amsterdam'
Cinemanía

El doctor Max Goodwin ha llegado a nuestras vidas para saltarse las reglas establecidas. ¿Hay algo más sexy?

Subimos la apuesta. El Dr. Max Goodwin ha llegado a nuestras vidas para saltarse la burocracia en beneficio del paciente. ¿No es esto el sueño húmedo de todos nosotros? ¿No es esta la fantasía definitiva de todos los que formamos parte activa de la sanidad pública?

Imaginad que dáis con una doctora, doctor, enfermero, enfermera que le de a vuestro problema la máxima prioridad. ¿No os enamoraríais inmediatamente de esa persona?

Esto no va a pasar en la realidad, claro. Pero ahí tenéis Netflix para sentaros y suspirar mientras sois testigos de cómo al menos un equipo de sanitarios se rebela contra el papeleo. Es ficción, pero qué gustito da. 

Salseo

Una escena de 'New Amsterdam'
Una escena de 'New Amsterdam'
Cinemanía | NBC

El ingrediente estrella de toda ficción hospitalaria. Bien de culebrones. Bien de dramones personales.

Aquí Anatomía de Grey es la reina de las series pero New Amsterdam no se queda atrás en absoluto dando una alta prioridad en sus tramas con un retrato muy íntimo de las historias que hay detrás de cada médico. Sus miedos, sus aciertos, su vulnerabilidad ante las dificultades…

Las tramas personales y las relaciones entre ellos se van desenvolviendo primero disimuladamente y luego de manera bastante más obvia para funcionar como auténticos ganchos y provocar la adicción que ha conseguido que esta serie que adapta el best seller de Eric Manheimer, 12 pacientes: vida y muerte en el Hospital Bellevue sea un auténtico éxito. 

Pero 'New Amsterdam' no pasará a la historia

Una escena de 'Urgencias'
Una escena de 'Urgencias'
Cinemanía

A pesar de todas sus virtudes New Amsterdam tiene muy difícil pasar a la historia de las series hospitalarias por sencillas razones.

Técnicamente es imposible ponerse a la altura de Urgencias. La obra maestra de Michael Crichton es una de las series mejor rodadas de la historia, sus planos secuencia marcaron la forma de hacer televisión, los guiones, el realismo con el que se impregnaba cada plano repleto de vida, de trabajadores del hospital, pacientes, pasillos llenos, desorden, adrenalina y un elenco en estado de gracia que valen cada uno de los capítulos de sus 15 temporadas.

En su faceta más telenovelesca también será imposible superar a Anatomía de Grey, esta serie lo ha inventado todo en lo referente a mezclar trabajo con vida personal. Cualquier giro dramático que se te ocurra ya lo ha escrito Shonda Rhimes para su show.

Y en cuanto a lo de tener un protagonista singular ya hay unas cuantas series que le ganan la partida a New Amsterdam. House es un mito de la televisión y actualmente nadie puede competir con The Good Doctor y su protagonista con autismo y síndrome de Savant.

A pesar de todo nada puede impedirnos sentarnos a disfrutar de uno de los placeres más inocuos y emocionantes del mundo… Una buena serie de hospitales. 

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