Cuando Tolkien Estate, la organización que gestiona el patrimonio de J.R.R. Tolkien, anunció en 2017 que ponían los derechos de adaptación de la obra del escritor a disposición del mejor postor, esa liberación de una jugosísima propiedad intelectual se sintió en el agua, se sintió en el aire y se olió en el aire.
Comenzaba nueva batalla por la Tierra Media y esta vez se dirimiría en medio de otra gran guerra en curso: la de las plataformas de streaming por la supremacía. Amazon Prime Video logró imponerse al resto de competidoras ansiosas de portar el Anillo Único de una nueva adaptación tolkieniana, y la superproducción de El señor de los anillos: Los anillos de poder ha sido el resultado; la serie más cara de la historia.
Ahora que la primera temporada de Los anillos de poder se acerca a su final y las cámaras se preparan para empezar a rodar la segunda (que ha cambiado su base de producción de Nueva Zelanda a Reino Unido por razones presupuestarias), en un reportaje de The Hollywood Reporter hemos conocido más detalles sobre la lucha de pujas y propuestas que se desató entre todas las plataformas de streaming para conseguir los derechos.
Fuentes cercanas a aquel proceso cuentan que Netflix acudió con una ambiciosa propuesta que seguramente no te sorprenderá: crear un universo compartido compuesto por varias series distintas, que girarían en torno a personajes muy conocidos por el público como Gandalf o Aragorn. Es decir, la hoja de ruta de Marvel que tantos intentan replicar desde Los Vengadores.
Al parecer, un plan con tantos variables asustó a los propietarios de los derechos. Tampoco les convenció la propuesta de HBO. Conscientes de las pegas que Christopher Tolkien (el hijo del escritor, quien falleció en 2020) había puesto a las decisiones de adaptación llevadas a cabo en la exitosa trilogía cinematográfica de Peter Jackson, ofrecían volver a contar la historia de la Tercera Edad, Frodo Bolsón y el Anillo Único. Tampoco convencieron.
La jugada ganadora de Amazon
Según estos testimonios, lo que se ganó al Tolkien Estate de la propuesta de Amazon no fue solamente el dinero que estaban dispuestos a pagar (el sostiene que queda unas decenas de millones por debajo de la astronómica cifra de 250 millones de dólares de la que habitualmente se habla; en realidad, esa habría sido la oferta de Netflix), sino un detalle clave: el compromiso de una relación cercana con los herederos durante el proceso creativo que garantizaría su protección del legado de Tolkien.
Una vez alcanzado el acuerdo fue cuando entró en juego la propuesta concreta de J. D. Payne y Patrick McKay, creadores de Los anillos de poder. En la mejor tradición de los pitch de ascensor de Hollywood que tienen que ser capaz de resumir la esencia de un proyecto en apenas unos segundos, lo que ofrecieron fue contar a lo largo de cinco temporadas los acontecimientos narrados en los primeros cinco minutos de La comunidad del anillo de Jackson.
Y nació el proyecto de Los anillos de poder ambientados en la Segunda Edad, miles de años antes de El hobbit y El señor de los anillos, en un mundo reconocible, con decenas de personajes nuevos pero también algunos conocidos gracias a la inmortalidad de los elfos. Así es como ese elogiado prólogo narrado por Galadriel (Cate Blanchett) ha acabado convirtiéndose en la serie protagonizada por Galadriel (Morfydd Clark). La serie más cara de la historia.
¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios