La historia turbia de la familia Murdaugh, los protagonistas de la nueva miniserie de Netflix

Entre asesinatos, estafas y accidentes de barco, el documental 'Los Murdaugh: Muerte y escándalo en Carolina del Sur' recoge uno de los casos más sonados de la crónica negra de EE UU.
La historia turbia de la familia Murdaugh
La historia turbia de la familia Murdaugh
Cinemanía | Nicolás Gómez Sañudo
La historia turbia de la familia Murdaugh
Claves e incógnitas del juicio Murdaugh, el mediático caso que sacude EE UU

En 2018, el ama de llaves Gloria Satterfield fallecía trágicamente en el hogar de Alex Murdaugh, uno de los hombres más poderosos de Low Country, una región situada en Carolina del Sur (EE UU). Procedente de una estirpe de abogados, que durante tres generaciones controló la oficina del fiscal del distrito 14, nadie dudó de su palabra cuando su círculo apuntó a un supuesto tropiezo, que habría desembocado en la inesperada tragedia. El acuerdo con los hijos de la fallecida, por una cifra de 4,5 millones, daría carpetazo al proceso jurídico, pero pondría el foco en Murdaugh. 

Durante los siguientes años, el letrado se vio involucrado en casos de muertes extrañas, fraudes, drogadicción e incluso el asesinato de su mujer y su hijo. Una serie de circunstancias que encontraron realmente su detonante en la muerte de Mallory Beach en un accidente de barco, que supuestamente conducía Paul Murdaugh, el hijo pequeño de Alex, al que presuntamente asesinaría unos años después. 

Ahora, la miniserie de Netflix  Los Murdaugh: Muerte y escándalo en Carolina del Sur cuenta a través de tres episodios la historia del exabogado, centrándose en el asesinato de sus seres queridos, del que fue acusado y cuyo juicio aún continúa abierto. Una investigación que ha revolucionado a la sociedad estadounidense.

Cronología de un doble asesinato

Tras los sucesos controvertidos alrededor de la muerte de Gloria Satterfield y la falta de transparencia en relación al proceso, con el comprensible enfado de los familiares de la víctima, el 2019 llegó con otro fuerte varapalo para el abogado. Un bote se estrelló contra un puente en el condado de Wellford, causando la muerte de Mallory Beach, de 19 años. Una embarcación, propiedad de Alex, en la que viajaban hasta seis jóvenes, incluido su hijo Paul, quien fue acusado de navegar bajo la influencia de sustancias.

La familia de la joven interpuso una demanda civil para pedir una compensación por la muerte de su hija, sacando a la luz todos los negocios truculentos que llevaba realizando Alex Murdaugh desde hacía tiempo. 

El 7 de junio de 2021, en mitad del juicio contra su hijo, la directora financiera del bufete de abogados en el que trabajaba Alex le denunció por el robo de casi 800.000 dólares. Esa mima noche, Alex llamó al 911 para denunciar que había encontrado asesinados a su mujer y su hijo, mientras él visitaba a su madre enferma. 

"Necesito a la policía y una ambulancia, han disparado gravemente a mi mujer y mi hijo", declaraba este durante la llamada desde su propiedad de caza en Islandton (Carolina del Sur). De hecho, el vídeo de la policía  acudiendo al lugar trascendía, en mitad de un circo mediático.

Todas las pistas apuntan hacia Alex

Acusado de delitos financieros tras defraudar al gobierno, sus clientes y otros compañeros por hasta 9 millones de dólares, muchos señalaron este suceso cruento como la búsqueda de un método de distracción para apartar la atención de sus casos delictivos. ¿Qué podía salir mal después de haberse librado en el pasado de las acusaciones de otros asesinatos? 

El examen pericial determinó que Paul había recibido dos disparos a bocajarro, uno tan violento que le desprendió el cerebro de la cabeza. Mientras que la madre, Maggie, recibió hasta cinco impactos de bala de un rifle. Pronto, las pistas apuntaron directamente a Alex, hallando como motivo el intento de paralizar su juicio por estafa. 

Las salpicaduras de sangre en la camiseta de Alex demostraron que presuntamente había estado cerca de una de las víctimas, mientras que él continuó utilizando su coartada. Esto se sumó a la presencia de una grabación en el móvil de Paul, tan solo unos instantes antes de que se cometieran los asesinatos, desmontando la coartada de Alex y situándole en el lugar de los hechos. 

"No disparé a mi esposa o a mi hijo en ningún momento", señalaba el acusado en los tribunales, incidiendo en sus problemas con los opiáceos para no responder a los agujeros negros en su historia. 

El montaje de su propia muerte 

Cuando parecía que la historia no podía dar otro giro, Alex Murdaugh recibía un disparo en la cabeza, al que milagrosamente sobrevivía. Una forma de señalar un complot contra su familia y reiterar su inocencia, después de que no hubieran pruebas suficientes para ser incriminado. Según narró el implicado, este había estacionado su coche en un camino rural, debido a que los indicadores le habían señalado que tenía una rueda pinchada.

En el momento en el que descendió de su vehículo para cambiar la rueda, un hombre se bajó de una camioneta azul y le disparó en la cabeza, pero Alex lograba llamar a emergencias y ser trasladado a un hospital de Georgia, donde se recuperó finalmente de una herida superficial, que su defensa intentó vender como una fractura de cráneo. 

Su largo historial delictivo y sus problemas con las drogas pusieron en entredicho su versión, de la que finalmente se descubrió que Alex había orquestado un montaje para limpiar su nombre.

Su camello, Curtis Edward Smith, tenía que asesinarle de un disparo en la cabeza, con el objetivo de que su otro hijo, Buster, quien siempre defendió la inocencia de su padre, cobrara un seguro de vida de 10 millones de dólares. Una nueva estratagema que acababa admitiendo ante la policía, pero que, en ningún caso, aceptó que estuviera relacionada con los asesinatos de Maggie y Paul. 

El caso terminó involucrando a los hermanos de Alex. Randolph no daba crédito de los sucesos ante las cámaras, en un juicio que arrastraba a cientos de personas de otros estados norteamericanos para acudir en masa. "Mi familia y yo estamos en shock al enterarnos de la adicción de Alex y el dinero robado de la firma", señalaba este, sin mojarse sobre el tema de los asesinatos. 

Por su parte, John Marvin Murdaugh explicaba recientemente en los tribunales que él mimo había recogido los restos mortales desperdigados de sus familiares. "Prometo que es algo que ninguna madre o padre, tía o tía, tendría que haber visto", confesaba en el marco del juicio, donde la defensa ha intentado incidir en la presencia de dos tiradores, para exculpar a Alex.

Un caso abierto que aún promete dar de qué hablar y cuyo seguimiento en Los Murdaugh: Muerte y escándalo en Carolina del Sur continúa los pasos de otras docuseries como The Staircase, cuya investigación y resolución se emitió en Netflix, en paralelo al curso judicial. 

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