La historia real de 'Waco: el apocalipsis texano', la docuserie de Netflix sobre el asedio contra una secta en un rancho de EE UU

En 1993, más de 80 personas perdieron la vida en un enfrentamiento entre el FBI y los Davidianos de la Rama que duró 51 días y causó numerosas críticas contra el gobierno de Bill Clinton.
La historia real de 'Wacco el apocalipsis texano'
La historia real de 'Wacco el apocalipsis texano'
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La historia real de 'Wacco el apocalipsis texano'

El 28 de febrero de 1993, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), de EE UU, acudió a una denuncia por tráfico de armas y abusos sexuales en las instalaciones en Waco, Texas, de la secta de los Davidianos de la Rama. Una redada que finalmente exigió la intervención del FBI, después de la muerte de cuatro agentes en un tiroteo, iniciándose así un asedio de 51 días, con más de 80 muertos.

Ahora, la docuserie de Netflix Waco: el apocalipsis texano narra los hechos ocurridos en este lugar, con imágenes exclusivas del enfrentamiento entre los agentes federales y el grupo religioso armado. Una confrontación que conmovió a la sociedad del país norteamericano, donde históricamente han proliferado sectas como el Templo del Pueblo de los Discípulos de Cristo, Heaven’s Gate o el grupo comandado por el sádico Charles Manson.

En 1930, el búlgaro Victor Houteff, que provenía del los Adventistas del Séptimo Día, del que fue expulsado junto a sus seguidores, se estableció junto a los suyos en un rancho de Waco. Así creó una secta inicialmente conocida como La vara del pastor y renombrada en 1942 como los Davidianos, puesto que creía en la restauración del reino de David en Israel. 

De la exhumación de cadáveres al golpe de Estado

Tras la muerte de Houteff, la secta se dividió entre los que siguieron los pasos de su viuda y su obsesión por el apocalipsis, y otros tantos que crearon una nueva facción de la secta, naciendo así  los Davidianos de la Rama

El nuevo grupo se mudó a Monte Carmelo, dentro del territorio de Waco, y sufrió en su historia varias divisiones, con un punto de inflexión con la llegada a la secta de Vernon Wayne Howell en 1981, quien nada más aterrizar allí mantuvo una aventura con una de la líderes más ancianas, Lois Roden, la viuda del anterior cabecilla.

Músico fracasado, inmerso en las creencias de la secta de los Adventistas y un gran bebedor, el carisma de Howell hizo que se presentara como el elegido o el profeta final, causando que muchos se acercaran a su figura e incluso que la secta incrementara progresivamente.

Así logró ganarse la fidelidad de la mayor parte de los presentes, enfrentándose al vástago de su amante y posterior líder tras la muerte de esta, George Roden, al que engañó y denunció a las autoridades para que fuera detenido, después de que este le retara a resucitar a los muertos y exhumara el cuerpo de su propia madre. 

La policía terminó haciendo caso omiso a este escabroso asunto, por lo que Howell convenció a los miembros de la secta para que tomaran las armas y dieran un golpe de estado contra Roden.

Abusos contra menores y tráfico de armas

En 1987, Howell se hizo con el control de los Davidianos de la Rama y se cambió el nombre a David Koresh, en honor a una serie de personajes de la Biblia. El susodicho líder espiritual tomó varias novias para crear un linaje de grandes gobernantes del mundo, dispersando a los davidianos por todo el mundo, entre las que se encontraban varias menores de edad. Una colección de esposas que ascendió a 15 parejas simultáneas. La poligamia con menores y el uso de las armas alertó pronto a los vecinos de la zona.

Finalmente, un chivatazo de un periodista infiltrado advirtió que los Davidianos de la Rama se habían hecho con una importante cantidad de armas por 250.000 dólares, preparándose para su enfrentamiento contra las entidades malignas por el juicio final. Las autoridades consiguieron confiscar una serie de granadas y armas semiautomáticas, recibiendo también una orden de registro para investigar qué ocurría en el rancho

En la víspera al cumplimiento de la ley, Koresh entrenó a adultos y niños en Monte Camerlo para convertir su hogar en una fortaleza. El 28 de febrero de 1993, la ATF se camufló con camiones de ganado y decidió intervenir en el emplazamiento, comenzando un tiroteo inesperado. Un movimiento en el que no se sabe muy bien quién disparó primero, pero que se saldó con la muerte de cuatro agentes y cinco davidianos, mientras los periódicos hablaban del 'rancho del apocalipsis'. 

El 'rancho del apocalipsis' en la CNN y las técnicas del FBI

En mitad del caos, Koresh concedió una entrevista de 45 minutos a la CNN, donde citaba pasajes bíblicos e instaba a los líderes religiosos y expertos en los textos bíblicos a que debatieran con él sobre el final inminente. Una conversación en la que incidió en la apertura del quinto sello, el final absoluto de todo. 

El FBI encabezó el ataque a la secta y durante semanas presionó a los miembros para que se rindieran, quienes vistieron durante este tiempo una túnica blanca, convirtiéndose en un blanco fácil para el fuego enemigo. 

Los federales utilizaron todas las estrategias disponibles, desde el uso de armas de fuego y gases lacrimógenos, al corte de la luz y el agua. Al aislamiento del complejo también se incorporaron otras técnicas de guerra psicológica, con la amplificación de sonidos constantes por altavoces con canciones como These Boots Are Made for Walkin', de Nancy Sinatra. 

Finalmente, después de numerosos heridos y muertos, Koresh fue alcanzado en el fuego cruzado. El 19 de abril, el líder aparentemente logró convencer a sus fieles para quemar el rancho en un suicidio colectivo, mientras esperaban la llegada de Dios. Los vehículos del FBI aprovecharon para derrumbar un muro y entrar, mientras algunos miembros eran detenidos al instante, pero la mayoría de ellos continuaron atrapados entre las llamas. 

Un incendio como suicidio colectivo

El fuego fuera de control fue transmitido por las cámaras de los medios en directo, mientras los bomberos tardaban hasta 45 minutos en llegar. El pasotismo del FBI también despertó las alarmas, ocasionando que muchos señalaran que había sido culpa del gobierno de EE UU, al que incluso algunas teorías conspiranoicas apuntaron como los responsables de empezar el incendio con el gas lacrimógeno. 

El balance fue alrededor de 86 cadáveres en el cómputo total, muchos de ellos mujeres y niños, pero nunca existió un número oficial como tal. Independientemente de quién comenzó el incendio, el presunto hallazgo del cuerpo de Koresh y la autopsia de otros de los cuerpos apuntaron a que los propios miembros de la congregación religiosa habían abierto previamente fuego unos contra otros, mientras que otros morían por el derrumbamiento de escombros, la inhalación de humo o la virulencia del fuego.

Además de los 19 menores liberados en las negociaciones, otros siete hombres adultos y una mujer pudieron sobrevivir al incendio, pero, ante las críticas de la sociedad, sus condenas fueron reducidas o anuladas. Posteriormente, una nueva rama de los davidianos se mudó allí y conmemora actualmente a las víctimas. El gobierno de Bill Clinton salió trasquilado de este asedio, del que jamás se supo muy bien qué sucedió, siendo apuntado como uno de los responsables de una más que posible masacre, pero no impidió que fuera presidente de 1993 a 2001.

Tiller Russell dirige ahora la nueva miniserie sobre estos eventos en tres episodios, después de situarse tras las cámaras de los documentales The Last NarcAcosador nocturno: A la caza de un asesino en serie y Silk Road: Atrapado en la Dark Web

La historia de David Koresh y los davidianos fue recogida también en 2018 en la serie de Showtime Waco, donde el líder de la secta fue interpretado por Taylor Kitsch (X-Men orígenes: Lobezno). Un vistazo a un suceso cruento que cumple 30 años en 2023. 

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