La historia real de 'Rabo de Peixe': el pueblo que se vio inundado por una marea de cocaína

Se estima que la mitad de la localidad portuguesa sufre actualmente problemas de drogadicción, después de utilizar el polvo blanco como harina para freír pescados.
'Rabo de Peixe', la nueva serie portuguesa de Netflix
'Rabo de Peixe', la nueva serie portuguesa de Netflix
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'Rabo de Peixe', la nueva serie portuguesa de Netflix

En 2001, una fuerte tormenta azotó a las islas portuguesas, provocando que un barco procedente de Venezuela naufragara en las costas de Rabo de Peixe. Al mando de la embarcación se encontraba el narcotraficante siciliano Antonio Quinzi, apodado O Italiano, quien transportaba toneladas de cocaína y decidió esconderlas entre una cueva cercana y el fondo del mar, anclándola con redes y cadenas. 

Pero, la virulencia del océano provocó la rotura de los amarres de la mercancía, por lo que los fardos reflotaron y acabaron en el muelle de la localidad portuguesa. Allí, los más curiosos se hicieron con los paquetes, desconociendo realmente de qué se trataba y utilizando la cocaína por confusión como harina o azúcar para freír los alimentos o endulzar los postres. Esta droga fue incluso utilizada para pintar las líneas del campo de fútbol. Las consecuencias fatales no se harían de esperar. 

A partir de entonces, los sanitarios del lugar se vieron colapsados ante sobredosis inesperadas, que hicieron que la alerta roja fuera activada. Una cocaína con destino Palma de Mallorca y una pureza superior a la habitual en el mercado negro, que finalmente terminó provocando el caos en Rabo de Peixe.

Esta historia es recogida ahora en Rabo de Peixe, la nueva serie creada por Augusto Fraga para Netflix. La ficción cuenta en sus papeles protagonistas con actores como José Condessa -actor de Extraña forma de vida, el nuevo cortometraje de Almodóvar-, Helena Caldeira (Queridos Papás) o Rodrigo Tomás (Terra Nova), entre otros. 

Sobredosis, adicción a las drogas y una fuga épica

Con 8.800 habitantes en la actualidad, la localidad situada en el archipiélago de las Azores padece ahora los efectos devastadores tras dos décadas de adicción. A día de hoy, se estima que la mitad de su población sufre problemas con las drogas

Aunque las autoridades requisaron la droga de las despensas de los vecinos y recibieron la ayuda del narcotraficante para encontrar la cueva, los rumores siempre apuntaron a que Quinzi nunca reveló realmente el paradero de toda la mercancía, que  podría haber sido incluso de tres toneladas. 

Muchos apuntan incluso a que las autoridades portuguesas dejaron escapar al susodicho en una fuga épica. Después de escalar el muro de la Prisión de Ponta Delgada y decir adiós con la mano a los propios funcionarios, el siciliano huyó en una motocicleta. Este sería apresado de nuevo con el tiempo y enviado a Portugal, donde fue juzgado a 9 años de prisión. 

Sin embargo, la cocaína ya había provocado estragos entre la población de Rabo de Peixe, que cayó en una espiral de adicciones. Aquellos que consiguieron mantener parte del cargamento se hicieron de oro, mientras que otra porción de la población comenzó a consumir habitualmente. Un hecho aupado por la ineficacia y la inexperiencia de las autoridades en el tratamiento masivo de terapias contra las adicciones. 

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