'Caballero Luna' 1x03: Más 'La momia' y menos Marvel (y por eso te va a encantar)

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE CABALLERO LUNA 1x03]

Tras dos episodios de arranque en Londres ahondando en la personalidad múltiple de Steven Grant/Marc Spector (Oscar Isaac), Caballero Luna nos traslada en su tercer capítulo a El Cairo, donde la acción finalmente gana consistencia con Spector tratando de dar con la tumba de Ammit.

Arthur Harrow (Ethan) y sus seguidores excavan ya en el lugar que les ha marcado el escarabajo mientras tratan por todos los medios de obstaculizar los avances de Marc. Este nuevo episodio de la ficción de Disney+ nos adentra como ningún otro en la mitología egipcia y esa guerra entre deidades que solo se intuía en los dos primeros capítulos. 

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Así, corremos por los tejados de El Cairo y nos colamos en sus abarrotados mercados callejeros con Spector en busca de alguna pista que nos conduzca a la tumba de Ammit. En la primera parte del episodio, el director Mohamed Diab hace virguerías con la cámara en movimiento, alardeando de su agilidad para meter la lente en plena pelea cuerpo a cuerpo, mientras Spector trata de controlar a su Steven interior. 

Las personalidades contradictorias de Marc y Steven vuelven a protagonizar los momentos más jocosos de la trama, tratando ambos de hacerse con el control sobre su cuerpo para así poder cumplir con sus misiones: la de Marc, detener el genocidio de Harrow; la de Steven, volver a casa. Y podría haber una tercera personalidad asesina escondida en esa mente por lo que deja entrever el capítulo. 

Cámara de dioses

Como adelantábamos, esta tercera parte finalmente nos adentra en la mitología egipcia. En su desesperación por dar con la tumba de Ammit antes de que Harrow reviva a la diosa, Khonshu manipula el cielo para llamar la atención del resto de deidades egipcias. 

Asistimos a una reunión en la Gran Pirámide de Guiza en la que los dioses Hathor, Horus, Isis, Tefnut y Osiris, que se comunican a través de sus avatares, escuchan a Khonshu. En esta cámara, descubrimos que los dioses egipcios no intervienen en los asuntos de los hombres, regla que el dios lunar se saltó anteriormente, exponiendo al resto de sus compañeros y causando su destierro. 

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Harrow aparecen entonces en escena, negando la acusación sobre su intento de resucitar a Ammit y desvelando que Spector tiene personalidad múltiple. Al no haber cometido ningún delito, los dioses dejan que el villano se vaya. Sin embargo, Yatza, avatar de Hathor, pone a Marc tras la pista del sarcófago de Senfu, el único que sabía el paradero de Ammit y que le podría conducir a la diosa. 

Layla y las cuentas pendientes

Layla (May Calamawy), expareja de Marc, es otra de las grandes protagonistas de este episodio. La joven regresa a su Egipto natal tras 10 años de ausencia para ayudar a Spector a detener a Harrow. En los primeros minutos del capítulo, descubrimos que Layla abandonó su país tras el asesinato de su padre, arqueólogo, y tiene contactos en el mercado negro. 

Es precisamente ella quien averigua quién posee el sarcófago de Senfu en su colección privada: se trata de Anton Mogart (Garspard Ulliel), un excéntrico jinete al que conoció en Madripoor, esa ciudad pozo de maldad y vileza del Universo Marvel que ya visitamos en Falcon y el Soldado de Invierno. En los cómics, Mogart, alias Midnight Man, es un ladrón de obras de arte y coleccionista creado por Doug Moench y Bill Sienkiewicz, que apareció por primera vez en Moon Knight #3 (1981).

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Gracias a Layla, Marc consigue acercarse al sarcófago de Senfu y Steven advierte que varias telas esconden el paradero de Ammit. Sin embargo, Harrow vuelve a hacer acto de presencia y acaba con el sarcófago. Arranca entonces una pelea entre Mogart y sus secuaces contra Marc, con el traje de Caballero Luna, y Layla. El héroe lanza cuchillos con forma de luna y se protege de las balas con su capa, pero no puede evitar que Steven salte del cristal para tomar el control como Mr. Knight y acabe atravesado por varias lanzas.  

Cielo estrellado (y cambiante)

Por suerte, Spector vuelve a hacerse con el control en cuestión de segundos y logra acabar con sus adversarios, también con Mogart, a quien tumba en su caballo como si de una justa medieval se tratase. Layla, por su parte, consigue recuperar las telas que guardan el paradero de la tumba de Ammit, pero, para descifrar lo que pone, Marc debe ceder su cuerpo a Steven. 

Con Grant de vuelta, descubrimos que las telas guardan un mapa estelar, por lo que necesitan triangular las estrellas del día en el que Senfu guardó la localización de Ammit para dar con la diosa. Khonshu, con ayuda de Steven, logra manipular el cielo y recuperar la posición de las estrellas aquel día, lo que permite a Layla dar con el lugar en el que se encuentra Ammit. Sin embargo, la 'travesura' de Khonshu provoca que el resto de dioses cumplan con su amenaza y lo encierren en piedra. 

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A la espera de que Marc lo libre, el dios de la luna queda atrapado en una pequeña estatua de piedra. En los últimos minutos del episodio, Harrow, que se ha ganado la confianza de las deidades egipcias, se dirige a la estatua de Khonshu y zanja: "Tu tortura me forjó". 

Este tercer capítulo marca el ecuador de Caballero Luna y coloca las piezas sobre el tablero de cara a los tres últimos episodios. Steven y Marc deberán aprender a colaborar para liberar a Khonshu, el creador de su supertraje, y evitar que Harrow resucite a Ammit. Asimismo, pronto podrían tener que lidiar con una tercera personalidad asesina que ya se deja ver. ¿Tendrá esta algo que ver con ese secreto que Marc no se atreve a compartir con Layla? 

Sin duda, la serie ha pisado el acelerador y ha abrazado por fin todo su potencial aventurero, acercándose más a joyas como las sagas de Indiana Jones o La momia que a cualquier otra producción marvelita. Estamos deseando seguir explorando Egipto y atiborrarnos de arena del desierto con esta sorprendente y refrescante apuesta. 

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