Adiós a Matthew Perry y a esos chistes incómodos que lo hacían todo más fácil

El intérprete de Chandler Bing a lo largo de diez temporadas de 'Friends' ha fallecido a los 54 años de edad, y esta es una pequeña despedida para alguien básico a la hora de construir el sentido del humor contemporáneo.
Matthew Perry en 'Friends'
Matthew Perry en 'Friends'
Cinemanía
Matthew Perry en 'Friends'

Existe una pulsión muy específica por la que ciertos perfiles de persona, sobre todo si son tímidas e inseguras, siempre han hallado en Chandler Bing un reflejo catártico. Esta viene a ser que, ante una situación social donde no existen certezas sobre lo que piensa esa gente de ti o cómo puede reaccionar ante opiniones más o menos honestas, deduzcas que todo irá bien si lanzas un chiste. Un chiste a ser posible autolesivo, distante con el receptor, cuya arquitectura apunte a que tampoco te importa mucho si hace gracia o no. Aunque por supuesto que te importe. Aunque dependas desesperadamente de que haga gracia o no.

El discurso cómico de Matthew Perry, los personajes de Matthew Perry, se guiaban exactamente por estas coordenadas. No es ninguna casualidad que ambos nacieran en la década de los 90, ahogada en su raigambre estadounidense por el cinismo de la Generación X y por empeños denodados de superarlo (como David Foster Wallace, que abogando por una especie de “nueva sinceridad” no llegó a sobrevivir a los 2000). El sarcasmo marcaba los 90 como marcaba la presencia de Chandler en Friends, rodeado de voces que aseguraban que era propio de cobardes, de gente que tenía miedo de ser honesta con lo que pensaban de algo.

Y era posible que Chandler fuera un cobarde, claro. Una cobardía congénita, muy divertida de ver, pero eminentemente trágica por cómo partía de un malestar y una biografía atormentada que, los espectadores de Friends iríamos descubriéndolo progresivamente, existía más allá de la serie. Incluso intensificada, en torno a una sucesión de adicciones y rehabilitaciones que en los platós de NBC se evidenciaban a través de diversos cambios de peso. Estas alteraciones físicas, sin embargo, no llegaban a reclamar protagonismo, pues Chandler siempre fue, Matthew Perry siempre lo fue, ante todo graciosísimo.

Jennifer Aniston y Matthew Perry en 'Friends'
Jennifer Aniston y Matthew Perry en 'Friends'

Los mejores chistes eran suyos. La mitad de las veces provenían del ingenio propio de Perry, y la otra mitad de guionistas que habían asumido que Chandler y Perry eran uno. El personaje era inseparable del actor, y de ahí que Friends se viera en la sorprendente tesitura (acaso la clave de por qué fue una serie que nos llegó tan adentro) de ser permeada por una vida real incontrolable, filtrada a cada rincón de la producción y de la experiencia que el público tenía de los personajes. Jennifer Aniston, David Schwimmer, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc, Courteney Cox. Su carrera ha continuado, y la idea que tenemos de ellos es que es como si hubiera continuado la carrera de Rachel, Ross, Phoebe, Joey y Monica.

Esto es especialmente cierto en el caso de Matthew Chandler Perry Bing. Porque a este personaje-actor le tocó no solo representar los momentos más memorables de Friends, sino también una amalgama de significantes noventeros y emocionales que aún no hemos superado, ni mucho menos. Después de que Chandler lanzara esa última broma sobre adónde se dirigían a tomar la última en el último episodio (por supuesto, al Central Perk), muchas otras personas se han visto en la misma tesitura vital del personaje: inseguro de merecer el amor de nadie, así que obsesionado con demostrar que no lo necesitaba mediante bromas distantes. Bromas hilarantes, pero esencialmente tristes.

Matthew Perry, que ha muerto a los 54 años, es mucho más que Chandler. Por supuesto que lo es. Pero también es Chandler y le vamos a recordar como Chandler, un personaje que acaso le marcara de una forma excesiva a lo largo de su carrera, pero cuya imagen también supo enriquecer al margen de Friends. Mi personal favorito es de hecho uno que interpretó poco después de que acabara la serie, poniéndose a las órdenes de Aaron Sorkin en Studio 60 on Sunset Strip. Serie que solo duró una temporada, algo que ocurrió con muchas series de Perry posteriores a Friends.

El caso es que en Studio 60 Perry pasaba a interpretar, propiamente, a alguien cuyo trabajo era hacer reír. Su nombre era Matt Alby; compartía el nombre de pila de Perry. Era el guionista principal de un programa estilo Saturday Night Live en el que no costaba ver un parentesco asfixiante con el verdadero Perry. Esa obligación por ser divertido, de reaccionar con la frase más brillante a cualquier cosa, pasaba a profesionalizarse también en la ficción, de modo que sus fans nos hallábamos frente a frente con el tormento que siempre se encontraba al final del camino. Si hacer reír es una obligación, ¿sigue siendo divertido?

Matthew Perry en 'Studio 60'
Matthew Perry en 'Studio 60'

Posiblemente no. Y aún así nos reímos. Vaya si nos reímos, tanto en esos diez años de Friends como en los otros proyectos que Perry encabezó a posteriori, donde acostumbraba a pasear un rostro agotado y superado por las circunstancias: uno que dio mucho que hablar durante aquella reunión por el aniversario de Friends. Pero antes, en fin, ya había interpretado al álter ego avejentado y amargado de Zac Efron en 17 otra vez. La autoconsciencia de Perry era tan feroz que se sabía a sí mismo el anverso trágico de cualquier calma existencial. Él apenas si era capaz de hallar esa calma, y por eso no le quedaba otra que reírse de sí mismo.

Ahora que hemos de afrontar su pérdida es inevitable tener presente lo que sabemos de él. La vida tan dura que tuvo, todas las penurias que pasó. Pero sería la forma equivocada de recordarlo. Hay demasiados capítulos de Friends como para hacer eso, demasiadas frases y chistes que han pasado a nuestro día a día como para dejarlas de lado y preferir pensar en ese anverso trágico. Pensemos en lo mucho que nos hizo reír Chandler Bing. Pensemos en cómo logró que nos sintiéramos menos solos ante esa forma tan a la defensiva, a la vez que generosa, de hacer humor.

Porque en eso siempre estuvo la clave, en la generosidad. Matthew Perry fue ante todo un tipo generoso a quien tu sonrisa le importaba más que la suya. Recordémosle así. Con nuestra propia sonrisa.

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