...Y la piratería creó Hollywood

Mientras las productoras 'majors' y la patronal MPAA cierran Megaupload e impulsan leyes como la SOPA, todo el mundo parece olvidarse de que la industria del cine se fue a California para librarse de las demandas por 'copyright'. Aprende la historia aquí. Por YAGO GARCÍA
...Y la piratería creó Hollywood
...Y la piratería creó Hollywood
...Y la piratería creó Hollywood

El público, los expertos e incluso algunos cineastas están de acuerdo: la propiedad intelectual ha pasado de ser un derecho a ser un arma. Leyes en trámite como la SOPA y la llamada 'Ley Sinde' amenazan con clausurar todos los sitios de internet que se salten por un pelo las regulaciones de copyright, mientras que un suceso tan reciente y tan peliagudo como la clausura de Megaupload ha puesto los pelos de punta a muchos internautas y (más importante) privado de contenidos personales y legítimos a muchos usuarios.

Mientras la MPAA (asociación de productores y distribuidores de cine de EE UU) emite un comunicado congratulándose por el cierre de "el mayor sitio web criminal que amenaza a la creatividad en el mundo", unos hackers bajo la máscara de Anonymous se vengan tumbando su web y la de otros organismos como la patronal discográfica RIAA. Todo parece indicar que nos hallamos en los prolegómenos de una guerra entre la industria de Hollywood y sus propios consumidores. Y, ¿sabéis qué es lo más gracioso de todo? Que, si la misma ferocidad legal que se aplica ahora contra Megaupload se hubiese aplicado en los comienzos del Séptimo arte, la industria de Hollywood jamás hubiese nacido. Veamos por qué.

Edison contra los 'piratas'kinetoscopio_edisonAunque ahora todos demos por sentado que los hermanos Lumiére crearon el cine en 1895, la verdadera historia no fue así ni de lejos: los experimentos para proyectar imágenes en movimiento ya habían contado con otros pioneros, como Eadweard Muybridge (cuyos inventos usaban discos de cristal en lugar de película) y de un tal Thomas Alva Edison, un señor, según se dice, que no vacilaba en apropiarse de ideas ajenas para perfeccionarlas y comercializarlas. En 1891, el inventor de las bombillas de filamento había creado ya su kinetoscopio, muy similar al cine, pero que obligaba al usuario a mirar por una ranura para ver el filme. Con el tiempo, los inventos de Edison y de los Lumiére acabarían llegando a un punto de equilibrio: el primero usaba la película de 35 milímetros, mientras que los franceses convirtieron en estándar la velocidad de 16 fotogramas por segundo y la proyección sobre una pantalla.

Por suerte para todos nosotros, Edison no pudo hacerle la pascua a los hermanos franceses. Pero en EE UU, la cosa era bien distinta. Edison gestionaba ya su propio estudio de cine, su antiguo socio William Dixon había fundado la Biograph (presuntamente, la primera productora de la historia), y otras compañías como American Star ya operaban por su cuenta, librándose como podían de las demandas por copyright del maestro. La guerra entre las productoras terminó con la formación de la MPCC anuncio_copyright(siglas en inglés de "Compañía de patentes de cine"). Si eras socio de la MPCC, tenías garantizado el suministro de película (porque Kodak tenía un acuerdo con el trust), tenías garantizadas tus redes de distribución... Y tenías garantizado que cualquiera que intentase abrirse camino en el negocio se vería acosado por la ley, privado de su equipo de rodaje e incluso arrestado. ¿Te suena?

Pero, por supuesto, había muchas más compañías (las llamadas piratas) rodando películas en los Estados Unidos. Para evitar que Edison y su MPCC les hicieran la pascua, estos pioneros del cine indie procuraban mantenerse bien lejos de Nueva York, la ciudad donde los grandes tenían su sede. Y donde se rodaban, por entonces, la mayoría de los filmes. La lentitud de las comunicaciones de la época, y el sistema judicial de EE UU (donde algunos estados eran más inflexibles que otros a la hora de aplicar las leyes de copyright) podían salvarles el trasero. Sólo que la MPCC había fijado un ultimátum para todos aquellos que no se avinieran en cumplir sus normas: enero de 1909. ¿Qué hicieron las productoras indie para librarse de las amenazas de Edison? Seguro que ya lo estás adivinando: irse a California.

"Vente a rodar al Oeste"En 1909, David Wark Griffith todavía no era el autor de Intolerancia. Era un mero director a sueldo de la compañía Biograph, que le había enviado a California para buscar localizaciones. El cineasta descubrió allí su tierra prometida: los terrenos eran baratos, hacía sol todo el año (para regocijo de sus directores de fotografía), los tribunales estudiaban a fondo (y sin prisas) las demandas por derechos de autor... Y había lugares, como cierto pueblecito cercano a Los Ángeles, en donde los lugareños acogían con los brazos abiertos el negocio del cine. El nombre de dicho pueblo, claro está, era Hollywood. E In Old California (1910), firmada por Griffith, fue la primera película rodada allí.

Entre los empresarios que aplaudieron con las orejas al enterarse del descubrimiento de Griffith había muchos nombres que te pueden sonar. Por ejemplo, William Fox (de la 20th Century Fox), Samuel Goldwyn y Louis B. Mayer (futuros socios en la MGM) y el fundador de Paramount, Aldolph Zukor. Todos estos alevines de magnate se libraron para siempre de los acosos de Edison emigrando a Hollywood. Incluso Griffith, en 1914, fundó su propia productora, la Majestic, para producir El nacimiento de una nación. Una película esta que, además de ser una oda al racismo, supuso el primer blockbuster de la historia, recaudando un total de 146,6 millones de euros (ajustados a la inflación) el año de su estreno: menos que Avatar, pero muchísimo para la época.

Por otra parte, El nacimiento... se considera también el primer largometraje de éxito: las productoras de la MPCC preferían rodar películas de corta duración, "para que el público no se cansara". La peli de Griffith sentó los cimientos económicos de la industria de Hollywood, tal y como hoy la conocemos. Y el director acabaría fundando otra productora, United Artists, junto a: Charles Chaplin y la pareja de Douglas Fairbanks y Mary Pickford, algo así como los Brad Pitt y Angelina Jolie de la época.Todos ellos en busca de un mayor control creativo, y de librarse de la presión de los grandes estudios

Está claro que los contenidos no son lo mismo que las técnicas, pero pensemos en esto: las productoras majors que ahora se frotan las manos por la aprobación de la SOPA, y por el cierre de Megaupload, aparecieron justo entonces, y seguramente no habrían sobrevivido de atenerse a las regulaciones de la MPCC, que sufrió un duro golpe en 1915, cuando una sentencia judicial decretó que sus métodos "iban mucho más lejos de lo tolerable para defender la propiedad intelectual". El organismo desapareció en 1918, mientras que sus antiguos enemigos se hacían cada vez más ricos.

¿Está repitiéndose la historia? ¿Serán los piratas de hoy los millonarios del mañana, como ocurrió en este caso? No lo sabemos, claro. Pero sí tenemos clara una cosa: los grandes de Hollywood deberían recordar sus orígenes, y ser conscientes de que su industria nació gracias a un acto de piratería.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento