Por decirlo suavemente, Warner Bros. Discovery no es ahora mismo la major que despierta más confianza en Hollywood. Sus últimos meses han sido de lo más turbulentos, marcados por las medidas de emergencia ante el COVID-19 y la fusión con Discovery que trajo consigo el ascenso de David Zaslav a CEO. Un empresario que no ha temido cancelar el estreno de Batgirl cuando ya estaba rodada, o eliminar múltiples contenidos de una plataforma, HBO Max, que ahora se llama solo Max.
A espaldas de Zaslav tenemos a Michael De Luca y Pamela Abdy, los directores ejecutivos de Warner Bros. Film Group. Consiguieron el puesto hace un año, y se han propuesto que el estudio recobre el esplendor de antaño con su división cinematográfica. Así lo han explicado durante una entrevista a Variety, identificando unos cuantos proyectos prometedores: este verano llega como todos sabemos Barbie, y le seguirán Dune: Parte 2, el musical de El color púrpura o Bitelchús 2.
De Luca y Abdy coinciden en que una buena forma de enderezar el pabellón de Warner Bros. radica en tener grandes directores en nómina. Por eso han firmado un provechoso acuerdo con Baz Luhrmann tras Elvis y se han asociado con M. Night Shyamalan (el estudio producirá su próxima película, Trap). Abdy cuenta además que quieren atraer a Alejandro González Iñárritu a su seno, y que han llegado a desplazarse a Nueva Zelanda para tener una charla con Peter Jackson. Este cineasta, responsable de la trilogía de El señor de los anillos, no estuvo envuelto en la producción de la serie Los anillos de poder, con Amazon Prime.
Con lo que… ¿igual estaría interesado en volver a trabajar con Warner para más adaptaciones de Tolkien? Es la idea que tienen los ejecutivos, intentando convencer a Jackson de que vuelva mientras ponen a punto una próxima película ambientada en la Tierra Media: La guerra de los Rohirrim, que es de dibujos animados y llegaría en abril de 2024. Ocurra lo que ocurra con Jackson, lo que es ahora mismo totalmente prioritario para De Luca y Abdy es traer de vuelta al redil a Christopher Nolan.
Tras el estreno de Tenet, Nolan no se tomó nada bien el modelo híbrido salas/HBO Max, asegurando que era una afrenta para los cineastas y poniendo fin a su larga colaboración con Warner. Nolan se marchó a Universal, donde ha rodado Oppenheimer (estrenándose esta, cosas de la vida, el mismo día que Barbie de Warner: 21 de julio en EE.UU., 20 en España), pero los directores del estudio quieren hacer las paces. “Esperamos recuperar a Nolan, creo que hay opciones”, asegura De Luca.
Es posible que Nolan se reconcilie con la major: hace poco Warner le envió un cheque de siete cifras en calidad de los ingresos de Tenet. Lo que en principio no sería ninguna forma de soborno, pero seguro que no viene mal para suavizar la actitud de Nolan con respecto a la compañía. Además, según ha trascendido, Nolan acometió la posproducción de Oppenheimer en las instalaciones de Warner, con lo que sin duda hay indicios de que Nolan podría volver pronto al estudio.
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