Sitges 2023 | 'Club Zero' y las sectas que venden que la vida es mejor comiendo mucho menos

Año 2022. Más de 11.000 personas se congregan en Barcelona para uno de los eventos internacionales más laureados sobre el sector de la nutrición. Todos se reúnen en torno a los líderes mundiales de una conocida marca alimentaria como si de una religión se tratara. Su discurso es la palabra divina y los productos que venden la ostia consagrada que sus clientes deben consumir para poder alcanzar el paraíso. Las sectas más dañinas del siglo XXI. 

Son innumerables las marcas que venden recetas infalibles para el adelgazamiento, con completos alimenticios sacacuartos, reduciendo la alimentación a la nada con dietas milagro y con otros productos que se valen de las víctimas más crédulas para llevar a cabo sus tejemanejes. Una serie de empresas que llevan ya décadas en tela de juicio y siempre han conseguido librarse de la justicia, promoviendo constantemente malos hábitos entre los consumidores de sus artículos y los posibles trastornos alimentarios que consigo conllevan.

Es precisamente este culto a las sectas de la nutrición el que la directora Jessica Hausner (Little Joe, Lourdes) utiliza para explorar su influencia entre los más jóvenes de nuestras casas. En una época de máxima vulnerabilidad, durante la adolescencia, se producen la mayoría de problemas relacionados con la alimentación, por lo que la cineasta austríaca ha querido mostrarlo a través de la visión tan personal que caracteriza su filmografía, recurriendo a metáforas y moralejas entre las líneas de sus diálogos.

'Club Zero'- crítica de la película

En Club Zero, la actriz australiana Mia Wasikowska, conocida por el público internacional por Alicia en el país de las maravillas o La cumbre escarlata, interpreta probablemente uno de los papeles más antipáticos de su filmografía hasta el momento. Una interpretación que borda como la líder de una secta de la 'alimentación consciente'.

El filme de Hausner aborda la historia de una profesora recién llegada a un instituto privado, Miss Novak (Wasikowska), quien comienza a dar una serie de clases de nutrición a un grupo reducido de alumnos con los que va estrechando cada vez más sus lazos. Una situación que comienza a convertirse en una verdadera amenaza cuando convence a cinco de ellos de que reduzcan su alimentación hasta la mínima expresión para poder alcanzar su mejor versión, aupando los problemas de bulimia y anorexia de algunos de ellos. 

Wasikowska se sitúa en su papel más siniestro, diferente y embaucador hasta el momento, ejerciendo su mala influencia sobre un grupo de adolescentes cuya acomodada vida esconde detrás numerosos conflictos interiores. Así, el reparto también está compuesto de unos divertidos y prometedores nuevos talentos de la talla de Florence Baker, Luke Barker, Ksenia Devriendt, Gwen Currant y Samuel D Anderson. Un quinteto de debutantes. 

Entre sectas y motivos religiosos, Hausner aprovecha para hacer una mordaz crítica hacia la indiferencia de los padres ante los problemas de sus hijos, la facilidad del acceso a líderes de culto o la dificultad de una edad en la que los jóvenes necesitan ser escuchados y acaban encontrando atención en los lugares más peligrosos e insospechados. 

Como curiosidad, la poderosa factura visual de este colegio de élite es la misma que podremos ver próximamente en Saltburn, el filme de Emerald Fennell protagonizado por Jacob Elordi, Rosamund Pike y Barry Keoghan. Ambas películas coincidían rodando en la Universidad de Oxford en verano de 2022. 

Acudiendo a la sátira, Club Zero supone un mensaje potente de una directora acostumbrada a mandar mensajes críticos sobre el mundo que nos rodea a través de la transgresión, las tramas encriptadas y los colores chillones que han hecho de su cine una marca de calidad. 

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