17 razones por las que el romance de 'Rojo, blanco y sangre azul' te obsesiona

Tal y como esperábamos, no nos podemos quitar a Alex y Henry de la cabeza.
Fotograma de 'Rojo, blanco y sangre azul'
Fotograma de 'Rojo, blanco y sangre azul'
Cinemanía
Fotograma de 'Rojo, blanco y sangre azul'

Después de semanas interminables en las que nos hemos tenido que conformar con clips cortos y con ver el tráiler una y otra vez a la espera de poder disfrutar de la película el 11 de agosto (conocemos a más de uno que, a estas alturas, se lo sabe de memoria), por fin vemos a Nicholas Galitzine y Taylor Zakhar Perez dar vida al amor entre el príncipe de Inglaterra y el hijo de la primera presidenta de Estados Unidos.

La adaptación del best-seller homónimo de Casey McQuiston Rojo, blanco y sangre azul, dirigida por Matthew Lopez y disponible en Prime Video, es una comedia romántica en la que el odio convertido en amor imposible entre dos hombres se transforma en una cuestión de Estado. Con esta descripción, ¿quién no querría verla? Y, lo más importante, ¿quién no se obsesionaría con la relación de Alex y Henry?

Nosotros, por supuesto, somos de esas personas. Por ello, hemos decidido hacer una recopilación de las 17 razones por las que, aunque quisiéramos (que no es el caso), no podríamos dejar de pensar en la nueva comedia del verano.

El príncipe Henry

Los que nos leímos el libro ya lo sabíamos: la historia de Henry nos iba a hacer llorar. A los que han descubierto a este trozo de pan hecho príncipe de Inglaterra gracias a la película... ¡Bienvenidos al club! Entre la adorabilidad de Nick Nelson en Heartstopper y la vulnerabilidad de Henry, no vamos a salir vivos de agosto, pero no nos importa. No nos imaginamos a nadie mejor que Nicholas Galitzine para darle vida como merecía.

Alex Claremont-Diaz

A un rubio siempre le corresponde un moreno que le alegre la existencia, así que aquí está el hijo de la presidenta para sacar a Henry de sus casillas. Ya seas más de Team Henry o Team Alex, hay que admitir que Taylor Zakhar Perez no podía haber llevado a la pantalla a su personaje de una manera más perfecta y divertida. Solo verle en la primera escena juntos en la boda supimos que no defraudaría.

El enemies-to-friends-to-lovers

Aquí siempre seremos fans de un enemies-to-lovers de toda la vida, pero no podemos resistirnos al hecho de que, después de superar sus diferencias, Alex descubra que lo que siente por Henry no es solo una amistad. Casey McQuiston llegó para alterar todas nuestras creencias y, por si eso fuera poco (que, spoiler, no lo es), nos dio también un amor imposible y secreto. Encima llegó luego el director Matthew Lopez y decidió que la película sería Rated-R. Eternamente agradecidos.

La familia real

La familia real de 'Rojo, blanco y sangre azul'
La familia real de 'Rojo, blanco y sangre azul'
Instagram @princehenryuk

No podía haber un príncipe de Inglaterra sin una familia real que le acompañase. Nuestra favorita, a parte de Henry, será siempre Bea (Ellie Bamber), aunque admitimos que el monarca interpretado por Stephen Fry también nos ha caído en gracia (y eso que, en un principio, nos dolió saber que habían cambiado a la reina que sale en el libro por un rey). De Phillip (Thomas Flynn) mejor ni hablar... Hasta en las familias reales hay ovejas negras.

La presidenta

Uma Thurman en 'Rojo, blanco y sangre azul'
Uma Thurman en 'Rojo, blanco y sangre azul'
Cinemanía

En el libro ya nos gustaba la presidenta, pero después de descubrir que le daría vida la mismísima Uma Thurman supimos que sería de nuestros personajes favoritos (en realidad, ¿a caso hay alguno que no lo sea?). La primera mujer en llegar al mayor cargo de Estados Unidos tenía que tener esa combinación perfecta entre porte imponente y amor hacia su hijo que solo la actriz de Kill Bill podía haberle dado.

Los trabajadores más explotados

Zahra y Shaan en 'Rojo, blanco y sangre azul'
Zahra y Shaan en 'Rojo, blanco y sangre azul'
Cinemanía

Sinceramente, a Zahra (Sarah Shahi), jefa de personal y responsable de Alex, y Shaan (Akshay Khann), responsable de Henry, no les pagan lo suficiente. Tener que aguantar a dos enamorados hasta lo absurdo con tanta carga política y social a sus espaldas y, encima, llevarlo en secreto, no debe estar bien pagado ni en la mismísima Casa Blanca. Solo una pareja tan estoica como esta podría conseguir que la situación no se descarrilase (al menos, en exceso).

Los amigos de la pareja

Fotograma de 'Rojo, blanco y sangre azul'
Fotograma de 'Rojo, blanco y sangre azul'
Cinemanía

Toda pareja necesita a unos amigos de confianza. Que se lo digan a Troy y Gabriella, a Nick y Charlie o a los personajes de Selena Gomez y Drew Seeley de Una cenicienta moderna 2. En esta ocasión, la responsabilidad de hacer que nuestros protagonistas no se ahoguen entre tanta intensidad recae en Percy (Malcolm Atobrah) y Nora (Rachel Hilson). Como para no quererles con esos looks que nos llevan.

Matthew Lopez, el director

En una entrevista para Vanity Fair, el propio director admitía ser uno más de esos fans que, después de leer la novela en 2020, se obsesionaron con esta tierna historia de amor y, sobre todo, con Alex, un personaje que le habría gustado tener de referente cuando era más joven. 

Él mismo ha admitido que este podría ser "el fanfiction más caro de todos los tiempos" y que espera que los fans "tengan el consuelo de que es uno de ellos el que ha hecho esta película". La adaptación de la novela no podría haber tenido un mejor director.

Las manos

Póster de 'Rojo, blanco y sangre azul'
Póster de 'Rojo, blanco y sangre azul'
Cinemanía

Podría parecer que estamos locos, pero este apartado está completamente fundamentado por dos razones. Primera: no por nada nos dieron un póster en el que nos enseñaban sus manos entrelazadas con el anillo de Henry (¡El anillo! El que sabe, sabe). 

Segunda: nosotros no somos los únicos, las redes también están obsesionadas con los pedacitos de tráiler en el que salen cogiéndose de las manos ("Como empezó vs. cómo está yendo"). Y es que los pequeños gestos pueden llegar a significar mucho.

La lucha por el colectivo LGTBI

"Así que la historia, ¿eh?. Seguro que tú y yo haríamos historia", se dicen el uno al otro en un momento de la película. Y es que, en ocasiones, lo único que queremos son historias queer que acaben bien y que nos hagan creer en un mundo mejor. Por ello nos gustan tanto estas producciones como Heartstopper, que nos enseñan que la lucha es difícil, y que no siempre va a salir todo a nuestro favor, pero que siempre habrá gente en la que apoyarse.

Las cartas y mensajes privados

Como buen romance en secreto, los mails en clave y los mensajes de móvil a altas horas de la noche no podían faltar. Pero entre bromas y llamadas trasnochadas, no podíamos no mencionar esas cartas históricas entre parejas del pasado. Desde la mitología griega con Tisbe y Píramo a las cartas casi tan románticas como las que compartía con su mujer entre el coronel Alexander Hamilton y John Laurens, esta historia ficticia nos invita a replantearnos cómo se ha contado la historia hasta ahora.

El beso de fin de año

Había dos momentos que no podíamos esperar a ver: el de la tarta en la boda y el del primer beso entre los protagonistas. Por suerte, no tuvimos que esperar mucho para ver ninguno de los dos. La primera imagen oficial nos enseñó a esta pareja cubierta de bizcocho y el tráiler nos mostró ese beso bajo la nieve que pone el mundo de Alex patas arriba. High School Musical ya nos lo dijo: las fiestas de fin de año siempre son el comienzo de algo nuevo.

David, el perro de Henry

David, el perro de Henry
David, el perro de Henry
Instagram @princehenryuk

La aparición de una mascota siempre va a ser un motivo más para que nos guste una película. En este caso, se trata de David (que no Bowie, eso sería demasiado mainstream), el perro de Henry. La verdad, ahora que lo pensamos, aquí también podríamos haber metido al pavo real de Alex.

Un universo paralelo un poquito mejor

En los agradecimientos, Casey McQuiston escribe: "De repente, lo que suponía que era un irónico universo paralelo necesitó transformarse en una realidad escapista, curativa, alternativa pero realista. No un mundo perfecto, pero sí uno que fuera todavía creíblemente jodido, solo un poco mejor, un poco más optimista".

"Lo que esperaba conseguir, y lo que espero haber conseguido con este libro para cuando tú, querido lector, hayas terminado de leerlo, era ser la chispa de alegría y de esperanza que necesitabas". Podemos confirmar que, ahora, con la película, ha vuelto a serlo. Gracias.

El karaoke

Cualquier buena comedia romántica que se precie necesita su momento de karaoke y, como no podía ser de otra manera, Rojo, blanco y sangre azul tiene una. Tan solo con eso ya nos habrían ganado, pero ahora que se le han añadido esos sombreros, los intercambios de miradas entre los protagonistas y ese beso lanzado al aire lo reafirmamos: las escenas cantando siempre son de las más intensas.

La casa del lago

Fotograma de 'Rojo, blanco y sangre azul'
Fotograma de 'Rojo, blanco y sangre azul'
Cinemanía

Sumamos a la escena del karaoke la mítica escapada a una casa del lago en la que los protagonistas se alejan durante un tiempo de sus vidas reales. Una vez más, los lectores sabían lo que se les venía encima y, a pesar de ello, nadie estaba preparado para estas imágenes de ensueño en bañador, la hoguera a la luz de la luna y esa IMPORTARTE escena en la habitación.

Sus redes sociales

Por si no estábamos lo suficientemente metidos en la película, llega el equipo de marketing y les crea redes sociales a sus personajes. Si con ver Rojo, blanco y sangre azul no te es suficiente, no te preocupes, puedes adentrarte en las vidas de Alex y Henry a través de sus cuentas de Instagram: @princehenryuk y @theagcd. En ellas, los personajes se comentan fotos y cuelgan sus momentos juntos. Muy fans de quién sea que se le haya ocurrido esta idea.

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