Rian Johnson estuvo a punto de aparecer como él mismo en ‘Scream’

Como otras entregas antes que ella, Scream quiere reflexionar sobre el estado actual del terror, generando la coartada meta para las nuevas travesuras de Ghostface. Esto implica, como ya habrán descubierto los espectadores que han ido a verla (lleva en cines desde este 14 de enero), algunos chistes inevitables en torno al así llamado elevated horror, pero también los juegos acostumbrados con la existencia de “un Scream dentro de Scream”. Esto es, la longeva saga Puñalada, que lleva desde la secuela reflejando mordazmente la tragedia de Woodsboro. Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillet, sucesores del difunto Wes Craven a la dirección, tenían originalmente una idea muy ocurrente sobre esto.

En un momento dado de Scream los protagonistas mencionan a Rian Johnson como el director de Puñales por la espalda. Se trata, como hemos podido saber en una entrevista de Variety a los directores, de un guiño al firmante de Los últimos Jedi producto de no haber logrado que interviniera directamente en la película. Y es que la idea inicial era que Johnson apareciera interpretando una versión ficticia de sí mismo en Scream, como el director de Puñalada 8. “Nos pusimos en contacto con él y queríamos rodar una falsa rueda de prensa con él”, cuentan los responsables de la película. “Pero estaba haciendo Puñales por la espalda 2. Tenía peces más grandes que freír que nuestra secuela de Scream”.

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En efecto, Johnson se halla estos días muy ocupado con la secuela de Puñales por la espalda, producida por Netflix dentro de un provechoso acuerdo que también se amplía a la realización de una tercera entrega. Es una pena que finalmente no haya aparecido en Scream no solo porque sabemos de buena tinta que es un tipo encantador (cuya presencia sintonizaría con las apariciones, en compases previos de la saga, de Carrie Fisher o incluso de Jay y Bob el Silencioso), sino también por cómo parte del argumento gira en torno a una cuestión que él conoce de primera mano.

Scream afronta debates muy presentes como son los abusos de la cultura fan, que ha derivado en una toxicidad irrespirable en las redes sociales. Teniendo en cuenta la que lió Johnson al dirigir Los últimos Jedi en el seno de Star Wars (con debates absolutamente polarizados y acoso selectivo en redes), pocas personas existen en Hollywood que conozcan mejor el percal, así que esperemos que al menos se haya divertido con Scream. “No dejábamos de decirnos a nosotros mismos ‘somos fans, literalmente estamos haciendo una película de fans sobre una franquicia que amamos”, añadía Bettinelli-Olpin.

“Esto tiene que ver tanto con nosotros como con los demás. No se trata solo de ese nicho de la cultura del fandom, o lo que sea. Ser fans del cine es la razón por la que hacemos películas. Es muy personal para nosotros”.

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