¿Qué fue del mumblecore que iba revolucionar el cine a principios del milenio?

El Cinema Jove de València dedica una retrospectiva al movimiento “mumblecore”, esa corriente netamente indie que ha tenido en nombres como los Duplass o Greta Gerwig a sus grandes valedores.
Imagen de 'Frances Ha', uno de los grandes ejemplos del mumblecore
Imagen de 'Frances Ha', uno de los grandes ejemplos del mumblecore
Cinemanía
Imagen de 'Frances Ha', uno de los grandes ejemplos del mumblecore

Una imagen con más grano que el rostro de su director/guionista/actor Andrew Buljanski. Un sonido que parece haber sido grabado al lado de la sartén de una churrería e ¿intérpretes? que apenas sí aciertan a balbucear sus diálogos improvisados. Jóvenes con una caraja emocional y vital de aúpa. Eso nos ofrecía Funny Ha Ha en 2002. 

Era el nacimiento oficial del llamado “mumblecore” (de “murmullos”, por la mala dicción de sus actores), un tipo de producciones que pretendían emplear las posibilidades de la filmación en digital para renovar el caduco cine independiente estadounidense. Con presupuestos eximios, buscaban fomentar la improvisación y la participación colectiva de todos los miembros de sus reducidos equipos. ¿Era una chaladura? No tanto. George Lucas había profetizado en 1999 que, gracias al digital (y a su Jar Jar Binks… en fin), en el nuevo milenio TODOS seríamos directores. 

Un año antes, Thomas Vinterberg había rodado, junto a la inestimable colaboración del director de fotografía Anthony Dod Mantle, Celebración, primera película del Dogma 95 (y, por lo tanto, digital), que se alzó con el Premio del Jurado en Cannes. 20 años después, el Festival Cinema Jove de València dedica una retrospectiva a aquellos locos muchachos y su loca propuesta. ¿Dónde quedó su revolución y qué ha sido de ellos?

Andrew Buljanski

El impulsor no oficial de todo esto y autor de la primera película representativa del género, Funny Ha Ha (2002). Si tu trabajo de fin de grado lo tutoriza Chantal Akerman, normal que te interese el naturalismo y los retratos femeninos. Desde esa óptica, Buljanski reivindicó la comedia romántica. Lo hizo en su debut y, años más tarde, dentro ya de la industria de Hollywood, con la historia de sororidad Support the girls (2018). Como hay que comer, también ha sido guionista del remake de La dama y el vagabundo de Disney (2019). Es de suponer que él se viera en su momento como un nuevo Jean-Luc Godard, pero al final aparecerá en los libros de historia del cine más como teórico que como autor.

Mark y Jay Duplass

Los más espabilados del colectivo y a los que mejor les va. Tras dirigir dos obras señeras del mumblecore como Baghead (2008) –el filme que iniciaría el terrorífico subgénero del mumblegore– y Jeff y los suyos (Jeff, who lives at home, 2011), esta última ya con un presupuesto y unos actores anti-mumblecore, se han apuntado a todas las fiestas. Les ha ido especialmente bien en la televisión, produciendo shows como Transparent (Amazon, 2014-) o Wild Wild Country (Netflix, 2018). En el cine, más allá del mumblecore, han producido una obra fundamental del indie estadounidense como es Tangerine (Sean Baker, 2015). En teoría, Mark es el actor y Jay el director, pero como buenos mumblecoreros, los dos hacen de todo.

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Mark Duplass, uno de los mayores representantes del Mumblecore”

Greta Gerwig

La mujer que está coloreando el verano de 2022 con las fotos del rodaje de su Barbie también dio sus primeros pasos en el mumblecore, un movimiento que, a diferencia de los anteriores, se planteó desde un inicio la cuestión de la paridad. Gerwig podría ser considerada como la musa del mumblecore… pero esa etiqueta se le queda muy pequeña. En 2006 apareció en LOL de Josh Swanberg que le daría su primer papel protagonista en Hannah takes the stairs (2007). 

Después codirigiría junto a Swanberg Nights and Weekends (2008). Su unión sentimental con Noah Baumbach (Una historia de Brooklyn, 2005) fue también una unión artística que cristalizó en Frances Ha (2012). La historia de la pizpireta bailarina escrita e interpretada por Gerwig y dirigida por Baumbach supuso la comunión de dos generaciones y dos formas de entender el cine independiente estadounidense. Pronto, Gerwig se adentraría en la realización y hoy es una de las directoras más cotizadas del mundo gracias a películas como Lady Bird (2017) o Mujercitas (2019).

Lynn Shelton

Si cuestionar el género del creador/a era importante, también lo era el plasmar relaciones sexuales no heteronormativas. Nadie lo hizo mejor que Shelton, a la que conocimos en 2008 a las órdenes de Gerwig/Swanberg como protagonista de Nights and Weekends. Después se enfrentó al mundo homosexual masculino en la divertida Humpday (2009), protagonizada por Mark Duplass; y al mundo homosexual femenino en Your sister’s sister (2011), de nuevo junto a Mark y Emily Blunt

Con su carrera autoral en impasse, a imagen y semejanza de muchos miembros del mumblecore se gana la vida como reputada realizadora para la televisión, dirigiendo capítulos de Mad Men, Casual, Glow, The Good Place o, recientemente, produciendo la serie Little Fires Everywhere.

Anna Kendrick

Otra presencia recurrente en las películas mumblecore. Conocida por su vis cómica (vale, y por la saga Crepúsculo), se hizo un nombre en el circuito independiente gracias a sus interpretaciones en Colegas de copas y Happy Christmas, del estajanovista Josh Swanberg (ambas de 2013). Con estudios dramáticos, su presencia demuestra como el mumblecore fue institucionalizándose y rechazando sus postulados amateurs para ir abrazando una profesionalización cada vez mayor. Como Kendrick, otros compañeros de la interpretación (Olivia Wilde, Ryan Gosling, Jonah Hill) también despuntarían en lo que ya era más una tendencia dentro de Hollywood que un movimiento anti-industria.

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