Con Sin tiempo para morir se da esa situación ingrata que apela a otros estrenos pandémicos: se ha aplazado en tantas ocasiones su llegada a los cines, se han lanzado tantos tráilers en consecuencia, que parte del público no puede evitar sentir que ya ha visto la película. La travesía de la nueva aventura de James Bond por el desierto comenzó además paralelamente al inicio de la crisis del COVID-19 (fue el primer gran estreno atrasado, para más señas), y luego de haber cambiado múltiples veces de fecha y provocar indirectamente la absorción de MGM a manos de Amazon a cuenta de sus maltrechas finanzas ha fijado de forma definitiva su llegada a los cines para este 1 de octubre en España. Y, según recoge IndieWire, se trata de una fecha inamovible.
Lo demuestra el hecho de que United Artists, distribuidora dentro de EE.UU. (Universal se encarga de ello fuera de sus fronteras), acabe de informar a los exhibidores nacionales de que las entradas pueden ser puestas a la venta este 17 de septiembre, paralelamente a facilitar la programación de las salas confirmando cuál es la duración de la película. Una que nos ha dejado helados: Sin tiempo para morir dura 163 minutos, casi tres horas, lo que la convierte holgadamente el film de Bond más largo de la longeva franquicia. Antes Casino Royale y Skyfall habían rozado los 140 minutos, mientras que Spectre (film inmediatamente anterior a Sin tiempo para morir) se extendió a los 148.
Las películas de Bond protagonizadas por Daniel Craig (en su última aventura como el personaje de Ian Fleming) han resultado ser las más abultadas del canon, y a su despedida le va a tocar disputar la cartelera con otro gran estreno en EE.UU. Hablamos de Venom: Habrá matanza, que luego de retrasar su estreno al 15 de octubre se ha reubicado para el 1 de octubre, coincidiendo con el día de Sin tiempo para morir mientras el film de Sony se queda como estaba en el calendario de España. Nos hallamos, pues, frente a un duelo de blockbusters que está por ver si no llega a ser contraproducente, al margen de cómo pueda seguir afectando la variante Delta del COVID-19 a la afluencia en salas.
Sin tiempo para morir está dirigida por Cary Fukunaga luego de la salida de Danny Boyle (sí, el rodaje tampoco fue fácil), y más allá de la despedida de Craig viene marcada por el polémico gesto de que el título de 007 recaiga sobre una mujer negra, interpretada por Lashana Lynch. Asimismo, Phoebe Waller-Bridge ha contribuido al guion del film intentando adaptar la personalidad de Bond a los nuevos tiempos.
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