Este viernes falleció en su casa de Tennessee, tras una larga enfermedad, el director Joe Camp. Tenía 84 años, y dejaba a sus espaldas un legado imborrable en cuanto a lo que el cine protagonizado por animales se refiere: fue el principal impulsor de la exitosa franquicia del perro Benji, extendida desde los años 70 hasta bien entrado el siglo XXI. Se ha hecho eco de la noticia The Hollywood Reporter según el testimonio de su hijo Brandon Camp, que llegado el momento “heredó” la saga de su padre y en 2018 dirigió para Netflix un reboot, titulado simplemente Benji.
Joe Camp había intentado cursar cine en los 60, pero al ser rechazado por la Universidad de California decidió estudiar publicidad. En la década de los 70 ya había dirigido algún proyecto, pero seguía dándole vueltas a una revelación que había tenido quince años antes, cuando se estrenó La dama y el vagabundo. Entonces Camp se imaginó una película protagonizada por un perro con la misma personalidad y humanidad que los que mostraba Disney, así que empezó a buscar financiación para su película. Ante la falta de inversores, en 1974 fundó su propia productora, Mulberry Square Releasing, y a través de ella pudo estrenar Benji con el protagonismo de un perro de raza mixta llamado Higgins.
Benji recaudó 40 millones de dólares (lo que en la actualidad vendría ser 250); todo un éxito financiero. En torno a la saga que Camp levantó entonces se calcula que llegó a ganar 600 millones de dólares, lo que le convertiría en uno de los directores independientes más exitosos de la historia. Luego de Benji, donde Higgins tenía que salvar a dos niños secuestrados, en 1977 Camp dirigió una secuela titulada Por el amor de Benji. Ya entonces trabajó en un telefilm navideño, y empezó a preparar una serie para televisión (Benji at Work) que le daría un Emmy.
En 1980 la saga experimentó un curioso viraje a través de Benji contra el crimen, centrada en un detective interpretado por Chevy Chase que al morir… se reencarnaba en el cuerpo de Benji. Algo menos descabellada fue la siguiente película, que en 1987 se encargaría de distribuir nada menos que Disney y que conocimos en España como Cuatro cachorros para salvar, ajena a la marca Benji. En todos estos años Higgins pasó a ser sucedido como intérprete de Benji por su hija Benjean.
Entre medias, hacia 1979, Camp había dirigido además Una aventura peligrosa, donde unos niños se enfrentaban a un terrorista interpretado por Ernest Borngine. En 2004, con Benji: Un amigo especial, Camp terminó su contribución a la saga hasta que su hijo tomara el relevo.
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