Qué sería de las galas sin esos momentos especiales. La de los BAFTA 2024 regaló una escena de las que emocionan por cómo conectan con la nostalgia y por su recorrido como homenaje y tributo a la fuerza y la superación, la del querido Michael J. Fox, por siempre el Marty McFly de Regreso al futuro, anunciando y entregando el premio a la mejor película (para Oppenheimer) en medio de una enorme ovación.
Fox se ha convertido en un ejemplo por su manera de sobrellevar su enfermedad, el párkinson, y los problemas derivados de su deteriorado estado de salud, desde hace tres décadas. Todo ello con el recorrido que entraña ver así a quien fue toda una estrella juvenil de Hollywood, aspecto que brota en cada una de sus apariciones públicas. De ahí las resonancias que adquirió el año pasado el documental sobre su realidad, La vida de Michael J. Fox.
Dicha obra, dirigida por Davis Guggenheim y disponible en Apple TV+, optaba precisamente al BAFTA en su categoría. La distinción se la llevó 20 días en Mariúpol, pero eso al final fue lo de menos. Fox asistió a la ceremonia por la nominación y porque la Academia británica lo eligió también para anunciar el premio más importante de la noche.
El actor David Tennant introdujo a Fox de la mejor manera, resaltando su condición de estrella de los 80 y de leyenda. En medio de una enorme ovación de los asistentes al Festival Royal Hall londinense, el intérprete, de 62 años, apareció sobre el escenario llevado en silla de ruedas.
Los aplausos y vítores se intensificaron cuando se levantó, permaneciendo de pie y apoyado en el atril durante su intervención nombrando las cinco películas candidatas y revelando que Oppenheimer era la vencedora, sumando así su séptimo BAFTA de la noche. Descansó de nuevo en su silla mientras escuchaba el discurso de agradecimiento de Emma Thomas, productora del filme galardonado además de esposa de Christopher Nolan, a su lado.
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