Para ser un cineasta cuyas películas resultan deprimentes en grado sumo, amén de desconcertantes, David Lynch se caracteriza por su buen talante y su campechanía dentro y fuera del plató. Durante una entrevista con IndieWire, Justin Theroux lo ha confirmado una vez más con una anécdota sobre el rodaje de Mulholland Drive.
Incorporándose a este filme, uno de los más crípticos de Lynch, Theroux se encontró con la habitual negativa del director a explicar nada sobre el argumento. Lo divertido, señala, fue lo que vino después.
"Durante el primer par de días en Mulholland Drive le acribillé con un millón de preguntas, por supuesto", recuerda el actor. "Bueno, ¿por qué estoy aquí? ¿Quién es el cowboy? ¿Qué es lo que está pasando? ¿En qué realidad estamos?".
En lugar de mandarle a hacer puñetas, Lynch recompensó a Theroux por su perseverancia. "Un buen día, vació el plató: 'Que todo el mundo salga. Justin y yo tenemos que hablar'. Salimos y entramos en la casa donde estábamos rodando. Creo que era la escena en la que llego a casa y me encuentro a mi mujer con ese pobre tío [interpretado por] Billy Ray Cyrus".
Y aquel fue el momento en el que Theroux descubrió el gran misterio lynchiano. Porque, cuando él volvió con sus preguntas, Lynch le respondió: "¿Sabes qué? Yo tampoco lo sé, colega. Averigüémoslo juntos".
"No estaba bromeando, tomándome el pelo o evitándome: no lo sabía de verdad", insiste el actor. "Con él, es como si estuvieras en una escalera mecánica dentro de una nube: nunca sabes cuándo se va a acabar".
La experiencia de Theroux y Lynch fue lo bastante positiva como para que ambos volviesen a trabajar juntos en Inland Empire (2006), una película más mareante aún. En cuanto a Mulholland Drive, ha vuelto a los cines españoles con un reestreno que nos permitirá sumergirnos de nuevo en sus misterios, tengan estos explicación o no.
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