John Wick es la saga revelación del cine de acción estadounidense. Su primera entrega ni siquiera se estrenó en España y Netflix la acogió en su catálogo bajo el nombre de Otro día para matar. El boca a boca entre los amantes de una buena ráfaga de ametralladora hizo que John Wick 2 sí llegase a las salas de nuestro país, así como las siguientes secuelas incluyendo la última, que recaudó casi cuatro millones y medio de euros, con más de seiscientos mil cuatrocientos espectadores.
La saga ha ido creciendo en popularidad con cada película: si la John Wick original no superó los cincuenta millones de dólares en taquilla, John Wick: Capítulo IV se ha quedado cerca de los ciento noventa millones.
Su duración también se ha ido dilatando: los 101 minutos de la primera han dejado paso a las casi dos horas y media de la cuarta. Este ensanchamiento se ha traducido en más escenas de acción, más tiroteos y más peleas a lo largo y ancho del mundo. El retirado asesino profesional John Wick, aunque vive en Nueva York, está acostumbrado a coger aviones para saciar su sed de venganza: en la segunda entrega, se marchó a Roma. ¿Dónde ha ido en esta cuarta película?
Tres continentes, cinco países
En la ficción, el asesino interpretado por Keanu Reeves se traslada a Marruecos para cobrarse su primera víctima. En realidad, los escenarios marroquíes están rodados en Jordania, un país en el que se han grabado escenas de Indiana Jones y la última cruzada, La guerra de las galaxias o Lawrence de Arabia.
Por supuesto, la indefectible Nueva York no tiene sustituto: el hotel Continental es el edificio Beaver de Manhattan, aunque algunas escenas, como la acontecida en el Marquis Vincent de Gramont, se rodaron en Berlín, concretamente en el crematorio de la ciudad alemana.
Berlín también se ha disfrazado de Japón en John Wick: Capítulo IV, ya que las secuencias filmadas en el tejado del hotel Osaka Continental en realidad están emplazadas en el Internationales Congress Centrum Berlin. La estación de trenes de Jersey también sirvió como doble de la estación de metro de Umeda, en Osaka.
Sin embargo, el equipo de rodaje sí se desplazó hasta Japón para rodar los planos correspondientes a la acción que transcurre en el interior del hotel Osaka Continental, para el cual escogieron el centro nacional de arte de Tokio.
Por último, París ha completado el periplo de John Wick, que ha rodado escenas en los establos del Palacio de Versalles o el Palais Garnier. Y no podía faltar, por supuesto, la estampa de rigor con la torre Eiffel al fondo.
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