'Game Change': esta es la película que Alegría recomienda ver a Feijóo

Más allá de Pablo Iglesias y Juego de tronos (o, para los ya entrados en años, Alfonso Guerra y François Truffaut), la política española ha andado siempre justita de referentes audiovisuales. Sin embargo, un cruce de invectivas entre el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, y la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría, ha aumentado esta breve lista con un título más. 

Se trata de Game Change, un telefilme de HBO estrenado en 2012 sobre la accidentada carrera política de Sarah Palin, gobernadora de Alaska, y sus efectos sobre la campaña del candidato republicano John McCain en 2008. Julianne Moore interpretó a Palin, Ed Harris a McCain y Woody Harrelson a su propagandista Steve Schmidt, mientras que Tom Hanks figuró entre los productores de la cinta. 

De esta manera, si Feijoo ha comparado a la administración de Pedro Sánchez con la novela El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez, tildando al actual presidente de "dictador" y acusando a su gobierno de haber entrado "en una fase irremisible de deterioro", Alegría ha invocado a una de las figuras más bochornosas de la política reciente de EE UU.

Durante el enfrentamiento electoral entre McCain y Barack Obama, Palin destacó tanto por populismo de derechas como por su propensión a meter la pata. De hecho, aunque Moore la interpretase en Game Change, el público estadounidense la identifica sobre todo con Tina Fey, quien aprovechó su parecido físico para parodiarla sin piedad en sketches de Saturday Night Live.  

Comedia aparte, esta película no ofrece una visión especialmente positiva de Palin o su carrera. Adaptando el libro-reportaje de John Hellerman y Mark Halperin (publicado en castellano como El juego del cambio), Game Change afirma que Palin no fue elegida para acompañar a McCain por sus méritos políticos, que eran muy discutibles, sino por su perfil.

Convirtiendo a la gobernadora de Alaska en candidata a la vicepresidencia, explica la cinta, el Partido Republicano quería superar viejas brechas de género, distanciarse de la administración de George W. Bush y, sobre todo, movilizar al voto de derechas mediante una figura carismática y con facilidad para llamar la atención.

Siempre según Game Change, la maniobra salió demasiado bien: aunque a Palin se le daba bien ganarse titulares debido a su campechanía y sus declaraciones explosivas, obteniendo así una relativa ventaja para su partido, esas mismas salidas de tiesto la convertían en un blanco fácil para sus rivales políticos (y para Tina Fey). 

Asimismo, el telefilme también describe a la político como alguien de inteligencia y cultura muy limitadas, algo que destaca en la preparación de su debate contra el entonces segundo de Obama, Joe Biden. En vez de confiar en el raciocinio de Palin, sus asesores la hacen memorizar un argumentario, esperando que al menos salve los muebles repitiendo frases como un loro. 

En las elecciones estadounidenses de 2008, que se saldaron con la victoria de Obama, la candidatura de Palin acabó convirtiéndose en un lastre para el Partido Republicano. Y, según da a entender Game Change, la influencia de la exgobernadora de Alaska en la política de la superpotencia fue nefasta, degradando el nivel de su discurso y facilitando el acceso a la tribuna pública del más grosero populismo.  

De esta manera, está clara la invectiva que Pilar Alegría ha querido lanzarle a Núñez Feijoo con esta recomendación. Acerca de los paralelismos que puedan buscarse entre sus protagonistas y figuras actuales de la política española, mejor no especular demasiado: seguro que trazar esas líneas resultaría demasiado fácil, y acabaría deprimiendo a cualquiera. 

Aun así, si quieres hacer la prueba, Game Change está disponible en España vía HBO Max.

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