¿Te gusta 'Fallout'? No te pierdas estos 10 clásicos del cine postnuclear

Si te has quedado con ganas de más tras la serie de Prime Video, estos clásicos del cine llegan para saciar tu sed de radiación y mutaciones.
Ella Purnell en 'Fallout' y Mel Gibson en 'Mad Max 2'.
Ella Purnell en 'Fallout' y Mel Gibson en 'Mad Max 2'.
Cinemanía
Ella Purnell en 'Fallout' y Mel Gibson en 'Mad Max 2'.

Gore, herrumbre y sarcasmo: adaptando Fallout en forma de serie para Prime Video, Jonathan Nolan y Lisa Joy han respetado los tres pilares de la saga original de juegos, y el resultado ha sido un show que va camino de posicionarse entre los más aclamados del año. 

Al igual que en la versión pixelada, las aventuras de Ella Purnell, Walton Goggins y Aaron Moten en el Yermo rebosan sangre, humor negro y canciones rancias de los años 50. Pero la cosa va más allá: tanto en su debut de 1997 como en sus entregas posteriores, la franquicia Fallout ha recorrido una senda marcada por la ciencia ficción postapocalíptica, en su vertiente más atómica y condicionada por la Guerra Fría.   

Como corresponde, dicha tendencia dejó una abundante huella cinematográfica en forma de películas postnucleares. Las cuales, a su vez, han influido a lo grande en los juegos y la serie de Fallout. Mutantes purulentos, supervivientes de gatillo fácil y contadores Geiger que no dan abasto son algunos de los elementos que encontrarás en ellas. 

'Mad Max 2' (George Miller, 1981)

Se puede decir más alto, pero no más claro: la secuela de Mad Max (1979) es LA película postapocalíptica de los 80. Y, como tal, su presencia se ha hecho notar a lo grande en la saga Fallout, desde los primeros videojuegos hasta la serie.  

Empezando por el entrañable Albóndiga, inspirado en el perro que acompaña al antihéroe del filme, y concluyendo con esa Lucy calcándole el outfit a Mel Gibson cuando por fin espabila y se adapta a la vida en el Yermo, las referencias son innumerables. Lo único que echamos de menos en el show son las persecuciones de coches, pero entendemos que en su mundo escasea el combustible para alimentar un Interceptor V8.

'2054: Apocalipsis nuclear' (L. Q. Jones, 1975)

Un muchacho y su perro, la novelita firmada por el siempre cáustico Harlan Ellison en 1969, es la otra referencia capital de Fallout: desde las mutaciones grotescas hasta esos refugios subterráneos empeñados en preservar a toda costa el american way of life, pasando por el tono general de amoralidad, son legión los ecos que encontramos en la saga. 

Fiel a su costumbre, Ellison detestó esta adaptación al cine, pero si las aventuras del superviviente Vic (un Don Johnson muy pipiolo) y el perro mutante Blood se han convertido en película de culto, es por algo. Ojo a ese final que, pese a las décadas, mantiene intacto su poder para revolverte el estómago. 

'Pánico infinito' (Ray Milland, 1962)

El actor de El hombre con rayos X en los ojos las pasó canutas dirigiendo y protagonizando este clásico de la serie B. Su sufrimiento, sin embargo, valió la pena, porque Pánico infinito ha pasado a la historia como una de las primeras películas de la historia sobre supervivientes postnucleares (si no la primera).

Basada en dos relatos del escritor Ward Moore, la cinta narra las desventuras de una familia all american que se va de picnic justo el día en el que llueven las bombas de hidrógeno. Si esto no es suficiente como para tentar a los seguidores de Fallout, señalemos que la BSO corrió a cargo de Les Baxter, uno de los nombres más ilustres de la música exótica y las big bands petardas. 

'Threads' (Mick Jackson, 1984)

Salto temporal mediante, Fallout nos ahorra ver la transformación de EE UU en ese Yermo que todos conocemos y amamos. Por suerte, este telefilme (considerado la respuesta británica a la estadounidense 'El día después') nos explica con detalle por qué aquellos achicharrados por las explosiones atómicas fueron mucho más afortunados que los supervivientes. 

Con su verosimilitud y su atención al detalle, Threads ha quedado como uno de los trabajos cruciales del cine pre y postapocalíptico. No en vano 'Fallout London', un mod para Fallout 4 que planea llevarse la historia del juego a Reino Unido, ha recurrido a una de sus imágenes más emblemáticas (la del policía con la cara destrozada por la radiación) para presentarse al público.

'Snowpiercer' (Bong Joon Ho, 2013)

Aquí toca hacer trampa, porque el futuro director de Parásitos recurrió a un apocalipsis climático para encerrar a la humanidad (o sus restos, más bien) en un tren de movimiento perpetuo. Aun así, Snowpiercer tiene méritos más que de sobra para enganchar a los falloutistas (y no lo decimos solo por Chris Evans). 

Tanto la versión de Snowpiercer en pantalla grande como la serie homónima versan sobre el sistema de clases que se establece en un entorno aislado, algo que le resultará familiar a aquellos que conozcan el Refugio 33 por dentro. Además, en ella hallamos a Ed Harris, viejo conocido de Jonathan Nolan y Lisa Joy gracias a su trabajo en Westworld.

'Cherry 2000' (Steve De Jarnatt, 1987)

A estas alturas, corremos el peligro de ponernos demasiado serios: menos mal que ahí está la serie B, siempre dispuesta a tomarse el fin del mundo a choteo. De hecho, Cherry 2000 ha quedado como una de las 'madmaxploitations' más divertidas de los 80, aunque eso se deba a un argumento de tralla. 

Atención a la sinopsis: en un futuro postapocalíptico, un ejecutivo se queda sin su novia androide debido a una avería. A fin de hacerse con un recambio, el protagonista emprende un viaje por el páramo radiactivo de rigor... acompañado por una Melanie Griffith con sus mejores galas de guerrera de la carretera. ¿A que ya te han dado ganas de verla? 

'Sueños radioactivos' (Albert Pyun, 1984)

Tras debutar con Cromwell, rey de los bárbaros, Albert Pyun logró ascender a los altares del cine de culto con su segundo largo, dejando claro por dónde iba a tirar el resto de su filmografía... y contribuyendo no poco a la mitología de 'Fallout', especialmente en lo que toca a los refugios y sus habitantes. 

Porque, si a Lucy le causa problemas el haber crecido bajo una versión distorsionada de los valores de la Guerra Fría, imagina la que les espera a los protagonistas de este filme (uno de ellos, Michael Dudikoff, futuro protagonista de la saga El guerrero americano) cuando toda su formación ha consistido en ver películas noir: ¿habrá sitio para dos detectives con sombrero y gabardina en el Yermo?

'Kamikaze 1999' (Luc Besson, 1983)

Está claro que las películas postnucleares hechas en Francia tienen que ser un tanto 'diferentes'. Y para probarlo tenemos el debut largo de Luc Besson, también conocido como El último combate: una película en blanco y negro y sin diálogos.

Ahora bien: las conversaciones tampoco se echan en falta, porque el principal interés del filme reside en los combates librados por un grupo de cachimanes (entre ellos, Jean Reno, por supuesto, aunque el protagonista titular sea Pierre Jolivet, también coguionista) entre los detritus de una civilización aún más hecha polvo que la de Fallout.

'Doomsday' (Neil Marshall, 2008)

Es posible que el nombre de Neil Marshall te suene por Juego de tronos, serie que acudió a él para que dirigiese alguno de sus mejores capítulos. No obstante, el director tiene en su haber unos cuantos filmes que rinden homenaje a la serie B más burrifacia. Y esta declaración de amor a la saga Mad Max y sus epígonos seguramente sea el mejor de todos. 

Combinando la ficción postapocalíptica al uso con el cine de zombies, entonces tan en boga, Doomsday se las apaña, además, para darle un giro británico donde los haya al género que nos ocupa: en Reino Unido, uno no tiene que esforzarse mucho para imaginarse un territorio desolado, hostil y lleno de bárbaros, porque Escocia queda muy cerca. 

'La carretera' (John Hillcoat, 2009)

Nativo de Australia (un país que recuerda lo suyo al Yermo) y buen amigo de Nick Cave (lo cual debería indicarnos por dónde van a ir los tiros), Hillcoat adaptó aquí una rara avis: la novela postapocalíptica escrita por Cormac McCarthy, uno de los autores más respetados de la literatura estadounidense y responsable de libros como No es país para viejos. 

Con Viggo Mortensen y Kodi Smith-McPhee de protagonistas, mas cameos a cargo de Charlize Theron, Robert Duvall, Guy Pearce y otros, La carretera acongoja por mostrarnos un futuro aún más desolado que el de Fallout y lo bastante parco en recursos como para que el canibalismo parezca una opción respetable. ¿Lo peor de todo? Este es el escenario más probable si nuestro ecosistema colapsa, bien debido a una guerra nuclear o a cualquier otra razón. Dulces sueños...

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